El que aún no es propietario de un Meriva, por su parte, se va a ver beneficiado porque la mejora afecta a motores y transmisiones (lo cual repercute directamente en el consumo). Nosotros ya hemos podido probar el modernizado monovolumen de Rüsselsheim. Todo aquel que desee entrar en su coche con el mismo estilo que si lo hiciera en un Rolls Royce tiene disponible, desde el año 2010, un modelo familiar firmado por la alemana Opel cuyo sistema de acceso resulta bastante convincente. Este no sólo resulta cómodo para personas mayores o con movilidad reducida, sino también para todos aquellos padres que sudan la gota gorda para sentar a los niños en la banqueta trasera.
Un concepto en auge
Más allá de la comparativa imposible e ilógica con el Rolls-Royce Phantom, es cierto que este sistema de puertas no tiene una gran competencia, pero eso no quiere decir que no existan coches con un acceso igual de sencillo y cómodo. El recién estrenado BMW i3 cuenta por ejemplo con dos puertas laterales que se abren en sentido inverso, lo mismo que el Mini Clubman, donde se puede disfrutar de un concepto de apertura de puertas más sofisticado. Luego está el Ford B –Max, que bajo la misma idea añade las ventajas de prescindir del pilar B.
El diseño ya actual y bastante correcto del Meriva tenía la verdad poco margen de mejora. Algo se ha conseguido mejorar con los nuevos cromados de la parrilla, así como con los faros y las luces traseras con LED dinámicos, pero de puertas hacia fuera no hay mucho más.
En el interior sólo se ha metido mano allí donde hacía falta: el sistema de audio y la pantalla central de la consola. Ahora, hay radio digital opcional, control de voz e integración del Smartphone y una mayor resolución de la pantalla. Por otro lado, los asientos ergonómicos siguen siendo uno de los platos fuertes de la lista de equipamiento, y pueden elegirse tanto para el conductor como para el pasajero por unos 700 euros extra. Además, sigue destacando el sistema de asientos flexible y el magnífico soporte Flex-Fix para bicicletas integrado directamente en el vehículo.
Nuevo diesel
Lo que realmente es nuevo en este facelift es el motor diesel 1.6 L de 136 CV, aunque no estará disponible en combinación con la (también nueva) caja automática de seis velocidades. Este diesel cuenta con un sistema de arranque y parada automáticos, por lo que las emisiones de CO2 se reducen a tan sólo 116 gramos por kilómetro al mismo tiempo que puede alcanzar velocidades máximas de 197 km/h. El consumo homologado es de unos muy discretos 4,4 litros.
En el verano de 2014 llegará una aún más eficiente versión de 110 CV del motor 1.6, el primero en el segmento de minivans que sólo emitirá 99 gramos de CO2 por kilómetro (lo que equivale a 3,8 litros de diesel). Esto provoca una más que considerable mejora sobre el viejo diesel 1.7 (110 CV y 160 g de CO2/km).
Junto con el cambio de la caja de cambios de seis velocidades, que ahora es mucho más suave, resulta gratificante la acústica silenciosa de este nuevo motor turbodiésel. Si es necesario, puede ponerse en menos de diez segundos a 100 km/h y recuperar con buena soltura y con retrasos mínimos en la actuación del turbo. Es un motor que se desenvuelve con soltura en todos los rangos de velocidad.
Gasolina
En el apartado de gasolina, el motor de 140 CV se ha revisado significativamente pasando a incluir una caja automática de seis velocidades que hace exactamente lo que se espera de ella, es decir, ofrecer una conducción automática, sin tirones, cómoda y rápida en las transiciones. El pequeño motor de gasolina de 1,4 litros turbo entrega su fuerza de forma muy dispuesta y tiene la cantidad de par suficiente como para acelerar de forma rápida en una marcha más larga de la correspondiente.
Resumen
En su lanzamiento al mercado en este mes de enero, las dos variantes que hemos probado (desde 19.880 euros el 1.4 T gasolina y desde 20.370 el diesel 1.6 de 136) han sido capaces de convencernos, aunque no van a ser ni mucho menos las versiones más demandadas. El ahorro de más de 2.000 euros con respecto al diesel de 95 cv será determinante, de la misma forma que el gasolina 1.4 de 100 cv se podrá conseguir por un precio inferior a los 17.000 euros. La opción menos costosa con cambio automático es la del motor 1.4 de 120 cv, que cuesta 18.870 euros, mientras que el viejo conocido motor diesel 1.7 CDTI de 110 cv está disponible desde 20.450 euros.
¿Qué echamos de menos? Pues al menos una versión que combine cambio automático y start&stop así como más información sobre la próxima variante OPC.