Esto es curioso, ya que debajo de las elegantes formas del nuevo Bravo se esconde gran parte de la técnica del antiguo Stilo. Así pues, resulta relativa la noticia sobre el tiempo récord de 18 meses en el que Fiat ha conseguido desarrollar el nuevo Bravo. La plataforma ha sido aprovechada casi por completo, siendo sólo realmente nuevos su carrocería y habitáculo.
El Centro Stile bajo la dirección de Frank Stephenson ha vuelto a superarse en la elaboración del diseño. Cuando Frank Thomas Dietz, Director de Marketing, se refiere a este modelo como "el mejor coupé dentro de su clase", exagera en realidad un poco. No obstante, el modelo Bravo pertenece, sin lugar a dudas, al grupo de los competidores más atractivos del Golf gracias a su frontal parecido al Maserati, a la curvatura de la línea del techo y a la parte posterior perfectamente proporcionada.
Además, su tamaño también cuenta
Con una longitud total de 4,34 metros y una anchura de casi 1,80 metros, este modelo de Fiat es casi demasiado grande para la gama de vehículos compactos. La oferta de espacio es correspondientemente generosa. En todo el habitáculo los pasajeros gozan de una sensación espaciosa y relajada. Llaman la atención el óptimo espacio para las piernas en las plazas posteriores y los asientos delanteros con acolchado firme y agradable para la espalda.
El volante regulable en altura y profundidad permite obtener rápidamente una posición óptima en el asiento del conductor. Por el contrario, la forma estrecha de los pedales y la tendencia a resbalar de las alfombrillas integradas en el enmoquetado del suelo suponen una molestia. Las condiciones de visibilidad hacia la parte posterior son una catástrofe y la gran anchura de las columnas C convierten al sistema auxiliar para la aparcamiento en uno de los equipamientos especiales más esenciales.
Capacidad de carga ejemplar
El maletero del Bravo lo convierte en un vehículo modelo. En su configuración normal, el maletero tiene una capacidad de 400 litros, llegando casi a los 1.200 litros hasta el borde de la ventana cuando se abaten las dos partes de su banqueta. Lo malo: el reborde del maletero es demasiado alto, así pues sacar una caja de agua supone un castigo para la espalda.
El diseño interior combina tanto elementos clásicos como modernos. El panel de instrumentos en forma de arco, la consola central ligeramente orientada hacia el conductor y los atractivos instrumentos de forma redonda le asignan un aspecto deportivo. Para las superficies de plástico, los diseñadores seleccionaron materiales innovadores, en su mayor parte agradables al tacto. No obstante, algunas de sus partes, tales como los tiradores o el recubrimiento del reposabrazos, suponen un agravio para la vista debido al plástico ABS de aspecto barato y color negro brillante.
Herencia del Stilo
La técnica de la estructura inferior proviene del modelo Stilo, coincidiendo su distancia entre ejes al milímetro. Esto da que pensar, al fin y al cabo, dicho predecesor tendía a balancearse, en detrimento del placer de conducción. Esto hace que el resultado del nuevo ajuste completo del chasis sea aún más asombroso. La variante estándar del Bravo es especialmente confortable y sobre todo silenciosa, sin pecar en defecto de amortiguación, aportando una sensación agradable durante la conducción. En el ajuste más rígido de la línea con equipamiento deportivo se ha alcanzado asimismo un óptimo compromiso.
Por el contrario, la dirección asistida electromecánica sigue notándose muy artificial. Asimismo, el modo City extremadamente ligero ofrece una conducción casi imposible a velocidades superiores a las permitidas en calles residenciales. El pulsador Sport que pasará a formar parte del equipamiento a partir del verano, supone una promesa de mejora gracias a que, entre otros efectos, permite regular la dirección a un modo más rígido.
Cinco variantes de motor
Para el lanzamiento al mercado el 21 de abril se dispone de tres variantes de motor: el motor de gasolina ya conocido en el modelo Grande Punto, algo débil con sus 90 CV y los dos motores turbo diesel de 1,9 litros con 120 y 150 CV respectivamente (con filtro de partículas de serie). En junio les seguirán dos motores turbo de gasolina de 1,4 litros, asimismo con 120 y 150 CV respectivamente.
Para nuestra primera prueba de conducción seleccionamos el motor diesel de 120 CV, perfectamente satisfactorio para nuestros fines. El funcionamiento de este motor es silencioso y muestra una potente aceleración (255 Nm de par motor a 2.000 revoluciones). De esta forma no es necesario acudir tan a menudo al cambio de 5 marchas estrecho pero poco exacto. Si se desea ir más rápido, tampoco supone ningún problema: el vehículo alcanza los 100 km/h en 10,5 segundos, llegando a los 200 km/h en autopista. No nos fue posible confirmar el consumo nominal demasiado teórico de 5,3 litros cada 100 kilómetros (139 g CO2 / km). No obstante, los seis litros y medio consumidos en la práctica no son cosa de desdeñar.
Tampoco deben despreciarse la política de precios y equipamiento de Fiat: el precio inicial es de 15.400 euros para el modelo básico con motor de gasolina en la versión Active. Éste incluye siete airbags, ESP con asistente para tramos de montaña, un asiento delantero regulable en altura y elevalunas eléctricos delanteros. La variante de motor y línea de equipamiento inmediatamente superior (Dynamic, Emotion, Sport) supone un recargo aproximado en el precio de 1.500 euros por cada uno. El modelo diesel de 120 CV en la recomendable versión Dynamic (aire acondicionado, faros antiniebla que giran en las curvas y sistema de radio con CD de serie entre otros) se ofrece por un precio razonable de 20.500 euros.
En resumen
Nuevo por fuera, conocido por dentro. Bajo su carrocería de diseño completamente nuevo y gran atractivo, el nuevo Fiat Bravo ofrece un espacio enorme y la antigua plataforma del poco apreciado modelo predecesor Stilo. Lo que en principio parece un timo demuestra ser una decisión correcta tras la primera prueba de conducción. En lugar de volver a inventar la rueda y enfrentarse a riesgos desconocidos, el fabricante italiano ha mejorado notablemente todo lo que ya tenía a su disposición. Otras ventajas de la estrategia evolutiva: el nuevo Bravo no es ni más pesado ni más caro. Para quien a pesar de todo aún diga "pero": ésta es la forma como Toyota alcanzó su nivel de fiabilidad. Y además, Volkswagen no seguirá un camino muy diferente durante el desarrollo del siguiente modelo Golf.