Novedad: este Daimler-baby trae consigo la versión ecológica A 160 CDI Blue Efficiency. Ingenios tecnológicos hay para todos los gustos. Sistema de aparcamiento automático, entrada de voz, luces de freno parpadeante, alumbrado de emergencia, consumo de 4,5 litros y función start/stop. ¿Le suena? Seguro que sí. Si bien, todavía no para la clase A de Mercedes. Pues ahora, estas funciones también son novedad para la categoría de vehículos "de menos de cuatro metros".
El coche también vigila
El sistema de aparcamiento automático de Mercedes es similar al de Toyota, Volkswagen y Audi. Si un coche de la Clase A se desplaza a una velocidad máxima de 35 km/h al circular junto a una serie de vehículos aparcados en fila y los sensores ultrasónicos laterales detectan un hueco que tenga una "longitud extra", de al menos 1,30 metros, aparecerá una "P" con una flecha en el display del panel de instrumentos. Este avisará: ¡aquí quepo yo! Detenerse ipso facto, confirmar la intención de aparcar con la flecha ascendente en el volante multifuncional, meter la marcha atrás y ¡avanti! Pisar el acelerador, frenar y, dado el caso, cambiar de marcha tiene que hacerlo el propio piloto; de maniobrar y de mirar, incluso a ambos lados, se encarga el Clase A gracias a su sistema de ultrasonido. Funciona: el asistente de aparcamiento gozará de gran aceptación. Razón: por apenas 800 euros, su precio viene a ser el de un simple avisador de aparcamiento en la parte delantera y trasera.
Hablador
La segunda novedad cuesta unos contundentes 3.400 euros, se llama Command APS y es un sistema de navegación de disco duro. Puede reproducir DVDs, telefonear, escuchar y entender. Linguatronic es el nombre que recibe el sistema de entrada de voz integrado. Basta con tirar levemente de la palanca de mando situada en la columna de dirección para poder "desahogarse hablando" con el sistema. Ya se trate de introducir direcciones, números de teléfono o emisoras de radio: ¡esta "dama" entiende hasta el dialecto!
Otra novedad que ofrece Mercedes en la Clase A son las luces de freno con destellos y el alumbrado de emergencia. Ambas están destinadas a incrementar la seguridad, según las buenas formas tradicionales de Mercedes. En caso de una fuerte frenada, las luces de freno dejan encenderse de forma constante, pasando a emitir destellos. Aumenta su capacidad de llamar la atención, informando con mayor rapidez al tráfico que le sigue de la magnitud de la maniobra de frenado. Si de todos modos se produjera un accidente, se encenderá automáticamente el alumbrado interior a partir de una cierta gravedad para facilitar la orientación y las tareas de salvamento en la oscuridad.
Blue Efficiency
Como es lógico, los ingenieros también han puesto a punto con esmero sus motores. Los datos indican 4,5 litros para la clase A, la categoría con el consumo más bajo hasta la fecha. De este modo, el A 160 CDI Blue Efficiency de 82 CV consume 0,9 litros menos que su predecesor A 160 CDI, también de 82 CV. Así, 0,5 litros van por cuenta de las modificaciones interiores del motor y otros 0,4 litros corren a cargo de las medidas Blue-Efficiency introducidas.
El paquete Blue-Efficiency cuesta alrededor de 250 euros e incluye, entre otros, neumáticos que van como la seda, una altura rebajada del vehículo, un frontal casi hermético, así como alimentación "inteligente" de tensión para el sistema electrónico de a bordo. Además, el peso se ha reducido en unos 20 kilogramos. Solo falta una recomendación para cuando cambiar las marchas. El compromiso con el medio ambiente de la Clase A queda puesto de relieve por un gran número de detalles adicionales. Así, algunos componentes están formados por materias primas regenerativas como el algodón, el lino, el coco y, por ejemplo, enchapado de madera. Por cierto, el 95 por ciento de los vehículos de la Clase A son completamente reciclables.
Con tanta conciencia ecológica no cabe esperar demasiado de sus atributos en cuanto a conducción dinámica. El Blue Efficiency invita más bien a desplazarse impasibles. Esto tiene poco que ver con el placer de conducir, aunque el chasis rebajado se perciba sumamente deportivo. Tras un prolongado arranque se puede convencer al gruñón de 82 CV para que "supere" la marca de los 170. El sprint a los 100 km/h no debería ser designado como tal: hasta que se consigue, transcurren 15 segundos o, lo que es lo mismo, una eternidad.
Pero, para un ecologista todo son ventajas y seguro que consigue un huequito en el carril derecho de la autopista con el tacómetro a 120 y se alegrará de poder recorrer unos sobrados 1.000 kilómetros sin repostar. Quien no repare tanto en la eficiencia puede seguir dotando a su Clase A de hasta 193 CV Turbo, ya que no se ha realizado ninguna modificación en la oferta de motores.
Blue Efficiency también en gasolina
Ya que debido al aumento de precios en los combustibles, el modelo autoignición solo sigue siendo rentable para quien pase mucho tiempo en la carretera, Mercedes ha optado por el camino correcto. Así pues, la tecnología Blue-Efficiency también está disponible para el A 150 y el A 170. Con estos modelos de gasolina, los ingenieros de Stuttgart también ofrecen de manera opcional incluso la función start/stop. La función de este sistema de ahorro de gasolina, incorporado más tarde a las versiones diesel, apaga el motor en cuanto se desembraga y se deja el pie un rato sobre el pedal del freno. Si se suelta el pedal o se mete una marcha, el motor de gasolina arranca al instante. Esta tecnología actúa a temperaturas exteriores entre cero y treinta grados centígrados poco después del arranque en frío.
Prácticamente sin novedades en el frente
Así pues, se han realizado pocos cambios en el exterior. Quien no se tope de frente con ellas, no verá las diferencias. He aquí las características: En el frontal se han modificado los faros y el parachoques; los retrovisores han sido dotados de un par de ángulos y aristas, ofreciendo ahora un mejor campo de visión. Los diseñadores adaptaron el parachoques del portón trasero a los tiempos modernos e integraron los pilotos traseros en los costados de la zaga. Un amplio listón cromado facilita de inmediato la apertura del portón trasero.
En el habitáculo de las versiones de dos y cuatro puertas existen novedades discretas. Los tapizados de los asientos presentan un nuevo diseño y dan la sensación de mayor calidad. Se recomienda el paquete de confort para los asientos (equipamiento de serie en Avantgarde y Elegance). Consta de ajuste de la inclinación de la banqueta, apoyo lumbar y regulación en altura para el asiento del acompañante. Otra "belleza" incorporada es la tela del revestimiento superior de las puertas, que denota un acabado de calidad y da una agradable sensación de suavidad.
La lista Mercedes
Un tema delicado en el caso de los fabricantes de automóviles de Stuttgart es la lista de equipamiento. Así pues, en la Clase A (que sigue disponible en tres líneas de equipamiento) no se echa nada en falta de forma manifiesta; no obstante, resulta desapropiado el recargo por una columna de dirección regulable en longitud. De igual modo, en la categoría por encima de los 18.000 euros deberían incluirse en el repertorio estándar los airbags de las ventanas. Mercedes pide 274 euros por ellos. La clase A más económica es el A 150 Coupé con 95 CV por 18.350 euros. El motor tope de gama es el A 200 Turbo automático con 193 CV a partir de 31.170 euros.
En resumen
Positivo pero nada del otro mundo, este es el juicio que merece la renovada Clase A. Los cambios estéticos son discretos y los técnicos, profundos. Ahora bien, unas innovaciones profusas hay que pagarlas aparte. Y con un precio por el vehículo de unos sobrados 18.000 euros, ¿quién está dispuesto a soltar otros 3.450 por el sistema de navegación? La tecnología Blue-Efficiency suena alentadora. Se logra ahorrar combustible recurriendo a medios sencillos. Tanto en la versión diésel como en la de gasolina, que volverá a ir cobrando mayor importancia en el futuro.