"Probar" una fuerza impetuosa era el lema con el que Mercedes-Benz ejecutó las demostraciones prácticas a pie de calle en San Francisco. Después de haber lanzado el Smart Fortwo a finales de 2007, la casa automovilística da la bienvenida al SL 65 AMG Black Series. Estos últimos modelos de la casa (vale decir el modelo mini y el modelo gigante) han conquistado la atención y el interés de los americanos residentes en la costa occidental.
Durante la carrera de prueba sobre pista, el potente SL ha dado potencia a las rueda devorando el circuito de Laguna Seca. A propósito de ruedas: bastan solamente este a la campeona de potencia SL para hacer golpe. Con neumáticos 265/35 R 19 montado delante y 325/30 R 20 montado detrás, los pasos de rueda, agrandados sensiblemente, se llenan de goma casi completamente. Tras este últimos hay extractores aerodinámicos, también ellos de las dimensiones muy generosas y particularmente estables.
Gracias a las macizas modificaciones de la carrocería, se nota todavía de más la grandeza de este coche, que regala un fuerte sentido de autonomía e independencia, diferenciándola claramente de sus "hermanas."
Óptimo sonido
También las gigantescas tomas de aire del spoiler anterior y la evolución de la escotilla fija, realizadas en fibra de carbono (CFK), son particularmente pronunciadas. Con el techo estructurado de este modo el Black Series ha vuelto a ser un SL no descapotable. Sobre la zaga se ha aplicado un alerón que se despliega automáticamente en cuanto el vehículo alcanza una velocidad mínima de 120 km/h. Mientras, en la parte baja del spoiler posterior, se han instalado dos tubo de escape de forma trapezoidal.
Estos elementos de potencia producen un rumor lleno y denso mientras el motor emite intensos sonidos EL AMG, según el fabricante, promete respetar los límites acústicos permitidos. En caso de una conducción tranquila, probablemente es cierto, pero sin embargo al ir a pleno régimen el sonido no parece exactamente respetuoso con las reglas acústicas.
El Black Series monta un motor V12-Biturbo ya conocido porque es el mismo que lleva el SL 65 AMG. En la anterior versión, la potencia es de 612 CV, mientras que en el actual modelo Mercedes ha montado un nuevo turbocompresor de sobrealimentación para albergar mayor cantidad de aire. De esta forma se consigue una reacción más viva y espontánea, así como un aumento de la potencia (que llega a los 670 cv). El par motor, elevado también en consecuencia, está limitado electrónicamente a1.000 Newtonmetros, exactamente lo mismo que ocurre en el SL 65 AMG.
El SL Black Series podría recibir ya el premio al modelo más potente nunca producido por la casa AMG. Además, muchos de los elementos metálicos han sido reemplazados por otros fabricados en fibra de carbono con la ventaja de una reducción del peso a 1.870 kilogramos (unos 250 kilos menos con respecto al SL 65 AMG estándar). Gracias a este aumento de potencia y a la reducción del peso, el tiempo de esprint ha sido reducido a menos de 4 segundos. Para alcanzar los 200 km/h harán falta 11 segundos y, como velocidad punta, el Black Series puede alcanzar los 320 km/h.
Características
Los asientos deportivos, situado en profundidad, son mucho más cómodos en la versión estadounidense que la europea. El habitáculo es completamente negro y está terminado con algunos elementos en carbono que otorgan un toque de gran lujo a la serie. Además de algunas inscripciones, los elementos distintivos del AMG también comprenden un volante deportivo especialmente manejable. Para poner en funcionamiento los 12 cilindros se puede elegir entre girar la llave o apretar un interruptor, por lo tanto basta sencillamente con posicionar el interruptor del cambio automático sobre la posición D y echar a volar. Además del modo de funcionamiento automático, el Super-SL propone otros dos modos de funcionamiento manual para la guía deportiva.
Prueba de viaje
Hemos conducido el Black Series por autopista, donde hemos notado como el chasis deportivo le permite al SL buscar la solución mejor para superar los terrenos irregulares. También la dirección es dirigida. El viaje hacia el circuito de Laguna Seca ha demostrado que el Black Series es un coche predominantemente deportivo pero capaz de moverse con aplomo sobre cualquier fondo.
Llegados al circuito nos subimos a un SL versión ECE, dotada de asientos de competición. Debido a que el circuito de Laguna Seca presenta algunas insidias y vía libre para pisar el acelerador, hemos podido experimentar las dotes de coche deportivo (pero seguro) de la última generación Mercedes.
Potente pero seguro
Además del susodicho circuito, también el Black Series solicita una particular dosis de concentración, sobre todo en curva. Ahí es donde el SL, a pesar de las optimizaciones aportadas, resulta un poco pesado. Durante la aceleración, a pesar del diferencial autoblocante, manda la alta entrega de par sobre el eje posterior con una fuerza inaudita. Un piloto experto puede concederse el lujo de viajar en curva con el ESP programado a un nivel bajo o hasta desactivado, con sorprendentes resbalones. Eso solicita en todo caso una mano precisa y un pie muy sensible a la aceleración.
Nosotros hemos preferido pensar solamente en la seguridad. También con el ESP integrado, los neumáticos posteriores tienden en algunos momentos a crujir durante la aceleración. La zaga también se deja controlar después de una danza ligeramente nerviosa y se logra mantener constantemente gracias al aparato electrónico de regulación. Cuando el ESP tiene que intervenir en curva, durante la aceleración hay en todo caso una falta de par.
En conclusión
El nombre Black Series viene a indicar lo máximo en prestigio y el top absoluto en la familia de los SL. Los valores de 670 cv y 1.000 Newtonmetro están sin duda en un listón muy elevado, incluso exagerado, como la cantidad que Mercedes pide por el Black Series (unos 300.000 euros). Sólo los aficionados a esa potencia o coleccionistas acomodados podrán tomar en consideración la posibilidad de adquirir un Black Series, limitado a 350 ejemplares. Mercedes-Benz, incluso, se atreve a decir que la adquisición de este Super-SL representa una inversión con potencial para aumentar su valor en el futuro.