En las últimas semanas, no obstante, los alemanes han llegado con refuerzos y, aparte de los recién estrenados GLC y GLC Coupé, los alemanes han ampliado el catálogo de carrocerías derivadas del Clase C añadiendo la versión coupé y esta variante cabrio a la que hemos podido subirnos. Llega en septiembre a los concesionarios. De momento solo tenemos los datos de precio correspondientes al mercado alemán (desde 42.215 euros), y analizándolo un poco, la diferencia de precio entre el nuevo Cabrio y el Coupé es de aproximadamente 7.000 euros, algo que se trasladará probablemente a los precios en España, que podrían rondar los 50.000 euros para la versión de acceso.
Este sobrecoste se explica por una cuidada capota de lona de tres capas cuyo nivel de calidad es bastante alto. Protege a la perfección de la lluvia, del viento y del ruido, dando además un aspecto fantástico al coche cuando está desplegada. Presionando un botón, la capota se recoge en tan solo 20 segundos tras los asientos, reduciendo eso sí la capacidad del maletero de 360 a 280 litros. Este volumen es más que suficiente para una escapada de un día o quizá un viaje de fin de semana, pero no mucho más. Como ocurre casi siempre en este tipo de descapotables, las plazas traseras acabarán siendo utilizadas como el maletero principal.
Bien aclimatados
La apertura de la capota es perfectamente compatible con ir calentitos en el coche. Hay un modo de climatización específico para estos momentos y el ya conocido AIRSCARF protege específicamente la zona de la cara y el cuello, con lo que la atmósfera de bienestar que se consigue es excepcional en días en los que no brilla el sol o la temperatura es excepcionalmente baja.
Entre los reposacabezas de los asientos traseros existe un deflector de viento extraíble que actúa conjuntamente con otro pequeño deflector en la parte superior del parabrisas (este último tiene como objetivo reducir la cantidad de aire que llega a las cabezas de los ocupantes. Los dos deflectores se activan automáticamente mediante un botón situado en la consola central.
Versión AMG
La gama de motores del Clase C Cabrio tiene como punto álgido el AMG C 63 S Cabrio. Estamos ante un coche de 510 cv con 700 Nm de par que genera una auténtica tormenta acústica al arrancar y cuyo murmullo de sus ocho cilindros son capaces de enamorar a cualquiera. La dinámica de conducción de este deportivo es más parecida a un coche de competición que a uno de calle, y cuenta con mil reglajes con los que entretenernos: modo deportivo, ajuste de la dirección, respuesta del acelerador, transmisión más rápida o suspensión adaptativa, entre otras cosas. En esta versión S hay, además, un diferencial en el eje trasero que aumenta notablemente la diversión del conductor.
Un hecho en contra de la deportividad es que el Cabrio pesa 125 kilos más que el Coupé. Esto es algo que pasa factura con el cronómetro en la mano pero que no limita a nivel de sensaciones.
156 cv como nivel de entrada
Dejando de lado las versiones más deportivas, el modelo de entrada a la gama es el C 180, el cual ofrece 156 cv de potencia con 250 Nm de par, cifras que le permiten conseguir una aceleración de 0 a 100 en 8,9 segundos y hacer un máximo de velocidad de 222 km/h. En cuanto a los motores diésel, el más pequeño es el de la versión C 220 D, y ofrece 170 cv a cambio de un consumo ajustadísimo de 4,5 litros. Por encima de éste, hay una versión C 250 d de 204 cv que consume tan solo una décima más.
Hay otros motores de gasolina que completan la gama, entre los cuales destacan especialmente el de 333 cv de seis cilindros que da lugar a la versión C 400, la cual viene de serie con tracción a las cuatro ruedas y puede acelerar en 5,2 segundos. Además de este, hay otro modelo AMG, el C 43 AMG, que ofrece 367 cv y una aceleración de 4,8 segundos con un consumo de combustible de 8,3 litros.
Hay un cambio automático de 9 velocidades que está disponible para la mayoría de las versiones de la gama, además de un arsenal de asistentes de seguridad y conducción, que hacen que la factura aumente con mucha facilidad al menos diez o quince mil euros.
Conclusión
Con un precio que a priori parece que será asequible, Mercedes pretende evitar que los clientes acaben decantándose por otras marcas. Los de Stuttgart han exprimido la Clase C hasta el máximo posible con siete variantes diferentes y ofrecen con este Cabrio una perfecta combinación entre el dinamismo del SLC (biplaza) y la elegancia del Clase C Coupé.
A pesar de que los motores consiguen llevar al Clase C Cabrio sobre raíles, lo cierto es que el incremento de peso de esta versión Cabrio se nota ligeramente en las inercias si nuestro objetivo va a ser el de meter el coche en circuito o exprimir sus cualidades en carreteras de montaña. En autovía, sin embargo, la calidad de conducción es excelente.