Por este motivo, se ha diseñado una gran ofensiva para sacar al fabricante de este dilema. La campaña se inició con los modelos S-Max y Galaxy y ahora saldrá al mercado la nueva edición del modelo más importante: el nuevo Mondeo. Y así, Ford da otro paso por el buen camino Desde luego que el antiguo Mondeo no estaba mal, sobre todo al final de su período de fabricación. Era precisamente ahí cuando este modelo estrella se presentaba sofisticado, sorprendiendo con una dinámica de conducción claramente deportiva. Ahora bien, tampoco era ninguna belleza. Lo cual, al fin y al cabo, no deja de ser un argumento a la hora de adquirir un vehículo.
Diseño dinámico
Para que esto no vuelva a ocurrir con su sucesor, Ford apuesta por una continuación coherente de la nueva imagen de marca introducida con Galaxy y S-Max. Sus creadores llaman a las nuevas líneas "Kinetic Design", término que viene a expresar dinámica y movimiento.
Las formas redondeadas pertenecen al pasado, los ángulos, los rebordes y unas marcadas líneas de luz caracterizan al nuevo Mondeo. La parte delantera luce unos faros enormes, cuyo perfil llega casi a evocar a un Jaguar XK. Para la parte trasera, al igual que con su antecesor, es posible elegir entre tres diseños.
Tres dimensiones
Tanto la berlina como el modelo de trasera aerodinámica presentan un parecido que induce a confusión, si bien se diferencian considerablemente en la longitud. Con 4,78 metros, el cinco puertas se convierte en la variante más corta, mientras que el otro, con 4,84 metros (7 cm más) se pone a la altura de un BMW de 5 puertas. Muy de cerca le sigue el representante más logrado de los tres, al menos desde el punto de vista estético, el modelo familiar "Turnier". Según el Gerente, Jürgen Stackmann, en Alemania alrededor del 62 por ciento de los compradores se decantarán por este modelo.
En el interior, los hermanos presentan un parecido como si de trillizos se tratara. Es aquí cuando queda claro: Ford quiere pasar el Mondeo de la categoría media a la categoría media-alta, al menos, en lo que respecta a la calidad aparente. Desde el punto de vista estético este objetivo se ha conseguido; ahora bien, al entrar en contacto con los materiales (ya sea decoración en aluminio, imitación de madera o lacado en negro ébano), el comprador regresa a la realidad.
El salpicadero lleva, según la gama de equipamiento, un indicador multifunción convencional o el nuevo sistema avanzado Convers+. En este último caso se trata de una pantalla de alta resolución, de amplias dimensiones que ofrece al conductor toda suerte de información y posibilidades de ajuste. La gran consola central alberga la radio, el sistema de navegación y el aire acondicionado. Un número suficiente de compartimentos viene a completar el habitáculo.
Espacio en abundancia
En lo que respecta a la oferta de espacio los pasajeros se verán beneficiados por la distancia entre ejes, que ha sido ampliada ahora a 2,85 metros (es decir, diez centímetros más). El asiento del conductor y del acompañante presentan un firme acolchado y ofrecen una óptima sujeción lateral. Asimismo, el Ford Mondeo también ofrece suficiente libertad de movimiento para los pasajeros de la fila de atrás.
La capacidad del maletero varía notablemente. La berlina cuenta con 535 litros mientras que la variante con parte trasera aerodinámica tiene 530 pudiendo subir hasta los 1.460. No obstante, en los dos casos hay que superar un estrecho portón para poder llenar el maletero. Evidentemente, el mejor burro de carga es el Turnier, con un maletero con capacidad máxima de 1.745 litros y un ancho de carga de 1,14 metros.
Amplia gama de motores
Con tres motores diesel y cinco de gasolina, Ford ofrece una gran variación para su lanzamiento en el mercado el próximo 16 de junio. Las potencias de las distintas opciones oscilan entre 115 y 220 CV en los motores de gasolina y entre 100 y 140 CV en los diesel. Nuestra elección para el primer recorrido de pruebas ha recaído sobre el Mondeo Turnier 2.0 TDCi.
El conocido motor diesel de 140 CV hace gala en el Mondeo de una faceta totalmente distinta a la acostumbrada. Los ingenieros han eliminado casi por completo el conocido retardo del turbo, el modelo despliega ahora su fuerza de manera uniforme a través de una amplia banda de revoluciones: alcanza un máximo de 320 Nm entre 1.750 y 2.240 revoluciones. A esto se añade que la unidad está perfectamente encapsulada, haciendo gala de su técnica de combustión solamente a plena carga.
"Cargado de morro"
El suave cambio de seis marchas, de serie, está en perfecta consonancia con el sofisticado motor diesel que se puede conducir a bajas revoluciones sin necesidad de frecuentes cambios de marcha y sin renunciar a una buena aceleración cuando convenga. Prácticamente el único defecto: el pesado motor hace que el Mondeo presente un morro pesado.
Al entrar rápido en curvas, el Turnier tiende a derivar con las ruedas delanteras, la parte delantera empuja ligeramente pero con decisión hacia el exterior de la curva. Pero, que no cunda el pánico, el Ford sigue perfectamente dócil y el piloto se ve asistido por el ESP de serie. Más que el suave subviraje, es la dirección un tanto insensible la que viene a deslucir la diversión en las curvas. Ofrece al conductor ambicioso una respuesta insuficiente, el contacto con la calzada podría ser mejor. Lo que provoca que se tengan que hacer correcciones frecuentes en las curvas.
La potencia de un gasolina con carácter deportivo
Ya basta de diesel: cambiamos a la berlina por un turbo de cinco cilindros que moviliza a unos potentes 220 caballos de vapor. Ya en la primera curva se nota el menor peso sobre el eje delantero. El Mondeo se abre paso con elegancia, permitiendo maniobrar con precisión por las curvas. Incluso la dirección resulta más exacta.
Pasado un breve segundo de procesado del turbo, el motor acelera con brío, acompañado de un fantástico sonido de turbina. Cinco cilindros, no hay más que decir. Su máximo de 320 Nm están disponibles desde 1.500 hasta 4.800 revoluciones. Sin lugar a dudas, algún que otro diesel lo envidia.
Su consistente chasis satisface la exigencia deportiva planteada por el motor. La calzada se hace sentir, pero el sedán no resulta incómodo. De manera opcional, Ford ofrece un chasis interactivo con amortiguadores ajustables (Komfort, Normal y Sport). Claro que, no sabemos si ello merece un recargo (965 euros), todo es cuestión de gusto personal. Con todo, no ofrece grandes ventajas con respecto al chasis que viene de serie con una óptima tara.
De este modo, llegamos a los precios. La versión Mondeo más rentable es un modelo de parte trasera aerodinámica con 110 CV de gasolina por 21.990 euros. Hacia arriba, la lista de precios queda abierta; el modelo más caro, un Turnier con 130 CV diesel y sistema de cambio automático cuesta 33.025 euros. Cuatro categorías de equipamiento, dos modelos especiales y una amplia gama de equipamiento especial satisfacen prácticamente cualquier deseo.
En resumen
Merece todos nuestros respetos. Con el nuevo Mondeo, Ford continúa fiel a su estilo dinámico de diseño. El reciente modelo también convence ahora por su estética. En lo que respecta al comportamiento en ruta, el Mondeo sigue estando al consabido alto nivel. Los pilotos deportivos disfrutarán, como también lo harán los ahorradores, ya que el consumo es moderato siempre que uno conduzca de forma prudente. El diesel puesto a prueba traga unos seis litros, el líder de la gama, en gasolina, consume por debajo de los diez litros.
