Ahora, en la segunda generación, el entorno legal que envuelve a la fabricación de coches en Europa no permite un derroche de sonido tan grande, al menos de puertas para afuera. Audi, por tanto, se las ha tenido que ingeniar para no restar emoción al coche y dar argumentos para seguir ofreciendo una auténtica bomba de relojería a su propietario. Pero que no cunda el pánico. La mayor diferencia con respecto al primer RS5 no es sólo el sonido, sino también el motor del que nace toda la fuerza que hace moverse a este deportivo. Audi ha dado carpetazo al V8 de aspiración para colocar en el vano motor un 2.9 V6 de doble turbo, manteniendo invariable – eso sí - la potencia final entregada. Seguimos contando con 450 cv disponibles pero ha cambiado la letra pequeña, es decir, el par motor con el que ahora cuenta el conductor. Son 600 Nm bajo el pedal – antes 430 – capaces de catapultar hasta los 100 km/h al RS5 en 3,9 segundos y ofrecer unas recuperaciones endiabladas.
Ver todos los Audi RS5 en AutoScout24## Un auténtico cohete Pero lo verdaderamente impresionante del nuevo RS5 no son sus cifras, sino su conducción. La puesta a punto de la suspensión y del chasis en general roza la perfección, dejando al conductor informado de todo lo que ocurre bajo las ruedas y respondiendo de una forma precisa y directa a cada milímetro de corrección que el piloto aplica en el volante. Es una sensación casi contradictoria, en la que parece que estemos flotando y a la vez pegados con silicona al asfalto. Gran parte del mérito lo tiene la elección de los neumáticos que utilizamos (275/30 R20 97Y).
Y como todo lo bueno, el RS5 debía ofrecer varios comportamientos a su conductor, no sólo el deportivo. Los desarrolladores han conseguido así sacarle varias caras diferentes gracias a los modos de conducción. Por ejemplo, en el modo confort, el RS5 se traga como pocos deportivos todas las irregularidades del asfalto y puede aportarnos un viaje realmente placentero en largas distancias por vías secundarias. Por otro lado, en el modo dinámico, el chasis se endurece sin llegar a perder esta comodidad en ningún momento.
Lo que sí que hemos perdido, definitivamente, es la parte emocional del sonido. Tratamos de olvidarlo a medida que conducimos, pero la experiencia con el primer RS5 caló tan hondo en nosotros como el primer amor de verano.
- Datos técnicos – Audi RS 5
Longitud: 4,72 Metros, Anchura: 1,86 Metros, Altura: 1,36 Metros, Batalla: 2,77 Metros, Volumen de maletero: 465 Litros
2,9-Litros-Turbo, 331 kW/450 cv a 5.700 - 6.700 rpm, par máximo: 600 Nm entre 1.900 – 5.000 rpm, 0-100 km/h: 3,9 seg, Vmax: 280 km/h, Consumo mixto: 8,7 litros/100 km, CO2: 197 g/km, Euro 6, Precio: desde 99.390 Euros
A pesar de que Audi se sirve del eslogan “A la vanguardia de la técnica”, la técnica no lo es todo y el amor por el diseño no es algo a lo que hayan renunciado desde Ingolstadt. Los creadores de este coche han hecho 1,5 centímetros más ancha la carrocería gracias a nuevas tomas de aire en el frontal y en la zaga. Esto le da un aspecto realmente deportivo que puede ser rematado con el Pack Carbon, el cual, a cambio de 3.500 euros de sobrecoste, añade piezas en carbono que ahorran peso al conjunto (como el techo, los espejos retrovisores o las entradas de aire).
Siguiendo la tradición, los nuevos colores de los modelos top de Audi estrenan siempre el nombre de un circuito. En el caso del nuevo RS5, el elegido ha sido “Sonoma Green”, un verde lacado realmente atractivo que rinde homenaje al trazado californiano situado a unos 45 km al norte de San Francisco. Sonoma sirve de escenario actualmente en la NASCAR.
Muy acogedor
El interior está orientado totalmente a la deportividad. Después de probarlo brevemente, recomendamos a todas luces el pack Alcántara, el cual mejora notablemente el tacto del volante, haciendo que la sensación sea mucho más placentera y acogedora. Los asientos de cuero deportivos se funden a la perfección con el cuerpo y pueden ser decorados con algunos detalles si el propietario lo desea. También quedan a la vista algunas piezas que están terminadas en fibra.
Los amantes de la tecnología verán recompensada su inversión en cuanto suban y vean el cuadro de instrumentación totalmente digital, ajustable y configurable 100% por el usuario. No queda ya ni rastro de los controles analógicos.
Conclusión
EL nuevo Audi RS5 está disponible por 100.000 euros. Sin embargo, a poco que añadamos algún elemento para personalizarlo, el precio se disparará fácilmente hasta los 120.000 euros. Aunque esto suponga una auténtica fortuna, el chasis convencerá a la primera de cambio y hará al conductor sentir que ha hecho la mejor de las inversiones. Lo peor, sin embargo, es que el sonido de la primera generación ha desaparecido. Quien quiera hacer ruido de verdad, tendrá que optar por las alternativas de la competencia: BMW M4 y Mercedes C63 AMG.
