Una vez en marcha, sólo un ligero rumor procedente de los neumáticos se cuela en el interior del habitáculo mientras el display digital donde se muestra la velocidad va en aumento (40, 80… hasta 125 km/h). Justo aquí es donde termina el silencio y empieza la furia. El Porsche Cayenne es un vehículo híbrido enchufable. La batería es capaz de suministrar energía para el motor de 95 cv y, siempre que esté totalmente cargada, será capaz de mover el coche durante un máximo de 35 km y a una velocidad que, como tope, podrá ser de 125 km/h. La tecnología procede totalmente del Panamera y, resumiendo, consiste en un motor de seis cilindros y tres litros de cilindrada dotado de turbo y compresor con una potencia de 333 cv. Sólo con este bloque el Cayenne ya podría dar unas prestaciones espectaculares pero, en total, la potencia de salida que llega a las cuatro ruedas es de 416 cv.
Lo realmente atractivo de esto no es la aceleración, sino el consumo anunciado en la ficha técnica: 3,4 litros cada cien kilómetros. A priori, parece imposible que un coche con este arsenal de caballos pueda homologar un consumo semejante; sin embargo, todo es una cuestión de interpretación: si en los cien kilómetros de prueba incluimos toda la autonomía que puede dar en modo eléctrico entonces es factible alcanzar esta media. Sin embargo, esto no quiere decir que cada cien kilómetros el consumo vaya a ser así.
Hasta 135 km/h en modo eléctrico
Una vez salimos del ritmo de ciudad (unos 30 km/h), el Cayenne puede circular de forma alegre sin encender su motor de combustión. Llevando conectado además el modo e-Modo, el Cayenne se verá forzado a mantenerse en modo eléctrico y el motor de combustión sólo despertará en casos donde la seguridad se puede ver comprometida, como por ejemplo en un adelantamiento.
Como la toma de contacto se realizó en las carreteras alemanas, tuvimos la suerte de probar este híbrido en una autovía sin límites de velocidad. En ella, a 135 km/h el motor eléctrico avisará al motor de combustión de que su ayuda es necesaria si se quiere aumentar el ritmo. Con un discreto ronroneo, el seis cilindros se encenderá y proporcionará un empuje enérgico que se hace mucho más evidente al compararlo con la propulsión exclusivamente eléctrica. En este punto, el rango de autonomía eléctrica lo habíamos reducido a 18 km, lo cual nos invitó a activar el modo e-Charge y utilizar el motor de combustión como generador.
Ciudad, autovía, ciudad
Así, después de 20 km de ruta, las baterías volvían a estar llenas y la autonomía volvió a situarse en 35 km. Nada más salir de la autopista y entrar en zona “regulada” en cuanto a velocidad, pudimos volver a circular en modo totalmente eléctrico. Tras nuestra ruta de prueba, el ordenador de a bordo nos marcó una media de siete litros, lo cual es insólito en un coche de más de 400 cv que ha circulado durante un buen espacio de tiempo a más de 160 km/h por la autovía. Las baterías llegaron agotadas a nuestro destino y fueron necesarios unos 90 minutos para recargarlas con la corriente eléctrica.
El segundo más asequible
La facilidad que da este Cayenne para ser manejado con eficiencia y a la vez con un alto dinamismo es espectacular, así que casi con toda probabilidad quien tenga ocasión de probarlo va a acabar rendido a sus pies. Y esto Porsche lo sabe. Por eso, no se cortan a la hora de establecer un precio de salida alto (un poco más de 75.000 euros es lo que cuesta el Cayenne Diesel básico).
No obstante, el Cayenne híbrido figura como segundo modelo más accesible de la gama gracias a la rebaja fiscal que supone su bajo consumo (3,4 litros equivalen a unas emisiones de CO2 de 79 gramos por kilómetro). El impuesto de matriculación es de cero euros, y eso en un coche de este precio supone un ahorro de unos 10.000 euros, lo cual permite que el precio final se quede en 85.179 euros. Resulta especialmente llamativo que sea unos 10.000 euros más asequible que un S Diesel teniendo más potencia (385 cv frente a 416 cv) y un consumo de menos de la mitad (8,0 litros frente a 3,4).
Este modelo puede acelerar hasta los 100 km/h en tan sólo 5,9 segundos y su velocidad máxima es de 243 km/h. Entre todo el equipamiento incluido de serie destaca sobre todo el cambio automático de ocho velocidades Tiptronic S, faros bixenón, luz diurna con faros de 4 LEDs, control electrónico de la suspensión PASM, volante deportivo y asientos con ajuste eléctrico de 8 posiciones.