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Primer contacto: Mercedes-AMG GT4 Coupé – Aspirante al trono

Con las miras puestas en el Porsche Panamera, Mercedes-AMG pone ya en circulación el que es su tercer modelo de desarrollo propio.

Con un diseño cautivador, un habitáculo sugerente a la par que práctico y, sobre todo, un conjunto mecánico que alcanza los 639 CV con ciertos detalles heredados del mundo de la competición, el AMG GT4 Coupé es capaz de lograr todo lo que se proponga. Nosotros lo hemos conducido por primera vez. El Panamera no solo supuso un hito para Porsche, sino también para el sector. Tras él, muchos han sido las marcas que han intentado ‘heredar’ su concepto de deportividad y elegancia. Sin embargo, a día de hoy, solo una ha sido capaz de acercarse: Mercedes-AMG. La división deportiva de la firma de Stuttgart nos presenta su tercer modelo desarrollado íntegramente con ellos, con el objetivo de arrebatar clientes a su vecino.

El protagonista, el AMG GT4 Coupé. Un vehículo que impone estéticamente pero que ni comparte la plataforma del AMG GT biplaza, ni tiene cuatro puertas (alguien se olvidó de contar el portón trasero), ni su línea es puramente la de un cupé. Respecto al primer punto, decir que su base es una evolución de la que emplea el actual CLS, pero pertinentemente modificada para soportar todo el carácter de esta bestia del asfalto.

Descomunal

Porque ese es el calificativo que mejor define a este AMG GT4 Coupé, más aún si tienes la fortuna de contemplar, como nosotros, la que será la versión más prestacional de toda la gama: el 63 S 4MATIC+ de 639 CV de potencia de los que más tarde hablaremos.

No obstante, independientemente de cuál elijas, lo cierto es que los diseñadores alemanes han sabido perfilar un modelo escultural, y aunque sobre el papel cifre 5,05 metros de largo, cuando lo tienes frente a tus ojos, sus proporciones parecen incluso inferiores. El causante, una zaga excesivamente redondeada que, como suele pasar en los copches más atrevidos, enamorará a unos y horrorizará a otros. Si tenemos que ser francos, estamos un poco más cerca de los segundos.

Por suerte, dado que pocos serán los que consigan aguantarnos el ritmo, lo que más se verá será el frontal. Aquí, los dibujantes alemanes sí consiguen impresionarnos. El AMG GT4 Coupé hace gala de un morro que sí sigue la línea de diseño de la familia AMG GT, con un capó alargado o una parrilla ancha y voluptuosa situada algo más arriba que en el biplaza como consecuencia de montar unas tomas de aire más anchas que las de su hermano, incluyendo una parrilla inferior activa que abre y cierra sus lamas en función de la demanda aerodinámica.

El conjunto se completa con unas llantas que van desde las 19 hasta las 21 pulgadas, con unas ventanillas sin marco, faldones más anchos (exclusivos de los motores V8), un difusor doble trasero o un alerón posterior retráctil con una cuatro posiciones de inclinación (desde 65 hasta 172 mm) que mejoran el flujo o la carga aerodinámica.

Casi una limusina

En el habitáculo, si los diseñadores Mercedes-AMG buscaban sorprender lo han conseguido. Pero más que por la línea del modelo, por las opciones de personalización que atesora. Nuestra unidad de test iba equipada con un llamativo tono rojo que contrastaba a la perfección con la pintura mate del exterior. Los asientos Perfomrnace de tipo bacquet evocan ese espíritu deportivo del que hace gala el modelo.

No obstante, este AMG GT4 ha sido concebido como un Gran Turismo y de ahí que ofrezca un espacio interno excepcional. Apoyado sobre una batalla de 2,95 metros, quienes ocupen los asientos traseros gozarán de una amplitud notabilísima, tanto a la altura de las rodillas como de la cabeza, permitiendo que un ocupante de 1,85 metros viaje sin problemas.

Comercialmente hablando, existen tres propuestas de asientos. De serie, el AMG GT4 Coupé está configurado para cuatro ocupantes, con dos butacas individuales. Opcionalmente se puede pedir una butaca corrida, que suma un tercer reposacabezas y que resulta útil siempre y cuando quien ocupe dicha plaza no vaya a pasar mucho tiempo en ella. Otra opción es mejorar los dos asientos traseros incluyendo regulación en inclinación y mejorando el confort general.

Para terminar con la habitabilidad, decir que este AMG GT4 Coupé goza de 456 litros de maletero, que resultan suficientes para llevar todos nuestros enseres. Capacidad que se puede ampliar hasta los 1.324 litros en el caso de las cinco plazas abatiendo los respaldos traseros. Un maletero que engaña a la vista por ser más grande de lo que aparenta y que sería perfecto si, por temas de diseño, su boca de carga no estuviera colocada a una altura excesiva.

Imagen de marca

En el puesto de conducción, este AMG GT4 Coupé mezcla soluciones ya vistas en otros modelos, como la doble pantalla central de 12,3 pulgadas heredada de los Clase S y Clase E, por ejemplo, con otras inéditas de las que se beneficiará el resto de modelos AMG GT. Nos referimos, por un lado, al nuevo touchpad táctil que nos permite manejar los menús de la pantalla central y, por otro, a los nuevos botones pseudo capacitivos colocados en la propia consola central y en el volante.

A destacar estos últimos ya que los de la consola central son similares a los que montaban los AMG GT de dos plazas pero con la diferencia de estar retroiluminados mediante una pequeña pantalla. Desde ellos se puede cambar el modo de conducción, el sonido del escape, el ángulo del alerón, la dureza de la suspensión, el Star&Stop o el volumen de la radio. Consola central que, por cierto, rodea a un pomo del cambio situado demasiado atrás (como en los biplaza).

Volviendo a los comandos del volante, bajo los táctiles capacitivos situados en los radios centrales (heredados de nuevo del CLS o Clase S) se encuentran, a cada lado dos diales. El de la derecha es similar al que emplea Porsche en sus modelos, permitiéndonos cambiar de modo de conducción; mientras que el de la izquierda nos permite modificar los mismos parámetros que en la consola central. Hay quien piense que puede resultar útil para no apartar la vista de la carretera, pero lo cierto es que en esta breve toma de contacto no conseguimos hacernos con ellos y nuestros ojos estaban más tiempo posados en ellos que en la vía. Será cuestión de acostumbrarse…

Prodigioso

Dando el salto al apartado mecánico, este AMG GT4 Coupé hace honor a sus siglas y nos propone tres opciones enfocadas a la deportividad. Por un lado está la versión de acceso, 53 4MATIC+, con el nuevo motor de seis cilindros en línea, 3.0 litros y 435 CV asociado a la tecnología EQ Boost (que aporta una batería de 48 V adicional y, lo más importante, la etiqueta ECO). Se combina con la caja de cambios automática con convertidor de par AMG Speedshift de 9 velocidades y a la tracción total 4MATIC+.

Por encima, se sitúan ya los V8 biturbo de 4.0 litros de 585 CV (63 4MATIC+) y 639 CV (63 S 4MATIC+), siendo este último el pata negra de la gama y el protagonista del test realizado por Madrid. En este caso, la caja de cambios también es automática de nueve relaciones, aunque con embrague multidisco húmedo (Speedshift MCT AMG) con un tacto más deportivo.

Técnicamente hablando, daría para escribir una saga más extensa incluso que la de Harry Potter, por lo que destacamos, además de la comentada tracción total 4MATIC+, elementos como el eje trasero direccional, el diferencial autoblocante electrónico trasero, la suspensión neumática AMG Ride Control (de serie en los V8 y opcional el 53) o el AMG Dynamics.

Este sistema integrado de control de la estabilidad influye en la estrategia de regulación del ESP, de la tracción, de la dirección del eje trasero y del diferencial autoblocante. Con ello se incrementa la agilidad, manteniéndose la máxima estabilidad. Además, el comentado selector de modos Dynamic Select ofrece un modo RACE específico para el 63 S 4MATIC+ en el que se incluye una función deonominada Drift Mode que permite convertirlo en un ‘todo atrás’ y mandar los 639 CV directamente al eje posterior o el denominado AMG Dynamics, un sistema de

Bestial

A falta de poder probarlo en un entorno más natural como es el circuito, los pocos kilómetros que pudimos realizar con la versión 63 S 4MATIC+ del AMG GT4 Coupé nos sirvieron para comprobar que este Mercedes es una auténtica bestia. Si bien el sonido proveniente del conjunto motor-escape nos dejó algo fríos (incluso con los modos Sport+ o RACE activados), bastó un simple acelerón para demostrarnos de lo que es capaz.

Hablamos de un paso de 0 a 100 km/h de solo 3,2 segundos y de una punta de 315 km/h, cifras que adquieren más valor si tenemos en cuenta su tamaño y, sobre todo, su peso (2.120 kg en nuestra unidad). Como decimos, la toma de contacto fue bastante breve, pero las reviradas carreteras de la Comunidad de Madrid nos sirvieron para comprobar que este AMG GT4 Coupé se agarra al asfalto como una lapa.

Una vez hemos superado el shock de la aceleración, tocaba ver cómo se comportaba en curva. La unión de todos los sistemas antes descritos le convierte en un vehículo mucho más ágil de lo que a simple vista registra.

Se le nota pesadete en algunos giros pero la dirección y, sobre todo, el eje trasero direccional son lo suficientemente precisos para apurar la curva hasta el último instante y entrar con convicción en el vértice. Como es obvio, no pudimos hacer uso del modo RACE y ni, mucho menos, de la función Drift Mode para comprobar si resulta tan sobrevirador como el cupé cuando se desconectan todos los controles. Habrá que esperar pues a tenerlo más tiempo para gozarlo como se lo merece.

En tramos de vía rápida, este AMG GT4 Coupé se comporta como un Gran Turismo al uso: cómodo, silencioso y hasta ahorrador. Parte de culpa la tiene el sistema de desconexión de cilindros que desconecta cuatro de los ocho para reducir el consumo. Por último, decir que los frenos cerámicos se convierten en el complemento perfecto y casi necesario a la hora de completar este modelo.

Un vehículo que, por desgracia, no será apto para todo el mundo. Ataviado con un amplio equipamiento de serie pero personalizable hasta cotas insospechadas, los precios del AMG GT4 Coupé arrancan en los 135.700 € para la versión 53 4MATIC+, continúan en los 176.200 € del 63 4MATIC+ y finalizan en los 195.500 € de nuestro 63 S 4MATIC+. En este caso, puede que Mercedes-AMG no haya sido la pionera en el segmento, pero a buen seguro que conseguirá que muchos de los clientes que miraban con buenos ojos al Panamera, se paren un momento para contemplar un modelo que está llamado a complicarle la existencia a su vecino.  

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