Este exitoso modelo de clase media ha logrado vender 8,5 millones de unidades en todo el mundo, una tendencia que bien podría mantenerse durante los próximos años gracias a las amplias medidas de revisión previstas. El paquete de mejoras ideado para el modelo del año 2011 incluye un consumo más reducido, multitud de sistemas de ayuda a la conducción y un habitáculo muy modernizado.
Tras más de cuatro años, la cuarta generación de la Clase C se somete, por lo tanto, a su primera remodelación en profundidad. Estéticamente la berlina más pequeña de la casa alemana se mantiene casi igual que su predecesora, aunque sí se han realizado algunos retoques, especialmente en la parte delantera, para adaptar el modelo a la nueva línea Mercedes. Además, los LED opcionales de los nuevos grupos ópticos le aportan ese plus de alta tecnología tan de moda hoy en día y su carrocería más aerodinámica tiene un aspecto más fluido.
Sin embargo, lo más destacado son los cambios que ha sufrido su interior. Lo que realmente llama la atención es la mayor calidad de las superficies de plástico tanto de la consola central como del cuadro de instrumentos. El conjunto resulta más organizado y, además, tanto a la vista como al tacto hace honor a la estética de precisión tan proclamada por la casa. Las amplias aplicaciones metálicas o realizadas en madera y fibra de carbono otorgan al habitáculo una dosis adicional de confort.
Visera fija en lugar de sistema retráctil
La pantalla del navegador opcional se encuentra ahora situada justo debajo de una visera continua que va desde el cuadro de instrumentos hasta la consola central. El volante opcional de 12 botones o la pantalla multifunción en color del cuadro de instrumentos son algunas de las novedades más destacadas. Si bien la nueva Clase C presenta una estética renovada en su interior, la posición de conducción de la versión anterior a la remodelación no resultaba ni mucho menos anticuada. Desde este punto de vista, la pantalla monocromo del cuentakilómetros o la pantalla extraíble del navegador poseían un elevado nivel cualitativo y funcional. La oferta de espacio continúa siendo la misma, es decir, amplia en los asientos delanteros y suficiente en los traseros. El maletero tiene una capacidad de 475 litros.
Con anterioridad a esta revisión la Clase C ya impresionaba por la multitud de opciones y funciones con las que contaba. Aunque esto es algo que Mercedes ha decidido mejorar aún más. En este sentido, a partir de ahora el excelente navegador Navi Comand cuenta ahora con acceso a Internet. Además de poder navegar gratuitamente en Internet (con el automóvil parado), una vez en marcha se pueden aprovechar algunos servicios especiales que Mercedes pone a disposición de sus clientes de forma virtual, tales como la información sobre el tiempo o la búsqueda de destinos en Google. Aquellos a los que este moderno navegador multimedia de más de 3.000 euros les resulte demasiado caro, ahora pueden decantarse, de forma opcional, por un sistema de navegación de Becker también integrado, cuyo precio más modesto ronda los 900 euros.
Amplio equipamiento
Además, el cliente tiene al mismo tiempo la opción de elegir entre un total de diez nuevos sistemas de ayuda a la conducción que la casa alemana ha ido incorporando a otros modelos a lo largo de los últimos diez años. A quien le resulte imposible conducir sin el asistente de luz larga en carretera o los sistemas de advertencia de cambio de carril y de control de ángulos muertos ahora también tiene la posibilidad de deleitarse en los modelos de la Clase C con la última tendencia del sector del automóvil hacia un número cada vez mayor de sistemas de ayuda a la conducción.
También el sistema de alerta por cansancio, el programador de velocidad con regulación de distancia y un sistema automático de ayuda al aparcamiento se pueden encontrar en la larga lista de extras de la nueva Clase C. Sin embargo, ninguna de estas opciones tecnológicas destaca por ser imprescindible. Aunque en conjunto suponen sin lugar a dudas una gran ayuda para el conductor y ofrecen una mayor seguridad, a la vista de la pretenciosa política de sobreprecios aplicada por la casa no sería de extrañar que muchos de los clientes de la nueva Clase C se conformaran con el equipamiento de seguridad básico que, dicho sea de paso, es muy completo.
Lo que sí resulta interesante es la solución técnica del sistema de advertencia de cambio de carril. Si observamos el funcionamiento de este sistema, por ejemplo, en el grupo VW veremos que, en caso de cambio «inadvertido» del carril, éste devuelve el coche a su trayectoria original mediante la intervención de la dirección. En cambio, el sistema utilizado por la casa Mercedes hace uso del sistema de frenos para lograr el mismo objetivo. Esto demuestra, por lo tanto, que los automóviles también se pueden dirigir mediante una frenada selectiva.
El chasis, un viejo conocido
La Clase C mantiene su famoso chasis «Agility Control». Éste sigue siendo el tren de rodaje más equilibrado de su clase y aúna confort con deportividad en línea con la tendencia característica de la casa Mercedes. Las juntas transversales se absorben con total suavidad y la amortiguación de los firmes ondulados es perfecta. En línea recta el nuevo Clase C pisa con un enorme aplomo y es silencioso como una berlina de clase superior. Por otro lado, el coche cumple de forma precisa cualquier orden direccional y su inclinación en curva es apenas perceptible.
Si bien la base de este Mercedes no tiene la misma configuración directa y agresiva que la de un BMW Serie 3, nuestro modelo de prueba estaba equipado con el paquete deportivo AMG, que ofrece adicionalmente la posibilidad de cambiar a un reglaje mucho más dinámico con tan sólo pulsar el botón «Sport». Resulta impresionante cómo en una fracción de segundo el chasis que antes resultaba tan confortable y suave ahora transmite una sensación de conducción precisa y dura y cumple todas las expectativas en cuanto a dinámica de conducción.
Sistema de arranque y parada y nueva caja 7G-Tronic
La Clase C también presenta cambios importantes en lo que a los grupos propulsores se refiere, siendo su principal objetivo de optimización el incremento de la eficiencia de los mismos. En este sentido, todos los nuevos modelos están equipados de serie con un sistema de arranque y parada que, entre otras cosas, permite despertar de nuevo el motor con un simple movimiento del volante.
Para realizar las pruebas tuvimos a nuestra disposición el nuevo Mercedes 220 CDI, modelo que nos convenció gracias a su aceptable refinamiento y a su potente empuje (170 CV y 400 Nm). El tiempo de aceleración es de 8 segundos y su velocidad máxima alcanza los 230 km/h. En este caso tuvimos la oportunidad de disfrutar del confort de la nueva caja de cambios 7G-Tronic Plus que presenta una nueva configuración con una relación de transmisión algo más larga y que resulta sumamente suave en el cambio.
Además, dependiendo del estilo de conducción este cambio automático adapta su régimen de cambio al conductor. Para aquellos con ambiciones deportivas el cambio permite reducir varias marchas a la vez al pisar a fondo el acelerador. Sin embargo, precisamente este comportamiento fue el que en ocasiones nos resultó algo molesto a la salida de las curvas. En lugar de aprovechar el potente par motor disponible a un régimen de revoluciones intermedio, el cambio reducía directamente varias marchas haciendo que el nivel de revoluciones del motor aumentarse de forma inesperada. Por este motivo la configuración de la nueva 7G-Tronic no cumplió del todo nuestras expectativas, a lo que cabe añadir que la acústica del motor de cuatro cilindros resulta algo penetrante a un régimen de revoluciones alto.
Tan sólo 4,4 litros
El problema de estos saltos de marchas casi arbitrarios desaparece con la variante manual del 220 CDI que, además, con un consumo de 4,4 litros se alza con el título de motor más eficiente de la gama de motorizaciones que la Clase C pone a nuestra disposición. En el momento del lanzamiento al mercado de la cuarta generación de la Clase C el consumo de combustible del 220 CDI era todavía de 5,9 litros. Sin embargo, es posible que el consumo homologado de 4,4 litros sea más bien teórico y la realidad arroje cifras que rodarán más bien los siete litros.
Sin embargo, si bien en el caso de los modelos de motorización similar de la competencia también tenemos que contar con un incremento similar, al menos en comparación con estos el consumo homologado del 220 CDI se ha logrado mantener a un nivel más bajo. BMW cifra el consumo de la versión manual del 320d en 4,7 litros y con cambio automático incluso en 5,3 litros. De esta forma, al menos en el banco de pruebas el 220 CDI se muestra entre 0,3 y 0,5 litros más eficiente que su competidor procedente de Munich.
Nuevo motor diésel básico
La Clase C cuenta con una motorización nueva: el 180 CDI. En circunstancias óptimas parece conformarse con tan sólo 4,8 litros a los 100 km/h, aunque con 120 CV y un par motor de 300 Nm no desatará locuras. En términos de precio este modelo traza, junto con el modelo C 180 de gasolina, la línea inferior de acceso a la gama. Para acceder a un nuevo Clase C será necesario desembolsar al menos 31.400 euros, es decir unos 3.000 euros más que la última Clase C presentada hace ya cuatro años.
Y pese a tener un precio bastante imponente, la versión básica del nuevo Clase C se presenta con un equipamiento que sigue siendo más bien espartano. Aunque no es necesario encargar todas las opciones y nuevos sistemas de ayuda a la conducción, los que deseen disfrutar de la variante que nosotros tuvimos el placer de conducir, el 220 CDI con un equipamiento más o menos acorde a nuestros tiempos, tendrá que hacer frente a un precio que se acerca a los 50.000 euros. Con todo, éste todavía estaría bastante alejado de un Clase C completamente equipado.
Conclusión
La Clase C ha experimentado muchos cambios y Mercedes ha logrado una vez más aumentar notablemente el atractivo de su superventas. Las modificaciones realizadas en el interior han sido especialmente numerosas y su éxito es evidente. Estos cambios permiten a la nueva Clase C ofrecer un aspecto más moderno y acogedor e incluso los más críticos han de reconocer que el valor de este habitáculo renovado ya está acorde con el segmento en el que se encuadra.
Otro punto fuerte son unos propulsores más eficientes que, gracias entre otras cosas al sistema de arranque y parada y a sus excelentes prestaciones, logran reducir una vez más el consumo. Según el fabricante, en condiciones óptimas el modelo 220 CDI de 170 CV consume tan sólo 4,4 litros a los 100 km.
Finalmente, Mercedes ha introducido una gran dosis de tecnología en la nueva Clase C y, sobre todo, muchos sistemas de ayuda a la conducción nuevos. La mayoría de estos extras opcionales no son imprescindibles e incrementan aún más si cabe el ya de por sí elevado precio de esta berlina. Sin embargo, quienes puedan permitirse estas inversiones adicionales en su Clase C, gracias a la nueva tecnología incorporada tendrán la oportunidad de conducir de forma más relajada y segura.