Las primeras pruebas en torno a la ciudad de Pamplona han dejado claro dos cosas: primero que ya era hora y segundo que los ingenieros han aprovechado el tiempo. Primero las malas noticias: no es barato, en ninguna de las tres variantes que llegarán a estar disponibles. Por los 340 CV que ofrece el F-Type V6 Jaguar cobra 73.000 euros; si a esta denominación le añadimos una «S», entonces nos costará 85.000 y disfrutaremos de 50 CV más. Por su parte el V8 S con una potencia aproximada de 500 CV estará disponible por un precio que rondará los 100.000 euros. Si lo que nos importa es obtener el mayor beneficio con la menor inversión entonces la primera opción sería el tope de gama: 200 euros por caballo de potencia.
¡Horrible!
Ha tenido que ser horrible para los británicos no contar con un verdadero deportivo entre sus filas desde la época del E-Type. Ellos lo comparan con la ciudad de Pamplona sin encierros. Aunque también se podría comparar con un Dry Martini sin ginebra. Un James sin Bond. Una película sin héroe. Y, por supuesto, los clientes del XK que hasta ahora se consideraban conductores de un deportivo se quejarán, pero no podrían estar más equivocados ya que el F-Type es por diseño una máquina de carreras: una menor distancia entre ejes y un mayor ancho de vía, un centro de gravedad más bajo y mecánicas más ligeras. Una mejor relación peso-potencia.
Y una vista que consigue que a uno le tiemblen las rodillas.
Exterior
El F-Type presenta la típica línea de diseño italiana que hace que los deportivos de motor delantero resulten tan elegantes: capó largado, cédula de los ocupantes pequeña, y trasera atractiva. En la parte delantera Jaguar arriesga mucho más que con el semblante ya consolidado de los modelos XF, XJ y XK. La parrilla del F está ligeramente inclinada hacia adelante y armoniza mejor con los grupos óptico.
Tan solo unas pocas líneas recorren los laterales para abrazar una zaga bien modelada que alcanza su máxima expresión gracias a su reducción. Menos es siempre más. Los pasos de rueda se elevan hacia el interior sobre una tapa del maletero extraordinariamente plana que resulta más aerodinámica gracias alerón trasero eléctrico retráctil. En cambio, los grupos ópticos traseros son los mismos que los que pudimos ver en el Concept C-X16.
Interior
Ya en su interior el piloto del F se alegrará la vista con indicadores y mandos de diseño moderno y un puesto de conducción ordenado. Claro que esto se debe a que algunas de las funciones se encuentran ahora en la pantalla táctil y, por ejemplo, la distribución del aire solo se puede regular desde ahí. A cambio disfrutaremos de unas toberas de ventilación centrales que solo se despliegan en caso necesario, lo que permite crear un salpicadero especialmente bajo.
Sin duda el homenaje más claro al modelo, el E-Type, es el capó de aluminio ligero y conformado en una sola pieza. Éste se abre hacia adelante para dejar a la vista una cubierta de protección negra situada por encima del motor ubicado sobre el eje delantero –quizá en este punto nos habría gustado más poder contemplar lo que esconde su interior.
Lo que no podemos perdonar a la casa británica es que hayan presentado primero el modelo descapotable antes de que llegue hasta nuestras manos el coupé (presentado hace año y medio en el IAA en forma de estudio). Y puesto que éste aún tardará en llegar tendremos que contentarnos con el cabrio para descubrir cuánto espíritu deportivo que esconde.
Modelo básico
Todos los F-Type cuentan con un motor sobrealimentado alojado debajo de su alargado capó. Incluso el F de acceso (73.000 euros) está excelentemente bien motorizado con 340 CV, una potencia que le permite alcanzar los 260 km/h y firmar un tiempo de aceleración de 5,3 segundos. Gracias al compresor el desarrollo de la potencia tiene lugar de forma lineal y con un estilo de conducción deportivo la respuesta directa tiene claras ventajas frente al turbo. A partir de las 5.000 vueltas el V6 de 3 litros capaz de girar hasta 6.500 r.p.m. se queda ligeramente sin aliento, un inconveniente que comparte con el V6 S. Sin embargo, el cambio automático de ocho velocidades de la casa ZF montado de serie en todas las variantes permite olvidar rápidamente este pequeño defecto –con la ayuda de palanca o las levas el conductor engranará con gusto la siguiente marcha un poco antes y cambiará según le dicten sus sensaciones y no el cuentarrevoluciones.
Modelo intermedio
Por 85.000 euros el V6 S ofrece no solo más potencia y mejores prestaciones (275 km/h, 4,9 segundos), sino que también cuenta con un sistema de escape que según las necesidades puede llegar a resultar muy penetrante. Éste también se puede encargar de forma opcional para el modelo básico, pero ni el dinero ni las buenas intenciones harán que cuente con el diferencial de bloqueo (LDS, Limited Slip Differential) de serie en el V6 S que aumenta notablemente la avidez de este biplaza por las curvas. Ambos modelos se pueden equipar si es necesario con dos sistemas de frenos de alto rendimiento, aunque ambos exigen al menos llantas de 19 pulgadas. Al menos a partir de la versión S vienen de serie.
Tope de gama
En cambio el F-Type V8 S lo que trae de serie son llantas de 20 pulgadas y el sistema de frenos más grande (380 mm de diámetro delante y 375 mm detrás) para mantener a raya su brutal potencia de 500 CV. Además, también cuenta con un diferencial de bloqueo electrónico que, al igual que ocurre en el XKR S, combina ESP y ABS logrando así una mayor agilidad, aceleración transversal y dinámica longitudinal.