Este año la decepción se ha extendido como un virus en el norte de Suecia. El marzo más caluroso desde hace décadas ha hecho que el hielo de los lagos cuente con una cantidad de agua excesiva para la conducción, ya que no permite controlar prácticamente ningún coche en este tipo de superficie. Sin embargo, los más hábiles al volante siguen encontrando felicidad en este país, aunque sea en el clásico asfalto: gracias a neumáticos de invierno, lugares muy húmedos y a la suciedad en la carretera, la tracción nunca es óptima, pero ahí está la clave. Pocos países permiten exprimir tan a fondo las capacidades de la tracción quattro.
Deportividad
El Audi quattro S1 es el deportivo más pequeño de la gama Audi y su nombre es uno de los mejores embajadores de la división de competición de la marca alemana. El director técnico de este modelo quiso reflejar durante la presentación a la prensa algunas similitudes entre el Sport Quattro S1 de 1985 y el nuevo S1. Son mundos separados por tres décadas, pero ambos han sido creados bajo el mismo concepto de deportividad.
Concepto
La idea de este coche es tan básica como atractiva: combinar la fuerza de 231 CV con una corta distancia entre ejes. La combinación de motor turbo y transmisión manual demuestra que sus creadores tenían desde el principio un vehículo de diversión en su mente. Esto queda reflejado a primera vista en su diseño, ya que el paragolpes, los faldones, faros y pilotos así como el sistema de escape han sido desarrollados específicamente para este modelo.
Sistema de tracción total
Sorprendentemente, Audi ha dotado al S1 de un embrague multidisco Haldex en el eje trasero para evitar a toda costa el comportamiento neutral. Más bien lo ha hecho para que siempre se ponga en práctica su agilidad y su excelente rendimiento en curvas rápidas. El S1 tiene como rasgo peculiar la programación del software, que no sólo ha dejado configurado un ESP en modo realmente deportivo, sino también la capacidad de poner más par en el eje trasero, permitiendo incluso algunos sobrevirajes de forma fácil y controlable.
Agilidad máxima
El control en el paso por curva es sencillamente espectacular. Justo después de un primer cabeceo del vehículo en la entrada en curva, lo que viene después es una distribución perfecta de pesos y un reparto de par entre ruedas y ejes que saca el máximo provecho a la capacidad de tracción, ya que la mayor fuerza recaerá siempre en el neumático con mejor apoyo. En resumidas cuentas, la máxima tracción facilita un ritmo muy alto en situaciones difíciles.
Menos potencia, más par motor
Aunque con 231 CV el S1 resulta “más débil” que el A1 quattro con 256 CV, pero el par que ofrece es 20 Nm superior en comparación con los 350 Nm de su compañero de gama. Además, toda esta fuerza está comprendida entre 1600 y 3000 revoluciones, por lo que las recuperaciones (de 80 a 120 km/h) en sexta son muy rápidas, llevando poco más de seis segundos.
También es importante tener en cuenta el consumo de combustible, aunque en un coche deportivo siempre queda en segundo plano. Audi asegura que este motor de dos litros y cuatro cilindros consume en el mejor de los casos 7 litros, lo que corresponde a 162 gramos de emisiones de CO2 por kilómetro.
Conclusión
El S1 será sin duda el punto de referencia para la próxima generación del Mini John Cooper Works. El pequeño deportivo de Ingolstadt demuestra un poder abundante y una excelente dinámica (tanto longitudinal como transversal) gracias a la tracción quattro. Además, es difícilmente superable en cuanto a agilidad y maniobrabilidad. Desde abril de 2014 este deportivo estará a la venta por un precio que partirá en 34.200 euros.