Una berlina que quita el hipo por la fusión de potencias de sus dos motores, por el tacto y por la precisión del pedal que domina sus 345 cv combinados. Un híbrido de la hermana mayor de Toyota, cuya conducción se convierte en placer por su control de estabilidad VDIM, por sus cristales hidrófugos o por su impecable acabado interior. Precisión silenciosa
Una máquina de precisión que entra rápidamente en calor y que despierta tímidamente rozando el botón de arranque camuflado tras el volante. Su encendido produce un minúsculo pero maravilloso rugido que invita a nuestra diestra a tantear su sonido a medio pedal. Momento ahora de pasar su preciosa palanca de madera por el estrecho carril de posiciones de la caja automática. Impresiones a flor de piel.
El silencio es absoluto a menos de 30 km/h y, para ser uno de los grandes, la sensación en conducción lenta es de soltura, viveza y fuerza contenida en el eje trasero. Por ser sinceros, esta etapa duró poco tiempo y nada mas salir a la autopista nos pudo la curiosidad de empujar a todo gas sus 4,83 metros y casi 1900 kilos. Posee una aceleración agresiva, muy uniforme y a la vez elegante, repleta de sensaciones para el conductor y dominadas por una precisa caja automática secuencial que controla ambos propulsores.
Control absoluto
La transmisión opera en tres formas diferentes, desde la más entregada (“Power”), hasta la más gradual (“Snow) para conseguir un mejor agarre en suelo deslizante. A nosotros nos bastó con probar la primera para saber que va totalmente en serio lo de la fusión de fuerzas motrices. Un derroche que además viene controlado por una asistencia a la dirección del coche basado en la desmultiplicación variable (VGRS) que requiere ciertos kilómetros de experiencia para aprovecharla al máximo.
El motor (un V6 de 3.456 cc) utiliza un novedoso sistema de doble inyección por cada uno de sus seis cilindros. Un mecanismo que lo hace único en su categoría por reducir el consumo exprimiendo al máximo el par, y al que tenemos que sumar el esfuerzo de su cómplice eléctrico, capaz de ofrecer –y aquí está lo impresionante- 200 cv y 275 Nm de par ¡desde parado!. Es lo mas salvaje que un motor eléctrico ha sido capaz de dar nunca, y gracias a su ayuda, las prestaciones de este motor V6 son similares a las que puede ofrecer un V8.
Detalles cuidados al máximo
Multitud de detalles orientados también a la practicidad adornan lo que esconde bajo el capó esta lujosa berlina japonesa. Sin ir mas lejos, impresiona el cuadro de mandos desplegable bajo el volante en la zona izquierda del salpicadero, que recoge hasta 17 controles del habitáculo, ópticos o los propios sistemas de velocidad. Un mini-teclado que trabaja a conjunto con el ordenador de pantalla táctil, con información de todo tipo acerca del estado del motor y del sistema híbrido, del estado de su batería o de la presión de los neumáticos, consumos mixto y actual, etc.
A primera vista parece tener buena habitabilidad, sobre todo en la parte delantera. Detrás pierde algo de altura asi como de espacio en el maletero, aunque la estancia es sobradamente lujosa y acorde con su precio, 74.600 euros. No es mucho más dinero que el que hay que pagar por otros modelos de su talla como el Volvo S80 Executive V8 Aut. o el Mercedes-Benz E 500 4Matic. Sin embargo, llevaremos un concepto de coche totalmente diferente en el que previsiblemente se basarán muchos vehículos del futuro.
Características:
Lexus GS 450h President
Motor: 3456 cc de 6 cilindros en V Potencia motor eléctrico: 200 cv Potencia máxima combinada: 345 cv Par máximo: 368 / 4800 Nm/rpm Medidas: 4835 / 1820 / 1430 Precio: 74.600 euros