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Primer contacto: Renault Mégane 1.6 dCi EDC GT Line – Toques deportivos

En 2010, Renault incorpora dos atractivas novedades a la familia del Mégane. En los concesionarios ya podemos encontrar el nuevo paquete de diseño «GT Line» y, dentro de poco, estará disponible el cambio de doble embrague EDC (Efficient Dual Clutch).

Mientras el paquete GT Line le otorga una gran fuerza en el plano estético por un precio realmente moderado, el EDG nos ofrece confort y una gran eficacia. La combinación del diseño GT Line y el cambio EDC constituye un paquete convincente, algo que tuvimos la oportunidad de comprobar con la berlina de cinco puertas. En realidad, en Renault la denominación «GT» corresponde a todos los modelos deportivos inferiores a la línea RS. Mientras que el Mégane RS sólo se fabrica en tres puertas con motor de gasolina de 250 CV, los modelos GT están disponibles con cualquier carrocería, de la gama incluido el cabrio.  En lo que respecta a la motorización, se puede elegir entre el motor diésel de 160 CV y el propulsor de gasolina de dos litros y 180 CV. A partir de 23.300 euros Renault pone a disposición de sus clientes el modelo coupé turbo de gasolina de 180 CV con una estética deportiva de muy buen gusto.

Quien prefiera entrar en el segmento a través de un modelo más barato y con menor motorización, Renault ofrece desde hace poco, y de forma alternativa en combinación con el equipamiento de alta calidad «Dynamique», el paquete de equipamiento «GT Line» por algo más de 1.300 euros. La versión de acceso es un cinco puertas con motor de gasolina de 1,6 litros y 110 CV que, en combinación forzosa con el paquete «Style» y el sistema de ayuda al aparcamiento posterior, está disponible alrededor de los 20.000 euros.

Caos de combinaciones

El modelo equipado con el paquete «GT Line» se suministra además con el chasis deportivo rebajado doce centímetros procedente del Mégane Coupé con muelles y amortiguadores más rígidos. Además, tanto por dentro como por fuera el Mégane GT Line presenta las marcadas características de diseño el equipamiento GT (faldones delantero y trasero diferentes), así como espejos exteriores calefactables y abatibles eléctricamente lacados en negro. Las llantas de aluminio de 17" y la inscripción «GT Line» en la zaga y en la parrilla completan una imagen muy atractiva.

La versión GT Line del Mégane se puede combinar con cuatro mecánicas de gasolina y dos  diésel. Las motorizaciones superiores corresponden al diésel dCi 130 FAP de 130 CV y al gasolina 2.0 16V 140 CVT de 140 CV. Éste último monta el único cambio manual disponible en la actualidad, aunque el nuevo cambio de doble embrague de Getrag está a punto de salir. En términos técnicos, se trata de un cambio similar al Powershift de Ford y Volvo.

Consumo reducido a pesar de la sensación de comodidad

No obstante, por ahora Renault sólo monta el cambio de doble embrague EDC de seis velocidades en combinación con el motor diésel de 1,6 litros y 106 CV de potencia. Sin embargo, la casa no ve en esta combinación (EDC-diésel) una variante de propulsión capaz de aumentar la dinámica, sino que se trata más bien de incrementar el confort reduciendo aún más el consumo de combustible. Con todo, aún queda por demostrar si su modesto consumo homologado, cifrado en 4,4 litros, resulta viable en la práctica, algo que haremos a través de una prueba de conducción exhaustiva. No obstante, los 4,4 litros a los 100 km ya constituyen de por sí un consumo sumamente bajo.

En el apartado del confort, el EDC resulta absolutamente convincente, ya que parece que cambia las marchas él solo como si fuera un cambio automático. En este sentido, la selección de marchas se lleva a cabo de forma casi igual de suave que con el clásico cambio automático con convertidor de par, aunque los recorridos son claramente más cortos. Además, el cambio es capaz de seleccionar de forma inequívoca una marcha y, a velocidades medias, no cambia continuamente entre dos marchas. Si el conductor así lo desea, también podrá cambiar las marchas manualmente. Sin embargo, sólo mediante la gran palanca de cambios situada en la consola central, ya que el volante no viene equipado con levas. En este sentido, quizá sea mejor dejar que el EDC trabaje solo.

En lo que respecta al empuje, el EDC también  resulta ser un poco aguafiestas. Con una velocidad punta de 190 km/h y un tiempo de aceleración de 11,7 segundos, el Mégane resulta suficientemente rápido. Sin embargo, este mismo modelo con idéntica motorización, pero en combinación con el cambio manual de seis marchas, tan sólo precisa 10,5 segundos para alcanzar los 100 km/h y con el mismo consumo homologado de 4,4 litros. Por lo tanto, el EDC tan sólo ofrece la ventaja de no tener que cambiar uno mismo las marchas.

Un chasis fantástico y un precio atractivo

El reglaje del chasis del equipamiento «GT Line» otorga al Mégane un cierto toque deportivo. Este chasis bien reglado y algo más rígido cumple los más elevados requisitos de funcionalidad en términos dinámicos, sin que por ello disminuya el confort.

En la versión probada por nuestros especialistas, el Mégane 1.6 dCi de cinco puertas y EDC de seis velocidades, con equipamiento «Dynamique» y  opción extra «GT Line», cuesta en torno a los 24.000 euros. Para hacernos con un VW Golf 1.6 TDI con DSG de siete velocidades con el mismo nivel de equipamiento tendríamos que invertir más. El aspecto deportivo que ofrece Renault gracias al equipamiento «GT Line» ni siquiera está incluido en el precio del Golf y, además, resulta imposible encargarlo.

Conclusión

Renault ha logrado una excelente combinación. En su versión GT Line, el Mégane resulta muy dinámico tanto en su estética como en el chasis, a la vez que permite combinarlo con un propulsor tan económico como el 1.6 dCi. Además, ahora este propulsor está también disponible con el nuevo cambio de doble embrague y seis velocidades EDC que ofrece tanto un elevado confort como una excelente eficacia. Sin embargo, la versión manual con el mismo motor resulta claramente más potente, sin consumir mucho más. En este sentido, únicamente el confort es lo que justifica el EDC, algo de creemos puede ser suficiente incentivo para muchos posibles compradores.

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