En primer lugar, la crítica: el Defender sigue sin incluir los airbags en su equipamiento. Ni tampoco el sistema ESP. Ni siquiera a cambio de un aumento del precio. No hay nada que hacer. También podemos olvidarnos del filtro de partículas. Pero, ¿no se trata de un estándar en el resto de fabricantes? Puede, pero no debería serlo en el caso del Defender.
ESP? Airbags?
Por el contrario, integra ABS. Al menos lo ofrecen, aunque sólo en combinación con el control de tracción y con encarecimiento. También se puede optar por el equipamiento de aire acondicionado - la buena noticia es que funciona -. En el caso del Defender, destacar esta característica es tan positivo como el hecho de que pueda orientarse la salida de la corriente de aire en las direcciones previstas, por ejemplo hacia las ventanas laterales.
Por lo demás, el nuevo panel de instrumentos no es tan malo como nos temíamos. Si bien su aspecto es el elemento más moderno del vehículo, no supone ninguna rotura brusca del estilo. Todo lo contrario, uno se familiariza rápidamente con el panel y no se echa de menos en absoluto al antiguo sistema de ventilación cuando empieza a llover.
Tampoco se añora a los asientos antiguos. Inicié mi vuelo con destino a la prueba del Defender sobre el terreno mientras sentía como mis discos intervertebrales desarrollaban vida propia. Pensé que, si no era necesario pasar a posteriori por el quirófano, los asientos habrían pasado la prueba. Y la pasaron con éxito.I
No obstante, el Defender nunca fue famoso por transportar cómodamente a sus ocupantes de uno a otro lugar. En realidad, uno de sus cometidos era transportar presidiarios. Ocupémonos mejor del recorrido entre el punto de salida y el de destino, así como la forma adecuada de afrontarlo.
Eastnor Castle
A lo largo del camino hacia el famoso Eastnor Castle se hace evidente la impresionante aceleración del nuevo motor diesel de cuatro cilindros Common Rail. A partir de 1.200 revoluciones apenas se requiere un cambio de marchas, desarrollando en buena medida su par motor en un punto muy por debajo de las 2.000 revoluciones, pudiendo llegar a las 3.500 sin que el motor proteste. El Defender nunca había demostrado hasta el momento un rango de revoluciones y potencia tan amplio y útil. Si a esto le añadimos un cambio de 6 marchas con recorridos más bien cortos y una combinación de suspensión y amortiguación notablemente más confortable, el Defender se convierte en un vehículo apto para todas las ocasiones.
Si bien sus prestaciones se mantienen al mismo bajo nivel que las de su predecesor, la nueva combinación de motor y caja de cambios colabora a adecuarlo aún mejor a la escalada.
Mejor en sus detalles
Por un lado, la reducción de la primera marcha es algo más corta que antes. Por otro lado, el control del motor permite que sea posible arrancar en la primera marcha reducida sin necesidad de apretar el acelerador. Dicho ajuste "Anti-Stall" (para evitar el calado del motor) hace que este vehículo de casi 1.700 kilos pueda ascender prácticamente cualquier pendiente sin tocar el acelerador.
La enorme extensión que rodea al castillo es tan típicamente inglesa como el black pudding y la llovizna: colinas, bosques, arroyuelos y prados, en un entorno realmente húmedo con barro de tonos arenosos a fangosos.
Son las condiciones de prueba inglesas...
Un terreno inmejorable aunque los neumáticos de serie montados sobre las llantas opcionales de aluminio prefieran rodar sobre el asfalto: el perfil del neumático General Grabber T/A de tamaño 235/85-16 queda cerrado tras el primer charco, dando inicio a una divertida marcha deslizante: a lo largo de los boscosos senderos muy rodados uno prescinde de la dirección, ya que el propio peso determina tanto sentido de la marcha como la velocidad en los descensos.
No obstante, gracias a la reducción y al bloqueo, este vehículo con carácter británico evoluciona a través de los peores pozos de barro con estoica serenidad y vadea sin esfuerzo la profundidad indicada de medio metro: previendo una velocidad suficiente para la ola de proa, es posible vadear hasta profundidades de 70 centímetros. A partir de esta profundidad, el agua penetra en el habitáculo, aunque esto es un hecho que no interesa al típico conductor del Defender: alcanzar la otra orilla montado en el vehículo es más importante que mantener los pies secos...
Robustecido de esta guisa avanzo durante horas por el Eastnor-Forest, con la ventana siempre abierta ya que de lo contrario no se dispone de espacio libre para el brazo. La posición tan cercana a la puerta del conductor ofrece sin embargo una vista panorámica inmejorable: las cuatro esquinas del vehículo permanecen visibles y, gracias a sus dimensiones compactas de tan sólo 3,90 para el "90", las maniobras en estrechos senderos de bosque son pura diversión.
En resumen
El nuevo y último Defender es el mejor que pudo adquirirse hasta ahora. El cambio de marchas funciona por fin como en un vehículo normal, el motor convence gracias a su amplio rango de revoluciones útiles y a su potente arranque, el habitáculo satisface tanto en lo referente a la calefacción como en los asientos.
Sobre el terreno, el Defender 07 es imparable. Y con unas pocas medidas simples incluso podría superarse a sí mismo, por empezar harían falta unos buenos neumáticos todoterreno.
El precio inicial es de 26.300 euros para el modelo 90 descapotable techo lona, lo que supone un aumento considerable con respecto al modelo antiguo. Supone una gran cantidad de dinero para un vehículo considerado como anticuado. No obstante, el sobreprecio respecto al TD5 es totalmente justificable ya que nunca antes existió un Defender tan moderno.
