El hermano mayor del Active Tourer (21 centímetros mayor) se convierte en el nuevo arma de BMW para conquistar el mercado y a todos esos clientes que buscan calidad para el día a día. El paso del “tú y yo” al “nosotros” suele ser la antesala de los hijos y el desencadenante del momento más temido para muchos amantes del automóvil, sean hombres o mujeres: la compra de un coche familiar. Este no es otro que plantearse comprar un monovolumen, un segmento denostado en muchos casos por razones de dinámica pero en el que irremediablemente se acaba cayendo. Ahora bien, se puede entrar en este segmento de muchas maneras, y BMW quiere ofrecer la más digna de todas.
Así, el Serie 2 Gran Tourer está destinado a ser el pañuelo de lágrimas de muchos entusiastas que anteponen sus nuevas necesidades prácticas a sus ganas de quitar pegatinas en el carril izquierdo. Sea como fuere, este monovolumen (o para suavizarlo MPV “Multi-Purpose Vehicle”) pretende dar un nivel de conducción Premium con un alto nivel de funcionalidad y bastante espacio de carga. Todo consiguiendo la armonía conocida en el fabricante bávaro.
Más que un coche familiar
Nada más ver el interior nos damos cuenta de que no estamos ante un monovolumen al uso. En el interior del Gran Tourer se respira calidad, los materiales son muy nobles y la primera impresión es muy buena. Todo está orientado de alguna manera hacia la familia, lo cual es lógico pero no siempre se cumple. Por ejemplo, los asientos traseros con regulación longitudinal de hasta 13 cm, el pulsador que permite abatir los asientos traseros desde el maletero o la banqueta trasera que permite colocar fácilmente tres sillas infantiles.
Aquellas familias que necesiten una tercera fila de asientos la tienen disponible en este modelo por unos 800 euros más. Estos dos asientos extras se pueden esconder por completo bajo el piso del maletero y tienen la ventaja de que se pliegan y despliegan de una forma bastante sencilla. Lo malo es que sólo son válidos para niños, ya que un adulto no puede viajar durante muchos kilómetros porque realmente falta espacio para las piernas.
Por otro lado, el maletero parte de una capacidad inicial de 645 litros, los cuales pueden casi triplicarse hasta los 1905 litros. Gracias al bajo umbral de carga, el equipaje puede guardarse de una manera cómoda. Para objetos pequeños hay múltiples soluciones tanto en el propio maletero como en el habitáculo, desde bolsillos laterales hasta porta botellas de 1,5 litros, una guantera bastante amplia y un vaciabolsillos siempre útil.
Durante nuestra toma de contacto pudimos probar la versión diesel más potente, con 190 cv y equipado de serie con tracción total por ser el motor tope de gama. El resto de versiones, como ya sabemos, viene equipado de serie con tracción delantera.
Después de los primeros kilómetros al volante, está claro que este MPV de BMW tiene brío y fuerza para regalar. Lo que más nos sorprendió fue su buen comportamiento en curvas cerradas. En ellas mostró un comportamiento del chasis bastante seguro y fiable, así como sus cualidades como rodador de fondo. Gracias al aislamiento acústico y a la puesta a punto de las suspensiones, con este coche pueden pasar cientos de kilómetros sin que conductor ni pasajeros noten fatiga.
Las cualidades dinámicas del 220d son más que aceptables. Velocidad máxima de 218 km/h, aceleración hasta los cien en 7,8 segundos y un consumo mixto de 4,9 litros, un buen dato para un vehículo de más de 1,6 toneladas y que supera los 4,5 metros de longitud.
Especialmente para los niños
BMW ha desarrollado una aplicación específica para los más pequeños llamada myKIDO. Con ella se pueden activar en las tablets de los niños series, películas y libros de audio directamente desde la consola central. Esto resulta muy útil en viajes largos y en situaciones complicadas como los atascos para que el conductor no aparte la vista de la carretera.
No obstante, el Gran Tourer no solo ha sido concebido para niños. Los mayores pueden disfrutar desde el acabado básico de los sensores de luz y lluvia y de la frenada de emergencia en ciudad, y pueden ampliar todo el equipamiento que quieran hasta llegar a los excelentes Head-Up display, techo panorámico de cristal, navegador o asistente de conducción en atascos.
Por último, el precio de acceso a este monovolumen es de 29.950 euros, justo en esa barrera psicológica en la que parece que empiezan los coches caros de verdad. Por este precio accedemos a la versión 216d con 116 cv y un consumo homologado de 3,9 litros, el más ahorrador de la gama. De ahí los precios se van incrementando en las versiones 218i, 218d y 220i hasta llegar a los 40.350 euros que cuesta el 220d xDrive con cambio automático de ocho velocidades. El consumo es inferior a cinco litros y la calidad de conducción, como ya hemos comentado, es excelente.