El LS 600 h es el híbrido más potente y ya se ha convertido en la estrella polar del resto de marcas: una referencia a seguir para alcanzar la etiqueta de “altamente sofisticado”… La carrera por conseguir el híbrido perfecto se está convirtiendo hoy en día en algo similar a llegar a la luna. En realidad, no sirve para nada, pero casi todos se pelean por ser los primeros en hacerlo. Desde luego, Lexus sigue marcando una diferencia aplastante porque es capaz distanciarse de esta manera casi sin despeinarse.
El Lexus LS 600 h L President es un coche capaz de satisfacer con creces a aquellos bolsillos capaces de desembolsar 143.000 euros y que no quieran necesariamente conducirlo. La explicación es sencilla: hay pocos coches en los que se disfrute tanto o más en la parte trasera que colocados en el volante. No es ninguna broma. De hecho, el LS 600 h L ya ha recibido en su corta vida bastantes reconocimientos por parte del colectivo de los chóferes.
Fingida sofisticación
Que un coche cuente con la tecnología detallada en este artículo no quiere decir en absoluto que debamos hacer cursos de conducción antes de comprárnoslo. De hecho, la mayor parte de ella está centrada en la seguridad y en el confort, y eso que mecánicamente es uno de los más avanzados.
A priori, lo que más caracteriza a este coche son los 445 cv que pueden generar sus dos motores, una tracción total permanente y la transmisión híbrida de dos etapas. Es importante distinguirlo frente al resto de la gama de híbridos porque el funcionamiento del LS 600 h es diferente: se mueve con dos motores (uno eléctrico y otro térmico) con un diferencial Torsen aplicado a los dos ejes permanentemente. En el GS 450 h la tracción es delantera y en el RX 400 h la fuerza en el eje trasero la aplica uno de sus dos motores eléctricos. El reparto de fuerza está configurado para actuar con más presencia sobre el eje trasero (40:60) aunque según las condiciones puede llegar desde el 50:50 al 30:70.
Sensaciones al volante
El LS 600 h L no es un coche ágil pero tampoco pretende serlo. Sus puntos fuertes son la escasa sonoridad que llega al habitáculo, el confort de rodadura y el sobrado equipamiento de lujo que incorpora. Es probablemente el coche más silencioso al que nos hemos subido por su sistema de propulsión, por la buena terminación en lo que aislamiento se refiere y por el bajo coeficiente aerodinámico (0,27 cx).
El acceso al habitáculo se hace mediante una llave que no hace falta utilizar. Un sensor de proximidad detecta que nos encontramos a menos de un metro y desbloquea el tirador de las puertas. Como ocurre con el resto de la gama de híbridos, lo primero en entrar en funcionamiento es el motor eléctrico, con el que podemos circular hasta los 30 km/h aproximadamente si la demanda de aceleración es mínima. Si queremos asegurarnos de que no entre en funcionamiento el motor térmico, se puede utilizar un botón bajo el volante para estirar el aguante del eléctrico (un atasco o un parking son buenos escenarios). De igual forma que en el RX 400 h o en el GS 450 h, no hay sonido de arranque porque el motor de gasolina no se enciende hasta que no detecta una demanda mínima de aceleración.
Aunque no destaca por ello ni pretende ser el más rápido, las prestaciones del LS 600 h son realmente espectaculares. Con una relación de 5,58 kilos por caballo, puede llevar sus 2485 kilos hasta los cien en 6,3 segundos. Hay coches de potencias similares bastante mas rápidos como el Audi A8 6.0 Quattro Tiptronic (cuya relación es de 4,6 kilos por caballo y su aceleración de 5,2 segundos) pero no son tan sofisticados ni tienen el mismo equipamiento.
Si hacemos un uso correcto del pedal de aceleración, podemos conseguir velocidad rápidamente de manera muy suave. Esto, además de favorecer la marcha, ejerce un papel fundamental frente al consumo. Aunque Lexus ha cifrado el consumo mixto en 9,3 litros, lo normal es que este coche no baje de los once en un consumo combinado muy contenido. Sea como sea, y más si hacemos el cálculo proporcional frente a un motor pequeño con poca potencia, es una cifra ridícula.
Al volante, y una vez en marcha, uno de los argumentos positivos que más peso tiene es el sistema de suspensión adaptable AVS. Al igual que ocurre en el GS 450 h, cuenta con tres posiciones (Sport, Normal y Confort) de las cuales la más satisfactoria es la intermedia: es suficientemente dura y, aunque el modo Sport tampoco es incómodo, hace innecesario mermar las buenas capacidades de absorción de obstáculos.
El LS 600 h L tiene limitada electrónicamente la velocidad a 250 km/h.
Asistencia infinita
Aunque sería realmente difícil incluir en este artículo todas las ayudas que existen en cuanto a asistencia en la conducción, sí es importante destacar las dos más importantes. El LS 600 h cuenta con un sistema de detección de obstáculos que funciona gracias a dos radares y una cámara de infrarrojos. Ambos son capaces de detectar peatones y animales, incluso de noche y con lluvia.
Si hay riesgo de impacto y el conductor tiene girada la cabeza con respecto a la frontal más de 15 grados, se activarán ligeramente los frenos y una señal acústica. Esta detección la lleva a cabo una pequeña cámara (parecida a un manos libres) situada tras el volante.
El otro factor fundamental en cuanto a seguridad es el reposacabezas inteligente. Si el radar trasero detecta una colisión inevitable, el sistema los acercará un máximo de seis centímetros. Aunque por razones evidentes no hemos probado el límite de ninguno de los dos sistemas, Lexus asegura que el funcionamiento es preciso al milímetro. Cuentan, de hecho, que se ha probado acercando la cara de una persona al reposacabezas, activando el sistema manualmente y viendo como se quedaba a tan sólo varios milímetros. La explicación es sencilla: entre la cabeza del ocupante y el reposacabezas, hay un sensor de distancia que detecta el acercamiento máximo que ha de aplicar.
Lujo como algo rutinario.
En la parte trasera de la versión larga, Lexus ha dado absoluta prioridad al confort de dos pasajeros antes que quedarse a medias en un cómodo viaje para tres personas. La distancia entre ejes de la versión larga (aumentada en 1,2 metros) es la prueba más fehaciente de que los pasajeros tienen la misma importancia (o más) que el conductor.
Una persona de estatura media (1,75) puede extender las piernas casi por completo en los asientos traseros. Entre ambos hay una consola con dos mandos con la que se puede activar el climatizador, el sistema de DVD y el sonido, además del sistema de masaje neumático. Lo que más cuesta creer es que Lexus haya incorporado un sistema de detección de la temperatura corporal para ajustar la climatización en consecuencia (independiente en cuatro zonas).
Créannos, hay tanto espacio en el interior del LS 600 h L que solamente observar la distancia que existe entre usted (recostado en la butaca trasera derecha) y el conductor, es realmente inmensa.
Había que sacarle un fallo y, aunque parezca que siempre caemos en lo mismo, es totalmente cierto. Cuesta creer que un coche de más de cinco metros tenga tan sólo 330 litros de volumen en el maletero. La explicación es la de siempre, sí, y es que no sólo las baterías del sistema híbrido ocupan demasiado espacio tras los asientos. También la bomba de aire del sistema de relajación está ubicada ahí.
También lamentablemente el volumen es el mismo para las versiones cortas que para el LS 600 h Largo.
Mas información sobre la gama
El LS 600h puede configurarse con carrocerías de dos tamaños diferentes (una más larga que otra) y se pueden adquirir con los acabados Premium, Luxury, Ambassador y President (éstos dos últimos sólo para el modelo más largo). El más alto de la gama –sin extras posibles- es el Largo President, disponible por 143.000 euros. El más barato es el LS 600 Premium Corto y cuesta 109.000 euros.
El motor de ocho cilindros en V es una evolución del motor que monta el LS 460 (de 4,6 litros). De hecho, la nomenclatura LS 600 h no responde a seis litros de cilindrada (en realidad tiene 4969 cc) sino a que es capaz de entregar una potencia similar a la de los motores gasolina con esta cilindrada.
