En una primera salida a través del Wachau quedamos convencidos por sus múltiples sistemas de seguridad nuevos cuya misión consiste en asistir al conductor y avisarlo de posibles peligros. Una distancia de seguridad demasiado reducida, el cambio de carril sin poner el intermitente o simplemente no ponerse el cinturón de seguridad. La octava generación del Honda Accord, que estará disponible en el mercado a partir de este verano, supervisa a su conductor y castiga el comportamiento erróneo con señales acústicas penetrantes. Se conocen ya de otros modelos Honda los sistemas de seguridad con nombres crípticos como CMBS, LKAS o ACC. En el nuevo Accord los asistentes electrónicos entran conjuntamente en acción y, por primera vez, en un vehículo del segmento D.
Tras CMBS se esconde la técnica “Collision Mitigation Breaking System”, cuya misión consiste en ayudar a evitar accidentes. De manera continua se calcula la diferencia de velocidad entre el Accord y un vehículo que conduzca por delante. Si el sistema CMBS calcula que existe peligro de colisión, se advierte al conductor tanto óptica como acústicamente en tres niveles. Asimismo, Honda aprieta automáticamente los cinturones, con el fin de sacudir al conductor y llamar su atención y para proteger mejor a los pasajeros en caso de que se produzca una colisión. A partir del segundo nivel de aviso, el Honda frena automáticamente hasta el 60 por ciento de la fuerza máxima. En caso de que no pueda evitarse el accidente, al menos se reduce considerablemente la energía de la colisión.
Como medida de precaución
Los otros dos sistemas no intervienen en caso de accidente sino que asisten al conductor cotidianamente. El sistema ACC “Adaptive Cruise Control” es entretanto el más extendido control de velocidad automático capaz de mantener la distancia especificada respecto al vehículo delantero. El LKAS, “Lane Keeping Assist System”, evita el cambio involuntario de carril. Una cámara en el parabrisas frontal supervisa las líneas del carril y corrige constantemente la marcha a través de ligeras intervenciones en la dirección. Quien conduzca por encima de las marcas de la calzada sin poner el intermitente recibirá una amonestación del sistema. Por supuesto, el conductor puede imponerse en todo momento y puede decidir por encima del sistema con su movimiento del volante.
No obstante, en una primera vuelta el LKAS no fue capaz de persuadir ilimitadamente. El asistente intenta mantener el coche en el centro del carril, lo cual tiene como consecuencia pequeñas y frecuentes intervenciones en la dirección. Por muy sensata que sea la idea, resulta poco habitual que el coche corrija la marcha por sí mismo. En cambio cuando realmente se tocan las rayas, las intervenciones resultan demasiado escasas. Al contrario que en otros sistemas, como por ejemplo el de VW, el Honda no consigue regresar a su carril si no se produce la intervención manual del conductor. A diferencia del CMBS, los sistemas ACC y LKAS pueden desactivarse cuando el conductor se sienta demasiado sometido a tutela.
Modelo a seguir
Por el contrario, es completamente razonable la indicación del sentido de giro del volante en situaciones de emergencia. Muchos conductores se sienten sometidos a gran presión si el coche subvira o sobrevira y giran intuitivamente el volante en la dirección contraria. La dirección asistida adaptativa hace posible la ayuda al conductor: si gira en dirección contraria la dirección se mueve difícilmente, en caso contrario el volante puede girarse de forma extremadamente fácil.
Por tanto, el nuevo Accord es seguro. Pero, ¿qué avances han tenido lugar en los últimos cinco años? Si se mira al Honda de frente, la diferencia respecto al modelo predecesor no es realmente demasiado grande. Un poco más agresivo, un tanto más dinámico, pero en sus formas básicas el frente se ha conservado igual. Los faros se orientan más fuertemente a la parrilla del radiador, también algo más grande, con forma de escudo. En total el Accord ha ganado un poco de longitud, la berlina mide ahora 4,73 metros y el wagon dos centímetros más.
Bonito trasero
La diferencia resulta mayor en la parte trasera, al menos en el caso del wagon. Éste saldrá al mercado en septiembre de 2008 y se presenta significantemente más dinámico que el modelo actual. Mientras que en el último Accord se concedía importancia a un volumen de carga máximo, motivo por el cual la luna trasera adoptaba una posición correspondientemente perpendicular, con el nuevo modelo se regresa a una parte trasera inclinada.
Con toda seguridad no se ha tratado de una decisión sencilla, ya que los ingenieros han tenido que sacrificar 400 litros de volumen de carga a cambio de una óptica elegante. La parte trasera admite entre 395 y 1.252 litros, lo cual no da lugar a muchos premios. Antes cabían un máximo de 1.657 litros. A cambio, ahora puede retirarse con una única maniobra sencilla el revestimiento lateral del maletero, de manera que también quepan bienes de transporte algo más anchos. La berlina no ha sufrido ninguna pérdida al respecto, sino todo lo contrario: su volumen se ha incrementado mínimamente de 459 a 467 litros.
Como en una nave espacial
La marca Honda es entretanto conocida por sus interiores futuristas. En lo que a esto respecta, el salpicadero del Accord no supone ninguna excepción. Podría proceder también de la nave espacial Orión. El asiento del piloto está rodeado de botones, interruptores y reguladores giratorios - o casi prácticamente empotrado en los mismos. Para ser sincero, el Accord (todavía) no dispone de una plancha para acelerar. A cambio, por ejemplo, un delicado mando giratorio, deslizante y de presión para el manejo del sistema de entretenimiento o múltiples teclas en el volante para todos los ayudantes electrónicos.
Si dejamos aparte el sentimiento ligeramente angustioso del asiento del conductor, el Honda ofrece un interior considerablemente espacioso. También en la parte trasera los ocupantes altos pueden sentarse cómodamente, a pesar de que no pueden gozar de los asientos propios de un salón como es el caso de los pasajeros que viajan en primera fila. El banco trasero ofrece también una sujeción lateral suficiente y una tapicería rígida. Sólo queda la selección del material, que debe mejorarse. Al menos, en parte, ya que a fin de cuentas sólo en el salpicadero hay ocho superficies diferentes, entre ellas también plástico duro sensible a los arañazos y una imitación de cuero nada bonita.
Claridad en la oferta
La selección entre los motores es pequeña pero bastante completa: dos motores de gasolina y un diesel. La única unidad combinable con las tres líneas de equipamiento es el motor de gasolina básico con 156 CV y 192 Nm. Por 26.200 euros (wagon: 27.500) los compradores adquieren un cuatro cilindros uniforme y tranquilo que acelera el pesado Accord, de aproximadamente una tonelada y media de peso, en menos de diez segundos a una velocidad de 100 km/h.
Con la unidad de dos litros, el Honda no es un as del deporte, pero tampoco resulta lento en absoluto. La velocidad máxima de 215 km/h es más que suficiente también para las etapas algo más largas en autopista. Únicamente para adelantar debe cambiarse a una marcha más baja, lo cual no resulta difícil gracias a la buena caja de cambios de seis marchas. Sin embargo, su palanca de cambios podría ser algo más grande. En las dos variantes de equipamiento superior hay disponible, por un sobreprecio de 1.900 euros, un cambio automático de cinco marchas. El consumo medio se encuentra aproximadamente el los siete litros y medio.
Más tracción
El motor gasolina de 2,4 litros ofrece más potencial de adelantamiento. De sus cuatro cámaras de combustión saca ahora 201 CV (antes 190 CV) y se encuentra únicamente disponible en la línea de equipamiento superior - por 36.100 euros o bien 37.900 para el tourer. También en este aspecto los clientes pueden elegir entre el cambio de seis marchas de serie o el automático de cinco marchas. Este último se concede con 9,7 segundos para la aceleración inicial aproximadamente un segundo y medio más que la versión con el cambio manual. Sin embargo: según la ficha de datos, el cambio automático con 8,6 litros de gasolina súper cada 100 kilómetros consume incluso 0,2 litros menos.
La gran cilindrada se hace sobre todo notar en la tracción en el régimen de revoluciones bajo, como máximo el Honda de transmisión delantera transfiere 240 Nm al cigüeñal. El cuatro cilindros convierte espontáneamente las órdenes de aceleración en movimiento hacia delante; en el equipamiento de serie las ruedas de 17 pulgadas transmiten la fuerza a la carretera. Los amortiguadores de reciente desarrollo, un árbol trasero nuevo y el punto de gravedad más bajo son los encargados - junto con la vía más ancha - de una estabilidad en la carretera notablemente mejorada y un manejo más ágil.
Más diesel
En la actual generación del Accord, la proporción de vehículos diesel con tan sólo un 32 por ciento se encontraba significantemente por debajo de la media del segmento de más de dos tercios de motores de autoignición. El diesel de 2,2 litros con filtro de partículas incluido en el equipamiento de serie eleva ahora la cuota a un 50 por ciento. El cuatro cilindros con 150 CV se encuentra disponible a precios desde de los 27.900 euros (tourer: 29.200 euros) a partir de la línea de equipamiento inicial.
Entre 2.000 y 2.500 revoluciones, el diesel common rail mejorado desarrolla un par de 350 Nm, aunque aún hay que superar un pequeño retraso de respuesta del turbo. A partir del año 2009, el diesel se encontrará también disponible con un cambio automático; hasta entonces vendrá equipado con una caja de cambios de seis marchas. Con un consumo de cinco litros y medio, el Accord se conduce con un ahorro ejemplar. Y hablando de ahorro: ¡todos los modelos con cambio manual disponen de un indicador de cambio de marcha, que informa al conductor sobre el momento óptimo para efectuar el cambio de la marcha! De este modo, según las declaraciones del fabricante, puede ahorrarse hasta un cinco por ciento del combustible.
Las tres líneas de equipamiento ofertadas cubren, en función de las exigencias, la mayoría de las necesidades. No obstante, recae un sobreprecio para el mencionado paquete de seguridad formado por CMBS, LKAS y ACC y que sólo puede solicitarse en combinación con la versión de mayor calidad denominada “Executive”.
Resumen
Con la octava generación del Accord, Honda apuesta nuevamente más por la emoción que por los predecesores de líneas rectas. Sobre todo el tourer ha mejorado ópticamente de forma significativa. No obstante, el precio que paga por ello es demasiado elevado: el volumen de equipaje resulta claramente menor. Con ello Honda deja de ser un burro de carga y se convierte en un wagon más orientado al estilo de vida. Con tres motores la oferta resulta pequeña, pero selecta. El diesel ofrece la conducción más eficiente, mientras que para conductores que conduzcan poco recomendados el motor de gasolina pequeño.