Pasado este tiempo, y escuchando las opiniones de los clientes y de la prensa especializada, los fabricantes aplican ligeras mejoras sobre el modelo lanzado al mercado antes de la llegada de una nueva generación que lo sustituya. En este caso, el “retocado” por Ford ha sido el EcoSport, un SUV que llegó hace apenas 24 meses y que ahora recibe mejoras en su equipamiento, en el confort de conducción y también en las opciones de motorización. Es cierto que hay “lavados de cara” más profundos que otros, y este es uno de los casos en los que las diferencias son tan mínimas que cuesta distinguir el modelo antiguo del nuevo. Después de mucho mirar, lo primero en lo que nos hemos fijado al ver el nuevo EcoSport es que ya no lleva rueda de repuesto obligatoriamente en el portón trasero, sino que es el propietario el que decidirá si se monta así o no. Si nos decantamos por no llevarla, entonces quedará espacio para el distintivo EcoSport y llevaremos un kit repara pinchazos bajo el piso del maletero. Por fuera no hay muchos más cambios a nivel de diseño, aunque sí comprobamos que hay cosas interesantes a nivel de equipamiento como las barras en el techo, el parabrisas térmico Quickclear o los retrovisores termoeléctricos, que van juntos dentro del Pack Invierno opcional.
Por dentro
Por dentro, hemos encontrado dos tipos de interiores, los de acabado Trend y Titanium. Este último añade a la dotación básica Trend la tapicería mixta de cuero, sistema de apertura y arranque sin llave, climatizador automático o unas llantas exclusivas. En nuestras unidades de prueba, con el acabado superior, también encontramos otros equipamientos opcionales muy interesantes, como la cámara de visión trasera, el sistema de navegación Sony con pantalla de 5 pulgadas, etc.
Está previsto que llegue un nuevo acabado superior a principios de año que viene, el Titanium S, que añadirá al Titanium llantas de 17 pulgadas en color negro, suspensión deportiva, sistema de sonido SYNC DAB + SYBC entre otras cosas. Este nivel de equipamiento estará disponible con el motor diésel 1.5 TDCI de 95 cv, el 1.0 Ecoboost de 125 y en el 1.0 Ecoboost de 100 cv.
Al margen de los equipamientos opcionales o de serie, tras este facelift lo que cambia en el interior es el negro grafito que se ha introducido en el panel de instrumentación, en los paneles de las puertas y en la consola central. También el freno de mano está ahora colocado en una posición más alta para ser más cómodo. En tema de insonorización y aislamiento también hay novedades, ya que existen nuevos materiales aislantes tanto en las puertas como en los paneles del salpicadero y se han aislado mejor los pedales para recibir menos cantidad de vibración.
Cuatro opciones de motorización
Aquellos que quieran hacerse con un EcoBoost (desde 12.990 euros) podrán elegir entre 3 motores gasolina y un diésel. En lo que se refiere al diésel, estamos hablando de un 1.5 TDCi de 95 cv desarrollado por Ford que ofrece un consumo de 4,4 litros. Los gasolina van desde un 1.5 Ti-VCT de 112 cv hasta un 1.0 EcoBoost de 125 cv, este último un motor que ha recibido numerosos premios como mejor motor del año y que ofrece unas prestaciones muy buenas a cambio de solo 5,4 litros de combustible. Por último, en marzo del año que viene llegará otro motor EcoBoost de un litro con una potencia de 140 cv que pondrá la nota deportiva de la gama. Según Ford, la relación entre caballaje y cubicaje es superior a la de superdeportivos como el Bugatti Veyron y el Ferrari 458 Speciale.
