Por suerte para ellos, esto continúa siendo así en la tercera versión de este monovolumen compacto, disponible en los concesionarios a partir de enero de 2012. La principal novedad es que estéticamente Opel ha logrado liberar al Zafira de la imagen de automóvil familiar aburrido. Ahora, el monovolumen de Rüsselsheim de 4,66 metros de longitud resulta más deportivo y dinámico. Las principales líneas creativas son de sobra conocidas gracias al Ampera, al Meriva o al Astra. Sin embargo, algunos detalles como los faros delanteros en forma de flor se han realzado aún más en el Zarifa, otorgándole por lo tanto un mayor nivel de reconocimiento de marca. *Los precios y equipamientos reflejados en este artículo corresponden de momento al mercado alemán.
En su interior el Zafira también ha mejorado ostensiblemente. Si bien el puesto de conducción vuelve a estar orientado en el Astra o el Insignia, en esta ocasión se presenta con multitud de amenidades, entre las que se incluyen detalles como los asientos ergonómicos (con certificado) sumamente cómodos, un enorme parabrisas panorámico o la calefacción en el volante. Además, dispone de múltiples compartimentos y, como opción, también está disponible el sistema FlexRail para la consola central procedente del Meriva. Con su ayuda el propietario podrá distribuir reposabrazos y compartimentos de almacenamiento adicionales casi de cualquier forma que se le antoje.
Divertido juego de asientos
La segunda fila también es muy cómoda y a partir de ahora cuenta además con asientos individuales que se pueden desplazar y regular en inclinación en según las necesidades de cada uno. La clave reside en el asiento central que, en combinación con el paquete «Lounge», se puede plegar con unas simples maniobras convirtiéndose en un práctico reposabrazos. Si a continuación desplazamos los asientos exteriores un poco más hacia atrás y hacia el centro por ambos lados, realmente la parte trasera se convierte en una especie de pequeño saloncito con una oferta de espacio similar a la que podemos observar en cualquier modelo de clase superior.
A diferencia de su predecesor, el Tourer ya no cuenta de serie con una tercera fila de asientos en los primeros dos niveles de equipamiento. El precio de los dos asientos adicionales es de 700 euros y, al menos en trayectos cortos, ambos pueden ser ocupados sin problemas por personas adultas. El único inconveniente sería el acceso a los mismos, ya que en este caso requiere una buena dosis de flexibilidad. Al igual que en el modelo antiguo, estos se pueden plegar y levantar sin necesidad de leerse las instrucciones y, además, no es necesario desmontarlos del todo.
Suficiente espacio
Con todos los asientos en su sitio, la capacidad del Zafira queda reducida a 152 litros. Con sólo cinco asientos ya dispondríamos de 710 litros y con todos los asientos retirados, lo que tendría como resultado una superficie de carga plana, podríamos transportar hasta 1.860 litros de equipaje. Su enorme portón trasero y su plano de carga bajo facilitan asimismo el proceso de carga de este compartimento. También hay disponible un sistema de guías para el maletero con varillas y ganchos destinados a sujetar los objetos.
Por el contrario, la gama de motorizaciones no presenta casi ninguna novedad. Todos los propulsores sin excepción son viejos conocidos, aunque han sido revisados para el Zafira Tourer. Para nuestra primera toma de contacto por las inmediaciones de Múnich, Opel tan sólo puso a nuestra disposición el diésel de dos litros en la versión más potente (165 CV) de los tres niveles de potencia disponibles.
Potente y silencioso
Sus 350 Nm desplazan este monovolumen de aproximadamente 1,7 toneladas de peso de forma enérgica y lo llevan hasta los 100 km/h en menos de 10 segundos. Y todo ello con un nivel de ruido extraordinariamente bajo. El modelo diésel más alto de gama está equipado con un cambio manual, incorpora de serie el sistema automático de parada y arranque y recibe el nombre de Opel Zafira Tourer ecoFlex.
Para el nivel medio de potencia del diésel (130 CV), así como para ambas variantes del motor de gasolina turbo de 1,4 litros (120 y 140 CV), la función de parada automática del motor tiene un suplemento de 355 euros. En el caso de la versión diésel menos potente (110 CV), así como en el caso del motor de gasolina de acceso de 1,8 litros (115 CV) y el motor 1.6 de gas natural esta opción ni siquiera está disponible. Tanto el más potente de los dos gasolina turbo como el modelo diésel más alto de gama se pueden encargar con cambio automático de seis velocidades, aunque en tal caso sin el sistema de parada y arranque. El ahorro conseguido gracias a este sistema, con independencia de la motorización, ronda aproximadamente el medio litro a los 100 kilómetros.
Tan sólo 4,5 litros
El modelo más eficiente no es el menos potente, sino el diésel intermedio. En su versión ecoFlex consume tan sólo 4,5 litros de combustible diésel. Sin sistema Stop&Start debe conformarse con un consumo de 5,2 litros, al igual que ocurre con el motor diésel de 110 CV.
El modelo superior tampoco consume más, al menos sobre el papel. En el caso de los gasolina turbo no existe ninguna diferencia entre los niveles de potencia, dado que ambos firman un consumo de 6,7 litros (6,3 en versión ecoFlex) a los 100 kilómetros. El modelo menos eficiente, con un registro de 7,2 litros, es el gasolina de acceso que también es el único equipado con sólo cinco marchas, en lugar de las seis habituales.
Buen comportamiento en carretera
Al igual que en muchos otros modelos, Opel también ofrece para el Zafira Tourer el chasis FlexRide con regulación electrónica de la suspensión y que permite al conductor seleccionar tres niveles de regulación diferentes. Así, en modo «Tour» el Zafira rueda de forma suave y ágil incluso por encima de las irregularidades más pronunciadas, mientras que en modo «Sport» proporciona una dureza más que perceptible.
Entre ambos tipos de funcionamiento sólo encontramos el modo normal, que también será el que se utilice con mayor frecuencia. De esta forma, uno se puede ahorrar tranquilamente los 980 euros que cuesta el chasis adaptativo. En cualquier caso, el Zafira Tourer cuenta ahora con una batalla incrementada en 10 cm que proporciona a este monovolumen de casi 1,70 metros de altura un buen comportamiento en carretera y bastante más estabilidad que hasta ahora.
Multitud de opciones
El Zafira ofrece multitud de posibilidades para invertir en equipamiento extra, lo que también dispara el precio del conjunto. Si bien la versión básica ya incorpora de serie espejos retrovisores eléctricos, elevalunas eléctrico en la parte delantera, sistema de aire acondicionado, radio CD y asiento del conductor regulable en altura, Opel ofrece innumerables extras orientados al confort y a la seguridad.
En este sentido, la casa alemana ha mejorado, por ejemplo, la cámara delantera (1.300 euros) que ahora ofrece datos para un regulador de velocidad adaptativo con función automática de frenada en caso de peligro, indicador de la distancia de seguridad y sistema de advertencia de colisión frontal, así como un sistema de reconocimiento de las señales de tráfico y de advertencia de cambio de carril. Los sensores de ultrasonidos (1.950 euros) sirven no sólo como sensores de aparcamiento, sino que al pasar miden el tamaño de los espacios para aparcar y supervisan el ángulo muerto. Este paquete también incluye la cámara de visión trasera.
Sin embargo, durante nuestra primera prueba de conducción el sistema de advertencia de ángulos muertos nos avisó casi siempre una vez que el peligro ya había pasado y el sistema de advertencia de cambio de carril tan sólo reconocía una fracción de las líneas de la carretera.
Soporte con capacidad para 4 bicicletas
Sin embargo, el soporte para bicis FlexFix ha resultado ser de lo más recomendable. Por 790 euros podremos hacernos con esta especie de cajón para el faldón trasero que tan sólo tendremos que extraer en caso necesario. En lugar de las dos bicis que podíamos transportar hasta el momento, ahora se pueden montar 4, y desde hace poco también se pueden asegurar con llave. Un sencillo sistema de plegado hace posible el acceso al maletero, incluso con las bicis sujetas al soporte.
Sin embargo, con cualquiera de estos extras el precio aumenta rápidamente, máxime si tenemos en cuenta que muchos de los extras sólo están disponibles a partir de la segunda línea de equipamiento (900 euros más, aunque con volante en piel, reposabrazos central y programador de velocidad). A pesar de todo, esta línea de equipamiento ni siquiera está disponible para el modelo de acceso 1.8 de 22.950 euros, que al parecer sólo se ofrece con el objetivo para mantener bajo el precio básico. Para obtener el modelo diésel más alto de gama – que fue el que nosotros probamos – será necesario invertir al menos 29.705 euros.
Conclusión
Parece que la premisa de los de Rüsselsheim ha sido hacer de lo bueno algo mejor. Como suele ser habitual, el Zafira Tourer entusiasma sobre todo por su concepto de asientos flexible que ahora, por ejemplo en modo «Lounge», ofrece todavía más funciones. Opel también ha sido capaz de mejorar un poco más el confort de marcha y, gracias al nuevo diseño, el Zafira Tourer llama la atención por encima de los típicos monovolúmenes compactos.
