Sin embargo, Porsche ha creado un SUV preparado para cumplir en ambos sentidos. El Macan es un coche deportivo de tracción total dotado de una suspensión neumática, requisitos indispensables para llevar contentar al público más exigente. Es cómodo y resistente, eficiente y a la vez salvaje, potente velocista y también un experto escalador. En nuestra primera toma de contacto, realizada en la pista de pruebas del ADAC en Grevenbroich, el Macan nos sorprendió por su buena impresión y por sus formas nítidas. Su aspecto juvenil deja al Cayenne como un mastodonte entrado en kilos y también en edad. Los efectos de la canibalización parecen inevitables entre ambos modelos.
Ópticas afiladas
No cabe duda, a simple vista, de que el Macan es un SUV mucho más pequeño que el Cayenne. Sin embargo, sus medidas hacen que esté mejor proporcionado, con un frontal bastante plano y una trasera inclinada drásticamente, lo que visualmente da una sugerencia del carácter especialmente dinámico. Si tuviéramos que buscar dos diseños en los que pudiera estar inspirado, sin duda encontramos rivales como el Infiniti FX o su hermano de sangre, el Audi Q5.
Lógicamente Porsche ha querido diferenciar bien el Macan de su hermano alemán, y lo ha conseguido especialmente con detalles como la “cola” redondeada, los estrechos faros delanteros o la enorme toma de ventilación en la delantera. Además de esto, hay dos tubos de escape dobles, espectaculares llantas de 21 pulgadas y pinzas de freno pintadas en rojo y amarillo que dan un acento elegante y muy deportivo a este SUV. Pocas pegas podrán ponerse en cuanto al diseño, ¿verdad?
Espacio normal
A pesar de la línea del techo inclinada, el Macan ofrece en el asiento trasero suficiente espacio libre, tiene un maletero espacioso y muy bien forrado y muchos compartimentos por el habitáculo. Los asientos cuentan con unos brazos de muy buena sujeción y dentro no falta el lujo, las soluciones multimedia y los sellos tradicionales de Porsche, como por ejemplo la llave de contacto en la izquierda.
El Macan debe considerarse técnicamente un Porsche de los pies a la cabeza, salvo algunos detalles. El fabricante de automóviles deportivos ha trabajado en enfatizar el manejo deportivo a pesar de los muchos componentes técnicos que comparte con el Q5 de Audi. Así, a pesar de partir del chasis del grupo VW, el Porsche cuenta con una dirección diferente, con sus propios muelles y amortiguadores, frenos propios, llantas, neumáticos traseros más anchos y una suspensión neumática opcional que ha sido reforzada. Todo esto contribuye a que el Macan, a pesar de compartir su esencia, sea un coche con una conducción inconfundible.
Consumo alto , pero no excesivo
Las capacidades off-road con el Macan Diesel S empiezan en un poderoso V6 de tres litros que ofrece un rendimiento impresionante en combinación con la transmisión de doble embrague de siete velocidades estándar y con la tracción total. Las cifras hablan de una aceleración de 6,3 segundos y una velocidad máxima de 230 km/h máxima posible. A pesar de estos buenos números, el consumo de la ficha técnica está situado en unos discretísimos seis litros. Para conseguirlo, Porsche parte de un coeficiente de resistencia de 0,37, un sistema de arranque y parada y una dirección electromecánica. Gracias a un tratamiento posterior del escape han conseguido cumplir con la normativa de emisiones Euro 6.
Para aquellos que busquen sensaciones el motor V6 de gasolina es mucho mejor. Sobre todo porque provoca momentos en los que se pone la piel de gallina nada más hundir el pie en el acelerador. La velocidad se consigue de una forma espectacularmente rápida, mientras que el sonido siempre acompaña el nivel de las prestaciones. El llamado V6 S - más débil con tres litros de cilindrada - rompe la barrera de los cien en 5,4 segundos con la ayuda del Sport Chrono y permite velocidades máximas superiores a los 250 km/h. La versión Turbo - V6 con 3.6 litros de cilindrada - ofrece 400 caballos de fuerza y un sprint de 4,6 segundos y 266 km/h .
Simplemente siga recto
Los golpes de acelerador en el Macan se transmiten fácilmente a la trasera en curvas largas, donde sin duda se puede experimentar una diversión de conducción alta. Los pilotos de prueba de Porsche han pasado muchas horas de conducción al límite y han conseguido una buena puesta a punto de la tracción total, no tan juguetona como si fuera un tracción trasera de pura raza, pero sí con ciertos matices de coche deportivo. Y es que, antes de establecer cualquier crítica, debemos tener en cuenta siempre dos cosas, su mayor altura y su elevado peso - de casi 2 toneladas -. Sencillamente la dinámica del Macan es superior a la del Audi Q5.
Tracción total
Como hemos dicho, Porsche ha apostado en el Macan por la tracción a las cuatro ruedas. La tecnología procede de Ingolstadt y consiste en el famoso diferencial Torsen entre ejes, que normalmente dirige el 40 por ciento de la fuerza a la parte frontal y el 60 por ciento al eje trasero según el grado de deslizamiento de las ruedas. La potencia del motor a través de la transmisión de doble embrague llega por defecto al eje trasero, pero también puede invertirse totalmente hasta lograr un 100 por 100 de tracción en la parte delantera. El actuador de par asigna diferentes porcentajes en función del bloqueo de un control electrónico asociado al embrague multidisco. En esto influye también el programa asignado del Porsche Stability Management,y de si hacemos uso o no del paquete Sport Chrono opcional. Aquí el ESP permite maniobras mucho más salvajes, dejando al coche entrar en sobreviraje sin controlarse con los frenos.
Bloqueo del diferencial trasero
Pero el arsenal de tecnología ofrece aún más sutilezas para disfrutar de la intensa diversión en las curvas. Además de la suspensión neumática opcional, el Porsche Torque Vectoring Plus ayuda a frenar la rueda trasera en el interior de la curva para mejorar el comportamiento de la dirección. Así es como la rueda exterior obtiene más potencia y se consigue una agilidad sin comparación.
Resumen
El Macan proporciona una sensación cien por cien Porsche a pesar de su origen Audi. Esto supone, lo primero, que el fabricante de automóviles deportivos puede cobrárselo en la factura, ya que las versiones básicas provisionales del Macan (Macan S Diesel y S) cuestan 63.000 y 68.000 euros respectivamente antes de incorporar los opcionales. La versión Turbo supera ampliamente los 90.000 euros a cambio de sus 400 cv de potencia, una cifra que a buen seguro superará los cien mil euros si queremos que nuestro SUV cuente con la última tecnología de la marca alemana. La buena noticia para algunos es que Porsche tiene previsto presentar una versión de cuatro cilindros que podría reducir el precio de partida del Macan.