Sin embargo, en el Mini Countryman más pesado y de categoría superior no es capaz de desarrollar su brío y agilidad de forma tan impresionante, por lo que a partir de octubre de 2012 el motor John Cooper Works será el encargado de propulsar el Countryman de tracción integral. El propulsor John Cooper Works (abreviado, JCW) es, en principio, el mismo que monta el Cooper S: un cuatro cilindros de 1,6 litros con inyección directa de gasolina, turbocompresor y tecnología de regulación variable de las válvulas (Valvetronic) que permite prescindir de la válvula de mariposa. Un intercooler especialmente grande y otras optimizaciones logran que este motor sea capaz de desarrollar 218 CV, es decir, 34 CV más que en el Cooper S.
Hasta 300 Nm
Si bien su potencia máxima no está disponible hasta las 6.000 revoluciones, ya a 1.900 vueltas el motor sobrealimentado genera un par motor de 280 Nm sobre el cigüeñal, manteniéndose la potencia a ese nivel hasta las 5.000 r.p.m. Entre las 2.100 y las 4.500 vueltas, y durante breves periodos de tiempo, se pueden alcanzar incluso los 300 Nm.
Esta dosis adicional de potencia no le sienta nada mal al Countryman de 1,4 toneladas de peso equipado de serie con el paquete aerodinámico, ya que hace que este cinco plazas resulte notablemente más ligero y rápido que con el motor del Cooper S. En este caso, el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h es de 7 segundos y la velocidad máxima de 225 km/h. Este propulsor de régimen elevado anima además a adoptar un tipo de conducción más dinámica y su excelente cambio manual de seis velocidades es una delicia, por lo que uno puede prescindir tranquilamente del cambio automático que ofrece Mini.
Primer JCW con tracción integral
Con el JCW Countryman por primera vez no solo está disponible un modelo John Cooper Works con cuatro puertas, sino también con tracción integral. En caso de necesidad, el diferencial central de funcionamiento electromagnético traslada hasta el 100% de la fuerza a las ruedas traseras, lo que al acelerar para salir de la curva permite aniquilar cualquier tendencia a subvirar de un Mini que, de lo contrario, funciona en modo de tracción delantera. El Countryman más potente tampoco se ve afectado por cambios de dirección provocados por el exceso de par motor sobre el eje motriz o por problemas de tracción a la hora de arrancar.
De serie, el JCW de 4,13 metros de longitud es 10 mm más bajo que sus hermanos menos potentes. Además, cuenta con un chasis deportivo con sistema de amortiguación y suspensión de reglaje más duro. Esto aporta una dosis adicional de dinámica al manejo del Mini Countryman que, pese a su estructura más elevada, resulta sumamente rápido. Y también una dosis adicional de diversión al volante. Por este motivo, incluso con las llantas de 19 pulgadas opcionales el Countryman no resulta mucho más confortable, aunque los conductores de Mini están acostumbrados a percibir de primera mano el estado del asfalto.
Atrevido y provocador
En el salpicadero encontramos además el botón Sport con el que es posible regular la respuesta del motor, la asistencia a la dirección y el sonido del conjunto. Sobre todo la dirección más dura resulta especialmente entretenida y su sonido provocativo resultado de las explosiones fallidas generadas de forma artificial al retirar el pie del acelerador y tras los cambios de marcha se ajusta a la perfección al carácter atrevido de este Mini de nivel superior.
Entre el equipamiento de serie ampliado del Mini John Cooper Works Countryman (37.800 euros) se encuentran los faros antiniebla, el sistema de aire acondicionado y una radio CD. Además, también hay disponibles tapicerías especiales para sus excelentes asientos deportivos con costuras en rojo, un detalle que también se puede observar en el volante deportivo, en la piel de la palanca de cambios y en las alfombrillas. El JCW presenta además un tacómetro y un cuentarrevoluciones exclusivos de esfera oscura.
Conclusión
Solo 34 CV más de potencia proporcionan un verdadero plus de diversión al volante. Si bien el Countryman en versión Cooper S resulta suficientemente rápido, la variante John Cooper Works arrasa con todo. Su propulsor no tiene ningún problema con la casi tonelada y media de peso del Countryman fabricado por Magna Steyr en Graz (Austria), al mismo tiempo que el chasis deportivo y la tracción integral proporcionan una mayor dinámica en curva.
Incluso el hecho de que el JCW Countryman se mantenga en contadas ocasiones fiel a la cifra de consumo homologado parece no tener la menor importancia. Este cuatro puertas resulta demasiado divertido y justifica cualquier gota de gasolina adicional que al final supere los 7,4 litros prometidos por la casa. En la práctica, su consumo se situará justo por debajo de los diez litros.