Esto mismo le ocurre al especialista en vehículos todoterreno Land Rover, que desde hace más de 60 años mantiene una imagen de fabricante de automóviles duros de pelar y algo estrafalarios para los adictos a la aventura. Sin embargo, esto no es suficiente para sobrevivir, y a Land Rover le ha llegado el turno de reinventarse. El primer producto de este cambio generacional es el Evoque. La nueva incorporación –basada en la tecnología del Freelander– rompe claramente con la clásica tendencia de marcas y se atreve incluso a presentarse en versión tracción delantera sumamente eficiente. Y sin embargo, el SUV de diseño se mantiene fiel a los valores de la marca. El Evoque es toda una declaración de intenciones, sobre todo en el aspecto estético. Mientras que los anteriores modelos de Land Rover se caracterizaban por su sobriedad monolítica, el nuevo Evoque ofrece, indiscutiblemente, un aspecto relajado, musculoso, elegante y supermoderno.
Su mejor baza, la carrocería de total actualidad de la versión de tres puertas denominada Coupé. Una carrocería tres centímetros más plana en comparación con la variante de cinco puertas, con unas puertas de acceso extralargas y ventanillas laterales que disminuyen de tamaño a medida que se acercan a la zaga y que otorgan un aspecto muy fresco a este modelo de carácter extrovertido. Junto con sus enormes ruedas, sus elegantes luces de conducción diurna tipo LED y sus estridentes colores, el Evoque logrará destacar entre la multitud.
Sin embargo, la versión de tres puertas –1.000 euros más cara– también presenta claras desventajas. El acceso a la zona posterior es algo estrecho y, además, el banco trasero sólo ofrece dos plazas, por no hablar de la visibilidad que, en este caso, es bastante reducida. Sin embargo, desde fuera la visión resulta realmente curiosa, ya que tan sólo vemos las cabezas de los ocupantes de las plazas traseras.
Más puertas, más espacio
Si bien el cinco puertas no resulta tan elegante, por menos dinero dispone de dos puertas de acceso y una plaza más. La oferta de espacio también es mejor y sus proporciones no dan la impresión de estar sobredimensionadas. Aunque el tres puertas logra un gran efecto con su aspecto dinámico extremo, por otro lado transmite una sensación de dramatismo que podría calificarse de artificial.
El interior del pequeño Range Rover es merecedor de grandes elogios, ya que en este caso nada queda del ambiente más bien tosco del Freelander. Por el contrario, el habitáculo rezuma claridad y sus elegantes materiales ofrecen el aspecto de calidad, lujo y modernidad que merece este pequeño Range Rover. Y, además, incluso el observador más atento buscará en vano esos pequeños defectos que tradicionalmente solía aceptar la casa británica. En otro orden de cosas, la dinámica de manejo tampoco supondrá mayor problema para cualquier conductor.
Apto para el día a día y con muchos complementos opcionales
Pese a su carrocería tipo coupé y a su enorme techo panorámico de cristal (650 euros), los adultos de tamaño medio que tomen asiento en las plazas traseras gozarán de una libertad moderada tanto a la altura de la cabeza como de las rodillas. La parte delantera la podrán ocupar personas de mayor envergadura sin ningún problema de espacio. El portón trasero (que de forma opcional se abre y se cierra eléctricamente) ofrece acceso a un maletero de 420 litros de capacidad que, en el caso del Coupé, puede aumentar hasta los 1.350 litros y, en el caso del cinco puertas, hasta los 1.445 litros si se abate el banco trasero dividido en la proporción 60:40.
Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, el interior del Evoque nos tiene reservada alguna que otra sorpresa especial. Su pantalla táctil de 8 pulgadas está disponible en versión «Dual View», es decir, es capaz de ofrecer al conductor la información del navegador, a la vez que permite al resto de los ocupantes visualizar una película en DVD, todo ello en la misma pantalla. Además, la pantalla puede reproducir las imágenes obtenidas por las 5 cámaras exteriores, algo que puede resultar sumamente útil para cualquier maniobra complicada en cualquier terreno complicado. Por cierto que los que tengan problemas a la hora de aparcar en sentido longitudinal pueden incluso encargar el sistema de ayuda al estacionamiento, que con ayuda de sensores de ultrasonido e intervenciones en la dirección logra introducir de forma automática el automóvil en el hueco del aparcamiento. En este caso, el conductor sólo tiene que pisar el acelerador y frenar.
Incluso 2WD
En lo que respecta a la tracción, el Evoque ofrece una versión 2WD sensacional para la marca británica en combinación con un motor diésel de 150 CV. Este tracción delantera marca, en términos de precio, el acceso a la gama, y gracias al sistema automático de parada y arranque incorporado de serie en esta variante de tracción, el modelo básico destaca con una cifra de consumo bastante moderada de 5 litros. Sin embargo, Land Rover espera obtener un porcentaje de ventas más bien reducido con esta variante, ya que se espera que los clientes del Evoque se decanten en su gran mayoría por las versiones de tracción integral. Ésta también está disponible, de forma opcional, para el propulsor básico de 150 CV y, de serie, para el diésel de 190 CV y el gasolina turbo de 240 CV.
Las dos últimas variantes de motor fueron las que tuvimos el placer de conducir –ambas en combinación con la caja automática de seis velocidades de Aisin– durante nuestras primeras pruebas de conducción por la región situada en torno a Liverpool. Aquí el nuevo Land Rover de 1,7 toneladas de peso se mostró bastante rápido. El diésel registra un tiempo de aceleración de 8,6 segundos y el gasolina de 7,5 segundos, mientras que las velocidades máximas alcanzan los 195 km/h y los 217 km/h, respectivamente. En lo que respecta al consumo, el Evoque se muestra bastante comedido con cifras de 6,5 litros y 8,7 litros, respectivamente.
En sí mismas las cifras no están nada mal, si bien un Audi Q3 con motor similar supera al Evoque en todos los aspectos. Así, el modelo de gasolina de Ingolstadt de 211 CV registra un tiempo de aceleración de 6,9 segundos, una velocidad máxima de 230 km/h y un consumo de 7,7 litros. Lástima que para el Evoque no esté disponible el cambio automático de ocho velocidades de ZF –mejor reglado– que sí monta, por ejemplo, el modelo grande de Range Rover. Sin embargo, éste no se puede combinar con los motores de montaje transversal del Range más pequeño.
Rápido y divertido
El Evoque traslada su gran potencia de forma excepcional a la carretera gracias a la tracción integral y, además, el chasis presenta una excelente configuración que hace las delicias de los más atrevidos. La plataforma es rígida, aunque pocas veces incómoda, la dirección se muestra bastante precisa y el balanceo en curva es sorprendentemente escaso. Por lo tanto, los que deseen rodar a gran velocidad no tendrán ningún problema. Los trayectos por autopistas a altas velocidades tampoco serán ningún quebradero de cabeza y, además, el ruido provocado por el viento hasta los 130 km/h se mantiene a niveles gratamente bajos.
Si bien el chasis ha sido optimizado claramente para un uso todocamino, el Evoque también es capaz de transmitir las sensaciones originales de un Land Rover. El hardware todoterreno corresponde, en el plano técnico, al nivel SUV habitual, por lo que no resulta recomendable realizar maniobras atrevidas como con el Defender. Sin embargo, la tracción integral controlada electrónicamente y la electrónica de regulación tomada prestada del Freelander, con los diferentes modos de conducción del «Terrain Response System» –que se activan con tan sólo pulsar un botón–, hacen que este británico pueda acceder a terrenos en los que un automóvil normal no tendría nada que hacer.
Sin embargo, el pequeño Range nos sacudió bastante al intentar superar algunos de los desniveles relativamente poco profundos de nuestro trayecto de prueba, ya que las llantas de 19 pulgadas y los escasos recorridos de los amortiguadores aportan cierta rigidez al conjunto. Aunque este Land Rover es capaz de hacer mucho más de lo que uno esperaría a simple vista, sus ocupantes no llegarán a sentirse del todo cómodos por trayectos pedregosos o cenagosos.
¿Land Rover? ¿Range Rover? ¡Y qué si no!
La denominación Land Rover se ha consolidado como el verdadero nombre de la marca británica a lo largo de los últimos 30 años, mientras que el Range Rover –presentado en el año 1970– es simplemente uno de los modelos de dicha marca. Ahora, la casa Land Rover intenta consolidar el nombre Range Rover como una especie de marca de lujo. Bajo esta submarca se comercializan los modelos Range Rover sin apéndice alguno en la denominación, así como el Range Rover Sport y el Range Rover Evoque. El cambio de nombre de modelo a nombre de marca es una estrategia de marketing aún demasiado reciente y que ha provocado una enorme confusión.
Un contrincante para el X2 y el Q4
Y, por último, nos preguntamos contra qué modelos ha de competir en realidad el Evoque. Lamentablemente no podemos dar una respuesta inequívoca a esta pregunta. Los modelos con más papeletas son, en este caso, los SUV compactos de lujo, como el Audi Q3 o el BMW X1. Sin embargo, el precio del Evoque se sitúa unos miles de euros por encima de estos SUV bávaros, mientras que en términos tecnológicos y de tamaño el Range Rover se sitúa claramente por debajo del Q5 o del X3. Por lo tanto, parece que los hipotéticos X2 y Q4 serían sus contrincantes directos, modelos que no obstante aún no están disponibles.
Los que deseen sumergirse en el mundo sugerentemente diferente del Evoque tendrán que invertir al menos 33.600 euros, ya que éste es el precio de la versión 2WD con cinco puertas. La variante diésel SD4 se consigue por unos 38.400 euros y el gasolina Si4 por 42.000 euros. Esto da derecho al equipamiento básico «Pure» relativamente amplio que, junto con un completo paquete de seguridad, incluye además programador de velocidad, llantas de 17 pulgadas, sensores de aparcamiento, asientos parcialmente en piel, asiento del conductor con regulación eléctrica, climatizador bizona, inserciones en aluminio y radio CD. De forma alternativa, y por 8.000 y 9.000 euros más, respetivamente, están disponibles las líneas «Dynamic» y «Prestige» que se caracterizan por ofrecer más lujo y una revalorización estética. Además, también es posible encargar algunos paquetes de equipamiento bastante interesantes.
Conclusión
Estéticamente, el Range Rover Evoque tiene mucho que decir, tanto en lo que respecta a su interior como a su exterior. Junto con su aspecto elegante, dinámico y extrovertido, el más pequeño de los Range –apto para cualquier familia– también ofrece, de forma opcional, un elevado nivel de lujo y multitud de componentes prácticos. Gracias a sus potentes motores, el Evoque resulta muy recomendable como automóvil rápido para carreteras convencionales con muchas curvas y es apto para largos trayectos en autopista, si bien este SUV compacto se maneja asimismo con soltura entre el tráfico de una gran ciudad. Y, como guida al conjunto, Land Rover también le ha otorgado una moderada capacidad todoterreno. A la vista de tanta versatilidad parece que este nuevo producto de la casa británica podría convertirse en la gallina de los huevos de oro.
A aquellos que decidan adquirir un Evoque les recomendamos la versión cinco puertas, más práctica y barata que, aunque estéticamente no resulte tan dinámico, sí conforma un conjunto más armónico. Y la variante más divertida es, sin duda alguna, la que incorpora el motor de gasolina de 240 CV, aunque en este caso el consumo no será tan bajo.
