¡Bien hecho, Sr. Schreyer! El otro diseñador de VW es desde algunos años el responsable de diseño en Kia, y ha sido capaz de convertir una primera generación de un Picanto más bien conservador y discreto en un utilitario alegre y moderno. Además, su estética sigue la estela de sus hermanos Venga, Sorento, Sportage, ya que el Picanto se presenta también la marcada parrilla en forma de trapecio.
Unos grupos ópticos rasgados y un faldón delantero voluminoso y rebajado en altura completan la nueva imagen de este Kia en su parte delantera. La zaga denota un claro carácter deportivo gracias al spoiler de techo montado de serie. Incluso un poco más dinámica se muestra la variante de tres puertas, que estará disponible por primera vez en la gama Picanto.
Amplio delante, estrecho detrás
Este coreano no sólo ha crecido estéticamente, sino que también ha aumentado un par de centímetros en longitud (ahora 3,60 metros) e incluso en la distancia entre ejes. Sin embargo, los ocupantes no percibirán este aumento en términos de espacio. Al menos en su parte trasera. Si bien podrán disfrutar de una gran libertad de movimiento a la altura de la cabeza, la zona de las rodillas quedará limitada, sobre todo si los pasajeros de las plazas de delante son de gran envergadura. En cambio, la parte delantera ofrece espacio más que suficiente y sus asientos duros resultan sumamente cómodos para un utilitario. El compartimento de carga no es excesivamente amplio aunque suficiente, y pone a nuestra disposición entre 200 y 870 litros de capacidad.
Kia también ha mejorado el interior del Picanto, confiriéndole un aire deportivo, entre otras cosas gracias a los tres instrumentos tubulares que ya conocemos de otros modelos. Pese a todo, este coreano no ha perdido un ápice de su utilidad para el día a día, puesto que la multitud de compartimentos de almacenamiento continúan ofreciendo mucho espacio para todo tipo de objetos. Cabe mencionar, además, tanto los materiales utilizados como el acabado de los mismos, ya que para nuestra sorpresa superan con creces el estándar de un utilitario. En este caso, Kia demuestra cómo el plástico duro puede resultar elegante a la vista y agradable al tacto.
Sin ESP en la versión de acceso
En cambio, el equipamiento muestra una menor calidad, al menos en lo que respecta al modelo básico más barato, el «Basic». Este cuatro puertas está disponible a partir de 7.790 euros (descuento ya aplicado), aunque es cierto que ofrece pocas amenidades. Si bien cuenta con seis airbags, el sistema ESP ni siquiera está disponible de forma opcional en ninguna de las versiones. La radio se puede solicitar como extra, pero el modelo carece por completo de cuentarrevoluciones, asiento del conductor regulable en altura, espejos exteriores regulables, aire acondicionado, elevalunas eléctrico o cierre centralizado.
Por unos 1.300 euros más nos podemos hacer con la primera línea de equipamiento intermedia «Concept», a partir de la cual podremos encargar la mayoría de los extras –pero no el ESP–. También podemos decantarnos directamente por la versión de equipamiento superior «Drive» por un precio que rondará al menos los 9.700 euros. Estos precios corresponden al motor menos potente de las dos mecánicas disponibles, un tricilíndrico de 1 litro. El cuadro cilindros 1.2 se comercializa exclusivamente con la línea de equipamiento superior Emotion (11.090 euros).
Los dos motores ya mencionados no son precisamente una maravilla de la técnica, aunque de alguna manera sí resultan adecuados para un utilitario. Para el propulsor de acceso de 69 CV el término 'par motor' es algo que se le antoja ajeno, pues a 3.500 vueltas tan sólo se generan 95 Nm. En consecuencia, para poder avanzar a una velocidad más o menos razonable, el nuevo Picanto exige un enorme esfuerzo de cambio al conductor. Y eso si no se trata de ir cuesta arriba, ya que a la más mínima pendiente este pequeño tres cilindros se queda sin aliento.
Suficiente para la ciudad
No obstante, la mecánica de acceso resulta más que suficiente para una conducción urbana por zonas llanas. Al fin y al cabo, el objetivo del Picanto no es ganar ninguna carrera de velocidad, sino transportar la compra del supermercado a casa y llevar al niño al colegio. Con todo, los que tengan previsto abandonar de vez en cuando los límites de la cuidad harían bien en decantarse por el Picanto más potente con mecánica 1.2 de 85 CV y un par motor de 120 Nm.
Su tiempo de aceleración es de 11,4 segundos (3 segundos menos que la versión de 1 litro) y su velocidad máxima alcanza los 171 km/h, es decir, casi 20 km/h más que el propulsor más pequeño. Esto es algo que se hace notar tanto en carretera como en autopista. Sin embargo, en este caso el cambio manual también cuenta únicamente con cinco marchas y la última está pensada claramente para ahorrar combustible. De forma opcional, Kia comercializa un cambio automático de cuatro velocidades. Aunque esta unidad está algo anticuada, y resta cierta potencia al motor, al menos ofrece la comodidad de no tener que cambiar de marcha constantemente.
Grandes ruedas y un consumo elevado
En ciclo UE el Picanto más potente con cambio manual consume 4,7 litros. En el caso del modelo más pequeño, Kia nos indica dos cifras diferentes en función del tamaño de los neumáticos: con ruedas de 13 y 14 pulgadas serían 4,2 litros y con ruedas de 15 pulgadas estaríamos hablando de 4,4 litros. En la versión superior se puede optar, bajo pedido, por un sistema de parada y arranque que reduce unas décimas el consumo.
Para los más concienciados con el medio ambiente, y que deseen un consumo inferior, Kia ofrece otra alternativa. El motor de 1 litro también está disponible con propulsión líquida (aproximadamente 10.300 euros) de fábrica. En tal caso, su potencia será de 82 CV. Junto con un depósito de gas de 35 litros de capacidad (con un consumo de 6 litros, siempre según la casa), el Picanto también cuenta con un depósito de combustible de 10 litros para el caso en que no tengamos ninguna gasolinera a mano. El cambio a uno u otro tipo de propulsión se realiza pulsando simplemente un botón.
Conclusión
Pequeño, pero con sustancia. Kia ha vuelto a demostrar –una vez más– su buen saber hacer con el nuevo Picanto y ha logrado diseñar un utilitario con el que uno se puede dejar ver. Su diseño exterior moderno y alegre llama positivamente la atención y, además, su interior es elegante y sus acabados excelentes. Ninguna de sus mecánicas es una obra de ingeniería, pero son adecuadas para un utilitario. Sólo lamentamos que el ESP no esté disponible.
