En contra de la tendencia seguida por la nomenclatura «ix» introducida recientemente, las letras ix incluidas en el nombre de este minimonovolumen no hacen referencia a un todoterreno, sino más bien a un crossover inteligente. El Hyundai ix20 pretende ser mucho más que un simple monovolumen.
Con una longitud de tan sólo 4,10 metros, el Hyundai ix20 se adapta bien a la ciudad, por lo que la búsqueda de aparcamiento no terminará nunca poniendo a prueba nuestra paciencia. Aunque su diseño es bonito, sí debemos mencionar que su aspecto se asemeja más a un utilitario que a un modelo compacto y, por este motivo, algunos observadores le otorgan un valor más bajo del que tiene en realidad.
En su día fue barato
Pero hace tiempo que Corea ya no es un país barato. La lista de precios comienza en los casi 14.000 euros, pero por fortuna desde el primero se incluye el control de estabilidad. Aunque todavía no figura en las listas definitivas, es seguro que dispondrá de un función Stop/Start que Hyundai denomina «blue» y que, junto con algunas soluciones más orientadas al ahorro de combustible, tendrá un ligero recargo sobre el precio inicial. Hyundai cifra oficialmente el ahorro de este sistema, que detiene obligatoriamente el motor en el momento de la detención del vehículo, en hasta medio litro cada 100 km, algo que merece realmente la pena.
En el momento del lanzamiento al mercado del ix20, previsto para finales de noviembre de 2010, los coreanos comercializarán tres motores. El propulsor de acceso es un 1.4 gasolina de 90 CV que, al igual que los otros dos ix20, contará con un indicador de marcha recomendada en el panel de instrumentos combinado que recomendará la marcha ideal en función de determinados aspectos económicos. Este pequeño cuatro cilindros impulsa los 1.253 kilos del ix20 de cuatro puertas con suficiente brío si su conductor no tiene ninguna pretensión con respecto a la dinámica longitudinal. Por el contrario, los conductores que lo torturen y manejen su cambio de cinco marchas con más nerviosismo que cabeza serán castigados con un molesto ruido en la zona alta de revoluciones, así como con un consumo muy alejado de los 5,6 litros a los 100 km oficiales. No obstante, se puede alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, que deberían resultar suficientes para cualquier necesidad.
Dos diésel
Hay dos motores diésel como alternativa. El 1.4 CRDi de 90 CV registra un consumo de 4,3 litros de combustible diésel a los 100 km. Durante nuestra primera toma de contacto, el diésel no logró convencernos completamente debido a su falta de fuerza, y esto a pesar de generar un par motor de 220 newtons/metro. Además, al apagarlo resulta muy ruidoso. Dado que seguramente la mayoría de los compradores no darán al ix20 un uso continuo, el motor diésel no pasará de ser una segunda opción. Sobre todo porque sus prestaciones se sitúan por debajo del nivel del modelo de gasolina de igual potencia que, con un equipamiento análogo, cuesta 1.800 euros menos. El dinero que nos ahorramos lo podemos invertir en algunos extras. Si lo que queremos es ahorro, existe otra versión menos potente (77 cv), por menos de 14.000 euros, cuyo consumo declarado es de 6 litros.
Independientemente del motor por el que nos decantemos en última instancia, la variabilidad del interior continuará siendo excelente. En este sentido, el banco trasero se puede ajustar en sentido longitudinal, así el respaldo en varios niveles, y todo se pliega fácilmente para dar lugar a una superficie de carga plana. Su capacidad asciende a 440 litros, sin el suelo de carga doble, aunque ésta puede ampliarse hasta un máximo de 1.486 litros.
Sin embargo, del maletero hacia adelante el ix20 también resulta bastante amplio. Incluso con el gran techo de cristal deslizante, sus 1,77 metros de ancho ofrecen espacio suficiente para personas adultas. En la primera fila, las opciones de ajuste tanto del volante como de los asientos son amplias y, además, su sujeción lateral es suficiente y su acolchado cómodo. El manejo de este nuevo Hyundai no presenta problema alguno. Todo está bien situado e incluso los botones ubicados en el volante (opcional) se iluminan de noche.
Los gasolina se balancean
En resumen, uno se encuentra a gusto en este coreano. Sin embargo, se estaría mucho más a gusto si el excelente reglaje del chasis del ix20 diésel también estuviera disponible para sus variantes gasolina. El CRDi tiene una respuesta más sensible a las irregularidades del terreno y a los pequeños baches que los dos modelos de gasolina. Dado que los gasolina son más ligeros en el eje delantero, en este caso se puede notar un balanceo permanente. A mayor carga, menor es también la tendencia a balancear.
Por lo demás, el ix20 se caracteriza por una escasa inclinación lateral en curva, aunque cabe recordar que no está hecho para una conducción deportiva, pese a que con el cambio de cargas en ocasiones la zaga realiza alguna «maniobra deportiva» antes de que el ESP (desconectable) entre en acción y devuelta todo a su sitio. La dirección es suficientemente exacta para su segmento, aunque no llega a la precisión que muestra la dirección del Meriva.
Cinco años de garantía
Donde sí destacan todos los Hyundai ix20 es en el apartado de la garantía: 5 años que incluyen kilometraje, así como todas las inspecciones que haya que realizar durante dicho tiempo. En este sentido, incluso el diésel podría ser una buena opción para un uso continuado. Tres años de leasing equivalen a tres años de kilometraje sin preocupaciones.
Visto así, el deseo de la casa coreana de vender unas 10.000 unidades del ix20 en Alemania en 2011 podría no ir tan desencaminado. No es una mala compra este pequeño gran coreano, desarrollado en Rüsselsheim y fabricado en la ciudad checa de Nosovice y que, por cierto, es el hermano gemelo del Kia Venga.
Conclusión
El Hyundai ix20 enriquece el segmento de los utilitarios pequeños y versátiles como el Opel Meriva, Skoda Roomster y Citroën C3 Picasso . Es bonito por fuera y flexible y amplio por dentro. Sus dimensiones parecen estar hechas a la medida de personas que necesitan mucho espacio para ocupantes y equipaje y que, además, suelen perderse por el tráfico de la ciudad. Precisamente allí es donde el Hyundai ix20 despliega toda su manejabilidad y uno puede pasar por alto (en el caso de los gasolina) el reglaje del chasis.
Sin embargo, los que tengan que realizar trayectos largos también se sentirán satisfechos con este Hyundai, en este caso incluso con su variante diésel. En primer lugar, su chasis es más cómodo que el del gasolina y, en segundo lugar, el ix20 dispone de una garantía de cinco años que incluye todas las inspecciones y no presenta limitación de kilometraje, algo que para las personas que viajan mucho seguro que merece la pena.