El mejor ejemplo de esto es el Honda Jazz, un coche que no llega a los cuatro metros de longitud pero en el cual podemos disfrutar de la misma comodidad (tanto en espacio para las piernas como en altura libre al techo) que en una berlina de cinco metros. Pasen y vean… Este hecho diferenciador es el que Honda quiere transmitir a sus clientes, y para ello, no ha presentado el nuevo Honda Jazz con multitud de detalles sobre sus cualidades. Empezamos por la zona de carga, donde nos damos cuenta de que estamos realmente ante un compacto – 1,69 metros de ancho y 1,55 metros de alto- y no en un segmento superior como parece al sentarse dentro. La capacidad inicial de maletero es de 354 litros, 17 más que en el modelo anterior, lo cual es muy positivo comparado con lo que ofrecen sus compañeros de segmento.
Un interior “mágico”
Honda ha hecho serios esfuerzo para construir el compacto más funcional del mundo, al menos eso es lo que aseguran sus representantes. Por ejemplo, la enorme versatilidad del área de carga, que ya ha sobrevivido a varias generaciones del Jazz, es una de las piezas clave. Se puede abatir el respaldo de la fila trasera y también del asiento del conductor consiguiendo una longitud total de carga de hasta 2,48 metros o utilizar el “Magic Seat System” para conseguir transportar objetos de hasta 1,30 metros de altura. Este sistema consiste en el plegado de la banqueta posterior, la cual queda en posición vertical y deja un hueco tras los asientos delanteros para transportar objetos grandes.
Un truco utilizado por Honda para ganar espacio en el hueco para las piernas de la fila trasera es colocar el depósito de combustible bajo los asientos delanteros. Así se consigue rebajar un poco el suelo del habitáculo en la zona trasera y dar algunos centímetros más a los pasajeros más altos.
El Jazz, como todos sabéis, es un modelo que lleva vendiéndose en España desde 2002 y desde este mes de Septiembre estará a la venta con un diseño nuevo y con un motor diferente. El nuevo propulsor es un 1,3 litros de 102 cv mucho más eficiente que los antiguos motores – con 1.2 y 1.4 litros de cilindrada -. El nuevo bloque consume cinco litros cada cien kilómetros en ciclo mixto.
CVT opcional más eficiente
En cuanto a prestaciones, el nuevo Jazz podrá alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h allá donde esté permitido y conseguir una aceleración máxima de 11,2 segundos hasta los cien. No son prestaciones escandalosamente buenas, de hecho el par motor es de 123 Nm a partir de 5.000 vueltas y se queda algo justo, obligándonos a exprimir a fondo el cambio de seis marchas para no quedarnos “ahogados” en los repechos o en situaciones en la que vayamos cargados de equipaje o pasajeros.
En lugar de la caja de seis marchas (que es nueva, por cierto, y sustituye a la anterior de cinco), se puede pedir un cambio automático CVT con la que se simulan siete velocidades. Es un opcional que cuesta unos 1.000 euros pero que mejora la eficiencia del coche en casi medio litro (4,6 litros en ciclo mixto en combinación con el acabado básico). A cambio perderemos un poco de aceleración desde parado (12 segundos hasta los cien).
Desde 15.900 euros
El precio de partida del nuevo Honda Jazz es de 15.900 euros, lo cual no es ninguna ganga si lo comparamos con el resto de coches en el mercado con cuatro metros de longitud. Sin embargo, el equipamiento incluido de serie desde el modelo más básico explica un poco esta política de precios. Aire acondicionado, control de crucero, frenada de emergencia en ciudad y luces automáticas son algunos de los elementos incluidos de serie. En cuanto a la dotación multimedia, destaca el tema de la conectividad a través de la tecnología “de espejo”, con la cual se puede ver lo que muestra nuestro Smartphone en la pantalla táctil de siete pulgadas situada en la consola central.
Conclusión
El hecho de tener cuatro metros no quiere decir que nuestro coche sea pequeño o esté limitado. El Jazz es todo un ejemplo de practicidad, versatilidad y buen gusto, tanto en diseño como en su ejecución. Además, el informe anual TÜV Auto Report certifica que este japonés tiene un número bajísimo de incidencias, defectos y averías, lo cual reduce los riesgos a la hora de comprar uno de segunda mano. En el lado negativo solo encontramos una mecánica algo justa para los que estén acostumbrados a las grandes sensaciones o que necesiten una respuesta del motor desde bajas revoluciones. Para el resto de conductores la conducción será más que satisfactoria.