El diseñador garantiza la eficacia gracias a un peso reducido, un uso eficaz de los materiales, así como un rendimiento óptimo del combustible quemado dentro del motor.» Así es como, en 1975, el jefe de desarrollo de la marca Lotus, Tony Rodd, describía los valores fundamentales de los vehículos de la casa. Desde entonces, los ingenieros de Hethel están comprometidos con estos principios y, sin perderlos de vista, con el nuevo Elise de 2011 han logrado llevar la idea de la eficacia a la máxima expresión.
El corazón
Para poder aumentar considerablemente el nivel de eficacia del Elise, se han montado un nuevo motor y una nueva caja de cambios y también se ha mejorado la aerodinámica de una carrocería que ha sido sometida a una renovación estética. El motor de gasolina de 1,6 litros procedente de la casa Toyota sustituye al motor de 1,8 litros utilizado hasta la fecha. No obstante, el sistema de control del motor es de la casa y, gracias a él, vemos cómo es posible sacarle incluso un cuanto más a este cuatro cilindros. La nueva caja de cambios manual dispone además de seis marchas, en lugar de las cinco con las que contaba hasta ahora, teniendo en cuenta que la sexta marcha presenta una relación de transmisión relativamente larga. A pesar de que las prestaciones y el rendimiento del motor son similares a los de su predecesor, el consumo se ha reducido en gran medida: de 8,6 litros a 6,3 litros de gasolina a los 100 km.
La experiencia de conducción
Pese a este consumo sumamente bajo, el nuevo Elise ofrece dinamismo de conducción al más alto nivel. Con 136 CV, en realidad uno esperaría una propulsión más bien contenida y, sin embargo, el pequeño Lotus es un deportivo muy ágil y con un fuerte arranque. Este tracción trasera de dos puertas se muestra voraz al toque del acelerador y su motor de cuatro cilindros es capaz de desplazar sus 900 kg de peso de 0 a 100 km/h en tan sólo 6,5 segundos.
El desarrollo de la potencia del motor de gasolina es muy homogéneo, llegando casi hasta las 7.000 vueltas. El motor se muestra especialmente vivo en torno a las 4.000 revoluciones, momento en el que se registra el par motor máximo de 160 Nm. ¿Y el sonido? El Elise no se tiene que preocupar de los golpeteos y zumbidos habituales de todos los deportivos, ya que no existen. En lo que respecta al sonido del motor, la comparación con un tocayo resulta obvia, concretamente el «Elise azul» con su acústica típica de un motor de gasolina.
El lugar perfecto para disfrutar del pequeño Lotus es una carretera convencional con muchas curvas. En éstas se encuentra realmente en su elemento y se muestra sin tapujos, directo, preciso, sin la menor inclinación lateral y absolutamente a prueba de torsión. Frenar justo antes de entrar en la curva, girar suavemente, reducir la marcha y salir de nuevo con el máximo impulso en dirección a la recta. Esto es algo que funciona a la perfección. ¿Es también sinónimo de inseguridades o chirrido de neumáticos? En ningún caso. Los Yokohama Advan Neova ofrecen una excelente adherencia, mientras los frenos ABS se muestran perfectamente dosificables, reaccionan de forma espontánea y responden con fuerza.
En ocasiones, la parte trasera tiende a sobrevirar ligeramente, aunque sólo en el momento de acelerar para salir de curvas muy estrechas. Pero, por lo demás, este dos puertas se mantiene bien asentado y seguro sobre el asfalto. Gracias al poco peso que recae sobre el eje delantero, el comportamiento en viraje, sin ningún tipo de ayuda por parte del servo, es directo y neutral. Las maniobras con el Elise es lo único que puede llegar a acabar con nuestros nervios.
No obstante, el Elise también resulta apto como vehículo urbano para aquellos propietarios ávidos de conseguir respeto y prestigio. Gracias a su estilo refinado y a las nuevas luces de conducción diurna e intermitentes tipo LED, este roadster de capota blanda es aún más atractivo y continuará acaparando todas las miradas. A pesar de que el modelo Elise ya está algo entrado en años, en ningún caso parece anticuado.
Los largos desplazamientos por autopista tampoco son para el Elise, ya que el conductor deberá mostrar una elevada dosis de tenacidad y resistencia. El confort no es el punto fuerte de este modelo británico, aunque por primera vez podremos disfrutar del Tempomat de forma opcional. A la vista de los 204 km/h de velocidad máxima que alcanza, resultará difícil deshacerse de los TDI del segmento del Golf, algo que sí será posible en trayectos más sinuosos. Sin embargo, en el plano de dinámica longitudinal, al menos el modelo de 2011 nos ofrece los potentes Elise R y Elise SC, con 192 y 220 CV, respectivamente. Éste último alcanza los 100 km/h en 4,6 segundos y su velocidad máxima es de 233 km/h.
El precio
Para el modelo de 2011 Lotus ha elevado ligeramente el precio del Elise, situándolo en la barrera de los 41.000 euros. Los que soliciten algunos extras llegarán sin el menor esfuerzo a los 44.000 euros. Se trata, sin duda, de una gran cantidad de dinero para un vehículo tan austero y tan poco apto para su uso en el día a día. Por otro lado, lo que su propietario obtiene a cambio es una gran dosis de dinamismo con un consumo reducido, mucho prestigio y un valor especialmente alto.
La conclusión
La operación de lavado de cara del nuevo Elise previsto para 2011 nos convence gracias a todos sus detalles. En el apartado estético, el Elise ha ganado mucho y, además, el nuevo motor 1.6 es todo fuerza. Este pequeño cuatro cilindros tiene un rendimiento dinámico que entusiasma hasta a los conductores más exigentes y, pese a sus buenas prestaciones, el consumo de combustible es notablemente bajo. Por lo tanto, la nueva versión básica se orienta, de forma especialmente consecuente, a la doctrina de Lotus y, gracias a ello, se puede considerar el Elise más auténtico de todos los tiempos.
