Sin embargo, vivimos tiempos difíciles, la presión de la competencia es enorme y para unos franceses acostumbrados a triunfar el segmento B ya no es sinónimo de éxito automático. A pesar de todo, con el nuevo 208 el Grupo PSA podría perpetuar su historia de éxito, ya que este novedoso modelo resulta ser un utilitario muy razonable a la par que emocional. La prueba más evidente y vistosa del salto que el 208 ha dado a una nueva época es su novedosa carrocería que impresiona por su fresca elegancia, su sofisticación rica en detalles y sus proporciones perfectas. Sus finas aristas acentúan una línea dinámica, las luces delanteras y traseras desbordan expresividad y, al mismo tiempo, se integran en la carrocería con estilo y armonía. En comparación directa con el nuevo 208 de diseño novedoso y equilibrado, muchos de sus competidores resultan bastante sosos.
Además, en comparación con su predecesor Peugeot ha reducido la carrocería siete centímetros hasta los 3,97 metros de longitud y la ha dotado de innumerables extras que mejoran su aspecto. Los faros tipo LED, la pequeña curvatura a la altura de la línea de los hombros o la parrilla bien proporcionada delimitada por un marco cromado y situada debajo de un morro recortado que recuerda la boca de un tiburón son algunos de los detalles que completan su estiloso diseño. Sin lugar a dudas el 208 llama la atención, aunque pese a sus atrevidos detalles es posible que dentro de poco se considere un vehículo más bien convencional. Sin embargo, por el momento su nuevo diseño arranca más de una expresión de admiración en sus espectadores.
Más pequeño pero más espacio
Pese a que su figura más moderna y atractiva ha perdido algo de longitud en comparación con el 207, la oferta de espacio en su interior ha aumentado considerablemente. Si bien con el techo panorámico de cristal opcional la libertad de movimiento a la altura de la cabeza para los ocupantes de mayor envergadura es algo limitada, ambas filas de asientos pueden albergar sin problemas a cuatro adultos e incluso en la versión de 5 puertas la última fila se puede plegar de forma sumamente fácil. Y el maletero de 285 litros –ampliable a 1.076 litros– también puede presumir de ofrecer variabilidad y una capacidad similar a la de los demás modelos de su categoría. Lo que no es tan moderno es el elevado plano de carga y el escalón que se forma con el banco trasero al ampliar el espacio de carga.
Sin embargo, lo que hace del 208 un vehículo tan especial es, además de algunas soluciones bastante originales, una arquitectura muy conseguida y moderna que destaca con detalles premium que no se suelen encontrar en el segmento de los utilitarios. Bandas de luces LED azules en el techo, un pomo de diseño en el cambio de marchas o marcos galvanizados en las toberas de ventilación y los revestimientos interiores de las puertas son algunos de los detalles que llamarán la atención de los ocupantes, aunque la mayoría no estén disponibles en la versión básica.
De lo típico y lo atípico
Y hablando de detalles, aquí es donde el 208 muestra también las deficiencias típicas de la marca francesa en los acabados. Al observar más detenidamente el salpicadero encontramos alguna que otra esquina mal desbarbada y los pequeños defectos de sus materiales nos hacen sospechar que pese a su innegable imagen revolucionaria el nuevo 208 sigue exhibiendo una cierta tradición francesa en cuanto a la calidad de los acabados.
El 208 nos tenía preparada una sorpresa especial al ajustar su volante extraordinariamente pequeño. Al echar un vistazo al cuadro de instrumentos, para nuestra sorpresa nos dimos cuenta que la parte superior de la corona del volante queda justo por debajo. Esto significa que si queremos observar el tacómetro o el cuentarrevoluciones tendremos que hacerlo no a través del volante, sino por encima de él. Lo que los primeros cinco minutos puede parecer algo sorprendente resulta ser una solución sumamente práctica que incluso permite prescindir del tan alabado sistema de proyección en el parabrisas, ya que la información relevante para el conductor se encuentra en una posición mucho más centrada y cercana dentro su campo de visión.
Nuevo navegador a buen precio
Su sistema multimedia y de navegación también merece nuestros elogios. Por poco dinero Peugeot ofrece un sistema táctil con una enorme pantalla que sigue la nueva lógica de control desarrollada por la casa francesa. Muchas opciones son bastante particulares y es posible que más de un conductor no sea capaz de seguir intuitivamente la estructura prevista, pero tras unos cuantos intentos en realidad todo se desarrolla con total normalidad. De todos modos, el comprador de un 208 tendrá que echar mano en más de una ocasión del manual de instrucciones para poder hacerse con las innumerables soluciones que propone.
Los compradores también tendrán que decidir si quieren conectar su 208 a Internet o no. En este caso, Peugeot ofrece un paquete interesante que –da un precio cerrado el primer año y por un poco más los siguientes– permite aprovechar diversos servicios en línea a través de su conexión 3G. En verano de 2012 ya estarán disponibles multitud de servicios, tales como una función SOS para la notificación y localización de los servicios de rescate, información de tráfico en tiempo real, indicaciones sobre las gasolineras más baratas de las inmediaciones, información sobre plazas de aparcamiento libres o acerca del tiempo en el lugar de destino.
Rápido
Y en lo que respecta a lo más importante, el conductor, el 208 se muestra en gran medida convencional, ya que todo funciona como estamos acostumbrados en un utilitario de Peugeot, y en parte incluso mejor. Así, el nuevo 208 –con 100 kg menos de peso que su predecesor– se muestra comparativamente más maduro en carretera, no vibra ni tiende a inclinarse, sino que rueda con un impecable confort de rodadura, una configuración a la altura de su conducción rápida y, aun así, la ligereza típica de un utilitario.
Sin embargo, no todo es de color de rosa, ya que el eje trasero tiende a botar bastante al pasar por encima de las irregularidades más marcadas del piso. A cambio, Peugeot ha logrado mejorar su agilidad y, pese a contar con una dirección asistida eléctrica de tacto algo sintético, el conductor podrá bordar cualquier trazado sinuoso.
Eficiente
La dirección forma parte de un paquete de ahorro de combustible bastante regular que, a pesar de todo, convierte al 208 en un coche eficiente. Además de los retoques aerodinámicos y del sistema automático de parada y arranque son los motores los que ayudan a conseguir mejores marcas en el plano del consumo. El mejor de todos es el e-HDi de 68 CV y asociado a un cambio manual automatizado cuyo consumo homologado es de tan solo 3,4 litros. Es evidente que en este caso la diversión al volante es prácticamente nula, pero quienes puedan vivir con un comportamiento de cambio algo peculiar y con tan solo 68 CV de potencia se verán recompensados con unos consumos extraordinariamente bajos.
En este caso el que parece ofrecer un mejor compromiso es el nuevo tres cilindros de gasolina y 1,2 litros de cilindrada que genera 82 CV sorprendentemente voluntariosos y que en combinación con un cambio manual de cinco marchas tan solo registra un consumo de 4,5 litros. Algo más de cuatro litros será lo que consuma este eficiente motor de funcionamiento refinado y desarrollado por Peugeot cuando en 2013 venga asociado a un sistema automático de parada y arranque y a un cambio manual automatizado.
Potentes motores turbo
Los que apuesten por un poco más de potencia han de decantarse por el gasolina turbo de 1,6 litros y 120 CV. En este caso, el nuevo 208 de apenas una tonelada de peso alcanzará los 100 km/h en 8,9 segundos y su velocidad máxima será de 190 km/h. A excepción de un pequeño retardo en el arranque, este cuatro cilindros se muestra alegre y ávido de revoluciones, llegando incluso a emitir un bramido deportivo por el tubo de escape. El único inconveniente es que su cambio manual tan solo dispone de cinco marchas.
A partir de la motorización provisionalmente superior, el 1.6I THP de 156 CV podremos disfrutar de un cambio manual de seis velocidades. Además, esta versión ofrece prestaciones casi deportivas con un tiempo de aceleración de 7,3 segundos y una velocidad máxima de 215 km/h. Sin embargo, su consumo homologado es igualmente bueno y asciende a tan solo 5,8 litros.
Una alternativa bastante buena a los gasolina es el e-HDi de 1,6 litros que desarrolla 92 o 115 CV. Durante nuestra prueba de conducción la variante más potente demostró toda su valía, ya que sus 270 Nm proporcionan un potente empuje y convierten a este pequeño utilitario en un verdadero devorador de kilómetros. En cualquier caso, su tiempo de aceleración de 9,7 segundos, su velocidad máxima de 190 km/h y su consumo de 3,8 litros son cifras que seguramente llamarán la atención de muchos posibles compradores.
Precios adecuados
No obstante, el diésel superior marca también el precio más elevado de la gama, ya que éste solo está disponible en combinación con la línea de equipamiento más elevada y cara («Allure»). Si a esto le sumamos otros pluses entonces disfrutaríamos de un 208 sumamente bien equipado y con multitud de destalles premium.
Sin embargo, también es posible hacerse con un 208 a un precio más asequible. La versión básica con motor de gasolina de 1 litro y 68 CV tiene un precio más adsequible en versión tres puertas equipada con seis airbags, ESP/ASR, volante regulable en altura y profundidad, así como cierre centralizado con mando a distancia. Con este precio el 208 le gana la batalla a la mayoría de sus competidores, al mismo tiempo que ofrece una relación rendimiento/precio sumamente atractiva.
Aunque para el 208 Peugeot ofrece un buen equipamiento de seguridad y confort, un análisis en profundidad de la lista de precios revela algunas lagunas. En este sentido echamos en falta los faros bixenón o alguno de los sistemas de ayuda tan de moda hoy en día como la función de frenada de emergencia City o un sistema de control de ángulos muertos. Sin embargo, sí cuenta con un gran techo panorámico de cristal, pero no con un techo extensible.
Conclusión
Con el 208, la casa Peugeot presenta el que quizá sea el utilitario más atractivo del mercado y cuya novedosa carrocería entusiasma gracias a su armonía y sus detalles distintivos. Un excelente resultado a la vista de la situación en la que se encuentra actualmente la competencia.
Incluso su interior le permite destacar con respecto a sus competidores. La elegancia premium de sus equipamientos de mayor calidad alcanza un nivel sorprendentemente alto para este segmento tan sensible a los precios. Además, el 208 no solo es bonito, sino que también es práctico y es capaz de impresionar con una buena oferta de espacio y algunas soluciones muy inteligentes como el cuadro de instrumentos situado por encima del volante o el nuevo navegador con pantalla táctil.
En lo que respecta al chasis y a la propulsión el 208 sigue moviéndose al nivel de los utilitarios convencionales. En este sentido el cliente se puede decantar por motores más flojos con un nivel de consumo especialmente bajo o por mecánicas más potentes pero que siguen exhibiendo un consumo bastante comedido. La motorización que más nos gustó fue el nuevo tres cilindros gasolina de 1,2 litros y 82 CV que impulsa con brío al 208 y registra un consumo homologado de tan solo 4,5 litros.
Pese a la multitud de novedades y alguna que otra solución destacada, en términos de precios el 208 se sitúa en el nivel más bajo de los utilitarios e incluso en su versión básica resulta un poco más barato que su predecesor, el 207.
