Al modelo clásico se le añade la parte trasera aerodinámica, en versión hatchback de cinco puertas y la tan demandada versión familiar. Al fin y al cabo, Mazda estima que un 70% de los clientes alemanes optarán por el nuevo Mazda 6 en versión familiar. El 53% de estos compradores se decidirá además por el motor diesel commonrail de 2 litros perfeccionado en la gama de los "6". Y es precisamente este modelo el que hemos conducido por ustedes, queridos lectores.
Por empezar, la cubierta para la zona de carga es genial.
Concentrémonos luego en el portón trasero de este familiar de bella figura. Al abrir el portón trasero, la cubierta se desplaza elegantemente hacia arriba, lo que facilita en gran manera la carga de sus 519 litros de volumen (hasta el borde inferior de la ventana). Además, dicha cubierta elevada protege el habitáculo contra el viento. Al volver a cerrar el portón, la cubierta baja de forma automática. Inconveniente del sistema: el desmontaje resulta complicado.
Un gran portón puede llegar a tragar mucho...
... aunque aquí no se acaban los milagros. Así pues, el banco trasero puede abatirse con tan solo apretar una palanca, permitiendo seguir cargando. Al tirar de las palancas integradas en el maletero, tanto en el lateral derecho como en el izquierdo, se abate el banco trasero. Los asientos y los respaldos se deslizan con suavidad algunos centímetros y desaparecen, creando una zona de carga de 1.751 litros con suelo perfectamente liso. Este mecanismo de plegado funciona perfectamente.
Amplio espacio para pasajeros
El nuevo 6 Sport Kombi también ofrece un amplio espacio para pasajeros en los asientos traseros. En comparación con su antecesor, ofrece uno 20 milímetros más de espacio para las rodillas. Así pues, no habrá quejas por falta de espacio ni delante ni detrás. De algún modo deben evidenciarse los 4,76 metros de longitud exterior.
Si bien nos sorprende su excelente oferta de espacio, también nos decepciona, en parte, la falta de detalles en su acabado interior. Los materiales de la palanca de cambio y los tiradores de la puerta parecen algo baratos. Los expulsores de aire laterales al estilo del Dacia Logan no hacen juego con el resto del salpicadero. También digno de mejorar: en algunos modos de visualización del ordenador de a bordo no puede verse la hora. Por el contrario, cabe resaltar el bello diseño del panel de instrumentos acolchado de alta calidad, así como la clara división y organización de la consola central para la radio y el sistema de navegación.
Asiento con poco apoyo
Las características de los asientos en el Mazda 6 ponen de manifiesto el hecho de que los japoneses sean, en promedio, más pequeños que los europeos. El asiento delantero no ofrece espacio suficiente para los muslos y cuenta con escaso apoyo lateral. A lo que se añade el inconveniente del cuero liso no transpirable. Los asientos de tela que también hemos puesto a prueba ofrecen mejores prestaciones. Son más rígidos, antideslizantes, parecen de mejor calidad y son además más económicos. Otra deficiencia: el insuficiente margen de ajuste de los reposacabezas traseros.
Nuevo diesel
El nuevo motor diesel fue especialmente diseñado para los clientes europeos. Mientras que los motores diesel no adquieren importancia en el mercado japonés, en Europa resultan imprescindibles.
Con la versión familiar se estrena en todas las variantes del Mazda 6 el motor diesel commonrail de 2 litros perfeccionado. Como cabía esperar, cuenta con 140 CV y ofrece un par motor de 330 newtonmetros. La autoignición pone al Mazda 6 a 100 kn/h en 10,9 segundos. Si la aguja del cuentarevoluciones supera las 1.800 revoluciones, el motor de cuatro cilindros funciona sin restos de combustión y de forma homogénea hasta la siguiente velocidad.
A destacar: este motor, fabricado por la propia Mazda, responde a los golpes de pedal con un ruidillo típico de un diesel de "otros tiempos". La propulsión recuerda a los TDI con bomba de inyección de Volkswagen. En aquellos motores, el lema era (y sigue siendo) "ruidoso pero ahorrativo". Así pues, el Mazda también se deja oír con fuerza y consume poco diesel. Se las arregla para consumir tan sólo 5,7 litros cada 100 kilómetros. No está nada mal para un vehículo que pesa al menos 1.470 kg, unos 40 kg por debajo de su antecesor. El excelente coeficiente aerodinámico contribuye a que sea tan ahorrativo. Un 0,28 se gana nuestra admiración. Un agradable efecto secundario: el ruido del viento se mantiene en un agradable segundo plano incluso a velocidad de autopista.
Todo un placer cambiar de marcha...
La versión familiar diesel cuenta con seis marchas que se cambian exclusivamente de forma manual. ¡Todo un disfrute el Mazda 6! Pocas veces se ve un cambio de marchas tan preciso y suave, todo un placer vaya. Cada una de las marchas responde con un "clac" al activarse. Así deben funcionar las cajas de cambio.
...la amortiguación no es lo que tendría que ser
Hablando claro: no tenemos nada en contra de un chasis deportivo bien equilibrado. La cosa cambia cuando nos toca hablar de un durísimo carruaje familiar como el Mazda 6.
Bueno vale, hay que decir que el coche de prueba llevaba llantas de aluminio de 18 pulgadas con neumáticos 225/45. Nuestro consejo: elegir alternativas de 17 pulgadas. No obstante, los ingenieros se tomaron al pie de la letra el término "deportivo". El resultado se tradujo en una clara descompensación. Cualquier grieta, bache u otra irregularidad de la calzada nos sacude con un molesto golpe seco. Por colmo, toma las curvas con un desequilibrio claramente visible y perceptible. La etapa de presión es demasiado dura y la de tracción demasiado blanda. Al ir todo ello combinado con una adaptación de amortiguador/resorte se acaba con el último resto de bienestar en la conducción.
Comportamiento en ruta a prueba de errores
Todo lo anteriormente mencionado, sin embargo, no afecta en absoluto a su excelente comportamiento en ruta. Incluso con el programa de estabilidad desactivado (DSC de serie) el eje delantero hace su trabajo a la perfección, sin provocar situaciones comprometidas. La servodirección de cremallera asistida de forma electrónica es lo suficientemente precisa, a pesar de que transmite una sensación algo sintética en torno a la posición central. Otro inconveniente de las 18 pulgadas: el radio de giro con 11,8 metros es 40 centímetros más amplio que con ruedas más pequeñas. El sistema de frenos funciona de forma correcta y fiable. En la parte delantera se han montado discos con ventilación interior y un diámetro de 299 milímetros, mientras que en la parte trasera se han incorporado modelos rígidos en formato 280.
Mucho por un precio razonable
El nuevo Mazda 6 es mucho coche para lo que cuesta. El Wagon puede adquirirse en la versión "Active" a partir de 24.750 euros. Incluye, entre otros, seis airbags, sistema ESP, radio con CD con conexión AUX, llantas de aluminio de 17 pulgadas, bluetooth y climatizador dual. La versión "Luxury" ofrece además far, ordenador de a bordos de doble xenon, equipo BOSE de 8 altavoces y llantas de aluminio de 18 pulgadas.
En resumen
A pesar de que se han aumentado sus dimensiones, el nuevo Mazda 6 pesa unos 40 kilos menos que su antecesor. Un logro digno de elogio que debe sentar precedentes. La recompensa se obtiene gracias a un consumo normalizado de tan sólo 5,7 litros en el 2.0 CRTD. La versión familiar se basta y se sobra con su motor diesel de 140 CV y sonido inconfundible, impulsado por el cambio de seis marchas. Se está preparando una versión diesel de 170 CV de potencia para finales de año.
