No todos los que se deseen disfrutar de la versión larga con 13 centímetros más de espacio y 5,27 metros de longitud total deberán decantarse por el motor de doce cilindros. Al igual que su hermano más corto, Audi ofrece a los futuros propietarios la posibilidad de adquirir el A8 L con dos motorizaciones V6 y V8 en sus versiones de gasolina (3.0 TFSI y 4.2 FSI) y diésel (3.0 TDI y 4.2 TDI). Por el contrario, el nuevo motor de doce cilindros sólo está disponible con la batalla más larga.
Aquí en España resultará difícil toparse con cualquiera de las dos versiones. Según las previsiones, en Europa tan sólo el 10% de los compradores se inclinará por la versión larga y sólo una mínima parte de este porcentaje irá propulsado por el motor W12. Sin embargo, fuera del viejo continente estos datos no dicen nada de nada como así lo demuestra un análisis rápido de las cifras de ventas de su predecesor. En todo el mundo ruedan aproximadamente el 50% de las 150.000 unidades vendidas de la segunda generación del A8 con una distancia entre ejes más larga, principalmente en las calles chinas. Si tenemos en cuenta que en el país del sol naciente un chófer suele cobrar unos diez euros al día, la opción de la versión larga resulta comprensible.
Asiento de descanso
El incremento del confort es un aspecto más que evidente en esta nueva versión. Los 13 centímetros adicionales de espacio benefician principalmente a los ocupantes de las plazas traseras que ahora se pueden poner cómodos en unos asientos de regulación eléctrica. Al contrario que en su predecesor, ahora también existen asientos de regulación individual para el modelo de cinco plazas. Anteriormente, para disfrutar de este plus de comodidad era necesario encargar el modelo de cuatro plazas con consola central fija. Éste sigue estando disponible y, como una exquisitez más, Audi ofrece ahora un asiento de descanso en el lado derecho.
Si encargamos este extra (que cuesta más de 12.500 €) podremos desplazar el asiento del copiloto hacia adelante pulsando un botón, inclinar el respaldo y plegar el reposacabezas hacia abajo para obtener una mejor visibilidad. Al mismo tiempo, del respaldo saldrá un reposapiés para que el pasajero de la parte trasera de esta limusina pueda levantar las piernas. Por supuesto, este espectacular asiento cuenta con calefacción, ventilación y función de masaje y las bebidas se mantienen bien frías en la nevera opcional situada detrás del reposabrazos central.
Unos 8.000 euros para gozar de un mayor espacio
El hecho de que el asiento de descanso – que en el caso del W12 cuesta aproximadamente la mitad – sea tan caro se debe, sobre todo, a los extras de equipamiento que se han de encargar obligatoriamente y que en la versión superior ya vienen de serie. Entre estos extras se encuentran, además de la configuración de cuatro plazas, el climatizador de cuatro zonas y el sistema de entretenimiento con sus dos pantallas de 10" en las que los pasajeros de las plazas traseras pueden visualizar, además de DVDs, el mapa del sistema de navegación.
En el caso de los motores de seis y ocho cilindros, el suplemento de la versión larga se cifra en torno a los 8.000 euros, aunque una parte de este importe corresponda al equipamiento extra. Todos los A8 L se entregan con equipamiento en cuero y techo corredizo de serie. Sin embargo, la lista de precios incluye muchos otros extras, por lo que casi todos los sistemas de ayuda al conductor, tales como sistema de advertencia de ángulo muerto o el sistema de alarma de salida del carril, han de pagarse por separado.
Elementos especiales bastante caros
Otro elemento caro es el sistema de navegación High End que, si se desea, también muestra imágenes por satélite obtenidas de Google Maps y también el sistema de sonido de Bang & Olufsen constituye un elemento de lo más selecto. Otra buena opción es el techo panorámico de dos piezas que por primera vez también cuenta con una función de elevación para el cristal trasero. Parece que son sólo unos pocos los que se sienten intimidados por estos precios, ya que el comprador medio de un A8 se gasta entre 25.000 y 30.000 euros en el equipamiento extra.
Aquellos que se decanten por la mecánica W12 tampoco se preocuparán por el dinero, puesto que la joya de la corona de Audi cuesta al menos 151.790€ euros. A cambio, tanto los faros con tecnología LED como una parrilla especial y los espejos retrovisores cromados vienen montados de serie, al igual que el logotipo W12 en las aletas. En comparación, el A8 L con motor de seis cilindros, tanto en su versión gasolina (90.720 €) como diésel 86.500 €, tiene un precio sensiblemente inferior, mientras que la mecánica de ocho cilindros está disponible por 107.320 euros. Sin embargo, con este modelo el conductor sólo podrá sacar partido a un máximo de 372 CV, en el caso del 4.2 FSI, lo que supone 128 CV menos que en el nuevo W12.
Mayor potencia, menor consumo
En comparación con su predecesor, propulsado en realidad por el mismo motor de doce cilindros y 6,3 litros de cilindrada, los ingenieros han logrado aumentar la potencia a 500 CV. Junto con un diámetro interior del cilindro 2 milímetros más grande, el cambio a una inyección directa del combustible es quizá la modificación más importante. Ésta es también en gran medida la responsable de que, pese al aumento de potencia, el consumo se haya reducido en un 10% hasta alcanzar los 12,4 litros a los 100 km según el ciclo UE.
Sus 500 CV lo dicen todo, al igual que su impresionante par motor, si bien es cierto que el W12 (W porque Audi ha montado casi dos motores V6 uno al lado del otro) no desarrolla su potencia máxima de 625 NM hasta las 4.750 vueltas. Sin embargo, a partir de las 1.800 revoluciones ya disponemos de 600 NM con los que conseguir un enorme impulso. Esto se traduce, en cifras, en una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y una velocidad máxima de 250 km/m regulada electrónicamente, por supuesto.
Primera virtud: la superioridad
No obstante, quienes esperen un desarrollo brutal de la potencia están muy equivocados. Tal y como cabe esperar de un motor de doce cilindros, éste se muestra elegante y reservado. Ajeno a las demostraciones de potencia propias de la pubertad, este motor trabaja de forma segura y tranquila. En el momento en el que el conductor pisa el acelerador, el W12 pone toda potencia deseada a su disposición y el cambio automático de ocho velocidades reduce rápidamente para impulsar al A8 hacia adelante.
Todo esto se lleva a cabo sin que el motor emita ningún sonido, sin problemas de tracción (gracias a la tecnología quattro) y, por supuesto, sin esfuerzo alguno. La primera de todas las virtudes de los doce cilindros también la posee el Audi A8 W12: la superioridad.
Manejable como un utilitario
El incremento de longitud no afecta para nada a las características de conducción. Este buque insignia de Audi de 5,30 metros de longitud y 2.130 kg de peso construido de aluminio se deja conducir con una ligereza extraordinaria no sólo en autopista, sino también en carreteras convencionales menos cómodas, casi como si se tratase de un utilitario. Tanto la respuesta a la aceleración como el programa de cambio automático, la dirección y, por supuesto, la suspensión neumática se pueden regular de forma individual, lo que permite al A8 pasar de ser un suave planeador, cuyo chasis absorbe cualquier irregularidad, a una limusina deportiva con una imponente agilidad.
En lo que respecta a su rendimiento el A8 L W12 se encuentra por debajo de sus competidores, aunque por el contrario ocupa un lugar intermedio en lo que al precio se refiere.
Híbrido y tracción delantera
Quienes ni siquiera se atrevan a soñar con la versión larga y el motor W12 y para los que la versión más económica del A8 (77.920 euros) aún resulte demasiado cara deberán esperar al año que viene. Será entonces cuando Audi ponga en la calle una versión «reducida» del 3.0 TDI con unos 200 CV de potencia y tracción delantera que, además, será considerablemente más barata. Para finales de 2011 está previsto además el lanzamiento del A8 Hybrid que sin duda no será barato e irá impulsado por un motor de gasolina de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada y un motor eléctrico. Juntos desarrollarán 245 CV y 480 Nm, aunque su consumo se cifra en unos escasos 6,2 litros de combustible.
Datos técnicos
Marca y modelo | Audi A8 L | |
---|---|---|
Acabado | (W12) | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 5.267 / 1.949 / 1.471 | |
Distancia entre ejes (mm) | 3.122 | |
Diámetro de giro (m) | N.D. | |
Peso (kg) | 2.130 | |
Volumen del maletero (l) | 510 | |
Neumáticos | 255/45 R19 | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 6.301 | |
Potencia (cv) | 500 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 625 / 4.750 | |
Tracción | Total | |
Transmisión | Automática, 8 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Gasolina | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 18,2 / 9 / 12,4 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 290 | |
Consumo durante test (l/100km) | N.D. | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 4,7 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D. | |
Capacidad depósito (l) | 90 | |
Velocidad máxima | 250 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 151.790 | |
Más datosMenos datos |
Conclusión
La versión larga ennoblece al Audi A8 de forma definitiva y lo convierte en la limusina de los chóferes por excelencia. Además, tanto el conductor como los pasajeros tendrán la posibilidad de disfrutar de él. Los pasajeros disfrutarán en su parte trasera de mucho espacio y, si así lo desean, de un gran número de extras orientados al confort, tales como el asiento de descanso, el sistema Rear Seat Entertainment o el techo panorámico elevable, todo ello de serie. Por su parte, el chófer disfrutará como siempre de un excelente confort de marcha y una agilidad sin igual. Y aquellos que tengan suerte, y si el jefe es generoso, podrán disfrutar del soberbio desarrollo de la potencia del motor W12 de 500 CV.