Este nuevo modelo del segmento compacto muestra un diseño diferente y aúna el exquisito encanto del lujo con el propulsor híbrido especialmente eficiente y ecológico del Prius. Nosotros nos hemos encargado de comprobar qué tal funciona esta mezcla única en una primera toma de contacto.
A pesar de su aura relativamente conservadora, la estética de este japonés de trasera aerodinámica de unos 4,30 metros de longitud ya le diferencia de los demás compactos del segmento gracias al lenguaje de formas típico de la marca nipona. Su frontal imponente, la forma de los montantes C o la luneta trasera envolvente son algunas de las características que le hacen único y original.
En resumen se puede decir que este cinco puertas de porte solemne y majestuoso hace honor a las pretensiones de calidad de la marca Lexus. Gracias a su maravilloso acabado, sus uniones limpias, sus elementos cromados y su tecnología de iluminación de última generación, el 200h irradia prestigio a raudales. Además de 96 pequeños LED, la carrocería de alta tecnología del CT en su versión superior «Impression Line» ofrece grupos ópticos completos tipo LED.
Ambiente exquisito
El interior cumple lo que la carrocería promete. Un acabado sumamente preciso con superficies de plástico agradables tanto a la vista como al taco, elegantes toques cromados y materiales naturales contribuyen a crear una atmósfera cómoda y acogedora. Lo que nos ha gustado especialmente ha sido el equipamiento en piel clara en combinación con una aplicación en madera de bambú sobre la guantera. La lista de equipamientos ofrece, además, infinidad de posibilidades de combinación de maderas, pieles, pinturas y llantas.
La oferta de espacio de los cómodos asientos delanteros de contornos marcados es buena. La parte trasera también cuenta con suficiente libertad de movimiento a la altura de las rodillas y la cabeza para personas adultas de tamaño medio. Gracias a la ausencia de un túnel de transmisión, la parte trasera debería ofrecer un espacio especialmente amplio para los pies, aunque la enorme consola central lo restringe un poco.
Un utilitario práctico con ciertas singularidades
Su maletero de 375 litros es bastante amplio para ser un integrante de la clase compacta. Éste está dividido en dos partes y debajo de un piso intermedio oculta una banqueta de plástico. Si abatimos con dos simples maniobras el respaldo dividido en dos del banco trasero el piso del maletero – excelentemente revestido – se vuelve completamente plano y la capacidad del conjunto aumenta hasta los 1.000 litros.
Por lo demás, el manejo intuitivo es algo en lo que los japoneses todavía tienen que trabajar. Sobre la enorme consola central y en torno al volante se distribuyen multitud de interruptores, botones e indicadores. Y, además, al arrancar no se pone en marcha ningún motor. Tan sólo el indicador «Ready» del panel de instrumentos combinado nos avisa de que nuestro Lexus está listo para echar a rodar. Sin embargo, avisamos a los futuros propietarios de un Lexus que deberían reservar una tarde a leerse tranquilamente del manual de instrucciones. Les podemos garantizar que descubrirán muchas cosas nuevas.
Eléctrico y silencioso...
Una vez que uno se ha hecho a sus particularidades, este nipón completamente híbrido y equipado de forma exclusiva con un cambio automático CVT se deja conducir de forma relajada y sencilla. Tan sólo es necesario colocar la palanca de cambios cromada en posición D y comenzaremos a rodar sin el más mínimo ruido. Debemos reconocer que este propulsor, técnicamente muy avanzado, ofrece momentos fascinantes.
Al arrancar, su motor de gasolina de cuatro cilindros ni siquiera se utiliza, ya que la corriente procedente de la batería resulta suficiente incluso para rodar sólo en modo eléctrico. Transcurridos tres kilómetros, al solicitar una mayor potencia o a velocidades superiores a los 45 km/h es cuando el motor de gasolina entra en acción.
... gasolina y ruidoso
En ese momento, los 99 CV del motor de gasolina se unen a los 82 CV del motor eléctrico para obtener una potencia máxima combinada de 136 CV. Sin embargo, su progresión es más contenida de lo que cabría esperar a la vista de esta potencia nominal. En condiciones óptimas, este Lexus de 1,4 toneladas registra un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h de 10,3 segundos.
Si bien el motor eléctrico logra un breve pico de revoluciones al pisar a fondo el acelerador, el cambio automático continuo relativiza la euforia inicial con un desarrollo de la aceleración poco habitual. En lugar de mostrar un incremento lineal de las revoluciones después de engranar cada nueva marcha, el motor de combustión gira en aceleración forzada al máximo nivel hasta alcanzar la velocidad deseada. Y esto no es del gusto de todo el mundo.
Una autonomía de 1.200 kilómetros
Sin embargo, los que no tengan prisa sabrán apreciar el encanto del excelente juego en equipo de los dos motores y el cambio CVT. La insonorización del CT 200h está especialmente conseguida, por lo que el motor de gasolina resulta prácticamente imperceptible, al menos en una aceleración moderada. Sin embargo, a plena carga sí deja constancia de su presencia y, además, de un modo poco agradable. Hay que reconocer que este aspecto resulta bastante molesto, sobre todo en trayectos largos y rápidos por autopista, aunque de todas formas su velocidad máxima no supera los 180 km/h. Quizá esta modesta velocidad punta desanime a más de un conductor habitual de largas distancias. Por otro lado, creemos que sus casi 1.200 kilómetros de autonomía podrían ser un aliciente para este tipo de conductores.
Por lo demás, los japoneses se han esforzado mucho por dotar al CT 200h de esa sensación de conducción de alta calidad típica de Lexus. El chasis reacciona con enorme sensibilidad y resulta bastante cómodo, el rectificado aerodinámico de su chapa reduce en gran medida el ruido, la carrocería rígida y los amortiguadores transversales adicionales minimizan las torsiones y las vibraciones.
Eficiente, pero divertido
Con esto queremos decir que, pese a tanta eficiencia, sí resulta posible realizar un trazado rápido de las curvas. Además, si giramos el enorme botón situado en la consola central hacia la derecha podremos seleccionar un modo deportivo especial. En ese momento en el panel de instrumentos combinado – ahora con iluminación roja en lugar de blanca – aparece un cuentarrevoluciones, el motor se acelera, el propulsor eléctrico moviliza un par de voltios extra y tanto la dirección como el ESP fomentan una forma de conducción más dinámica y ambiciosa. De esta forma, y pese a su orientación marcadamente ecológica, el CT 200h permite tomar las curvas rápidas de forma bastante viva.
Un centro de gravedad más bajo, un ancho de vía más amplio y una distribución del peso optimizada son otras de las características que le permiten alcanzar su exquisita agilidad, algo que el CT 200h ofrece en cantidades que superan con mucho lo necesario para el día a día. Sin embargo, esta elevada dinámica es mucho más que un mero detalle tecnológico, ya que el objetivo real de un híbrido es lograr unas cifras de consumo lo más bajas posibles con una conducción lo más sensata posible. Y para ello, el propulsor de este ambicioso híbrido ofrece las mejores condiciones previas.
Poco consumo = pocas emisiones
Según la casa, el consumo del CT 200h es de 3,8 litros de gasolina. Una cifra optimista, por llamarlo de alguna manera. Como no puede ser de otra forma, en la práctica es casi imposible mantener esta cifra. En una combinación típica de conducción urbana, interurbana y por autopista – y manteniendo sobre todo un estilo de conducción más bien contenido – nuestra apuesta ronda los 5 litros. Quizá sea posible arreglárselas con un consumo de 4 litros, aunque esto nos parece menos realista.
Gracias a las bajas emisiones de CO2 que acompañan a este consumo reducido, el medio ambiente también recibe una cantidad menor de óxido de nitrógeno y monóxido de carbono. Incluso los modelos diésel más eficientes de los fabricantes alemanes emiten muchos más gases contaminantes a la atmósfera. En trayectos rápidos por autopista – que según nuestros cálculos constituyen el grueso de los desplazamientos de muchos conductores, al menos en Alemania – el CT 200h resulta más eficiente que cualquier otro diésel.
Un coste de adquisición alto con un coste de mantenimiento bajo
Si bien la eficaz propulsión híbrida del CT 200h ofrece unos buenos argumentos para los conductores más concienciados con el consumo y el medio ambiente – y, además, según Lexus su coste de mantenimiento será más bajo que el de sus competidores –, los más calculadores tendrán ciertas dificultades para cogerle el gusto al compacto de Lexus. La versión básica cuesta aproximadamente 28.850 euros. Los que deseen un equipamiento de mayor calidad y algunos extras más superarán fácilmente los 35.000 euros.
Sin embargo, los que no estén acostumbrados a estos precios seguramente se sentirán un poco intimidados. Por el contrario, los clientes más exigentes y solventes verán todos deseos de lujo y confort cumplidos en el CT 200h y, además, su naturaleza híbrida armonizará a la perfección con su conciencia ecológica.
Conclusión
Eficiente, limpio y elegante: el Lexus CT 200h no puede ir más a la moda. Se trata de una atractiva alternativa a compactos de gran calidad como el Audi A3 o el BMW Serie 1. Una estética única, un habitáculo sobresaliente y su combinación de propulsores gasolina y eléctrico son unos argumentos más que convincentes a favor del más pequeño de los Lexus.
Sin embargo, donde la propulsión híbrida muestra sus carencias es, sobre todo, en autopista. A los conductores de largas distancias, a los que además les guste conducir a más de 200 km/h, les resultará bastante difícil cogerle el gusto a este propulsor híbrido.
Por el contrario, los conductores más sensatos y eficientes que, además, deseen cuidar tanto su cartera como el medio ambiente, encontrarán en el Lexus CT 200h un automóvil ecológico ejemplar. Al fin y al cabo, muchos entendidos pronostican una tendencia hacia los automóviles ecológicos de primera calidad con un interior amplio y acogedor. Si ésta es la tendencia que se va a imponer en el futuro, el CT 200h ya ha comenzado a abrir camino.