Pese a todo, sus retoques estéticos moderados a la par que eficaces tienen un carácter más bien secundario, si tenemos en cuenta algunas de las espectaculares novedades tecnológicas que trae consigo. Sobre todo en lo que respecta a su propulsor, el A5 ha logrado aumentar su potencia y reducir su consumo.
Ya sea en versión Coupé, Cabrio o Sportback, la serie A5 presentada en 2007 todavía se puede dejar ver. Por este motivo, Audi ha sido bastante cuidadosa a la hora de realizar los retoques estéticos y tan sólo ha perfeccionado algunos detalles. Lo que más llama la atención son las novedades que presenta la parte delantera. Así, la nueva forma de los grupos ópticos hace que el coche tenga una mirada más profunda y su nueva luz de conducción diurna tipo LED le otorga un semblante casi futurista combinado con un cierto nivel de prestigio. Su faldón delantero modificado también contribuye a perfilar una apariencia más elegante en sus tres variantes de carrocería y, además, la chapa también ha sido sometida a un ligero alisado adicional.
De la misma manera, el interior también ha sido objeto de pequeñas mejoras estéticas y funcionales. El nuevo volante de tres radios en piel dispone ahora de más elementos de mando, mientras que de la unidad de control del todopoderoso sistema multimedia MMI navegación, que ya antes resultaba bastante fácil de manejar, se han eliminado algunos botones. También se ha remodelado y perfeccionado ligeramente la unidad de control para reproductor de CD y climatizador situada en la consola central.
Internet en movimiento
Sin embargo, mucho más espectacular que las insignificantes mejoras de diseño y la presentación optimizada de las superficies de mando son las novedades que ofrece la tecnología que se esconde detrás de ellas. Especialmente el sistema multimedia MMI navegación plus demuestra su superioridad con algunas funcionalidades fuera de serie. Aquellos que encarguen este super navegador con control por voz mejorado (al menos 2.900 euros) tendrán la posibilidad de ampliar sus funciones con la instalación manos libres Bluetooth con conexión a Internet. Gracias a la conexión uno tiene la posibilidad, por ejemplo, de aprovechar las imágenes de Google Earth para la representación de los mapas en el navegador y, además, incluir la información en línea más actual sobre el tráfico en la configuración de la ruta a seguir.
Y hablando de Internet, un A5 equipado con la instalación manos libres Bluetooth para el teléfono móvil con conexión web se convierte de inmediato en un «WLAN hotspot», es decir, en un punto de acceso a la red. Durante nuestra prueba de conducción tuvimos la oportunidad de probar extensamente esta función a través de nuestro iPad. Desde el asiento trasero y con el coche en movimiento pudimos navegar por Internet, leer nuestros e-mails e incluso visualizar vídeos descargados de Youtube, aunque con una resolución limitada. Todo ello, además, con un flujo de datos sorprendentemente rápido.
Aún más suave
El hecho de navegar por Internet resulta aún más placentero si cabe gracias a algunas optimizaciones efectivas a las que ha sido sometido el chasis. La subestructura, con su diseño básico inalterado, ofrece ahora una experiencia de confort mucho más agradable gracias a diversas mejoras en detalles. El A5 rueda ahora de forma especialmente fácil y suave por encima de las irregularidades más pronunciadas de la calzada.
El chasis estándar en combinación con las llantas de 18 pulgadas logra convencer sin duda alguna en lo que a comodidad se refiere y, además, es capaz de cumplir las expectativas más elevadas en cuanto a dinámica transversal. De forma adicional también hay disponible un sistema de chasis adaptativo del que, no obstante, se puede prescindir sin problemas. Su dirección electromecánica no logra transmitir una sensación de conducción demasiado directa, si bien lleva a cabo su trabajo de forma completamente satisfactoria y, además, nos ayuda a ahorrar algunos decilitros de combustible.
Muchas innovaciones, menos consumo
Sin embargo, la multitud de novedades que presenta el motor son realmente las encargadas de lograr increíbles reducciones en el consumo de combustible. En este sentido, el propulsor que más nos ha sorprendido es el gasolina de acceso 1.8 TFSI que ha sido ampliamente revisado. En realidad, lo más normal hubiera sido esperar que Audi aumentara la potencia de 160 a 170 CV tan sólo a través del control del software y, sin embargo, sus orgullosos ingenieros hablan de modificaciones más profundas en el hardware.
Gracias a una inyección indirecta adicional, una presión de inyección aumentada y mayores niveles de libertad en la distribución variable por válvulas, una regulación completamente electrónica del líquido refrigerante y la integración del colector de gases de escape en el circuito de refrigeración por agua de la culata, Audi ha logrado aumentar la dinámica al mismo tiempo que ha reducido notablemente las emisiones y, sobre todo, el consumo. Con el colector de gases de escape refrigerado de forma adicional parece que el cuatro cilindros registra un consumo mucho más reducido que hasta ahora – sobre todo en un modo de conducción más dinámico –, ya que gracias a la refrigeración por agua de dicho colector este gasolina turbo es capaz de prescindir del habitual engrasado de la mezcla a plena carga y, de esta forma, ofrecer un consumo de combustible notablemente inferior a una mayor demanda de potencia.
Más rápido y más eficiente que la competencia
Y potencia es exactamente lo que uno exige de buena gana a este motor sumamente rápido. Combinado con un cambio manual de seis velocidades, el nuevo gasolina básico montado en el A5 Coupé logra cubrir la distancia de aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos, impulsando este elegante dos puertas hasta los 230 km/h. El amplio rango de revoluciones útil resulta especialmente impresionante. A partir de las 1.000 vueltas el coche ya está listo para echar a rodar y a 1.400 revoluciones ya tenemos a nuestra disposición el total de los 320 Nm. En prácticamente cualquier situación el motor aumenta revoluciones de forma limpia, lineal y extraordinariamente solícita, mostrándose poco fatigado incluso a 6.000 revoluciones, mientras la aguja continúa subiendo de manera desenfadada hasta la zona roja cercana a las 7.000 vueltas. Pese a todo, más allá de la marca de las 6.000 revoluciones no ocurre gran cosa aparte de que la suave acústica de alta tecnología viene acompañada ahora de unas notas manifiestamente más rotundas.
Sin embargo, el nuevo 1.8 TFSI no sólo es una pequeña revelación en el aspecto de la dinámica longitudinal, sino que, de forma paralela, este cuatro cilindros alcanza un nivel absolutamente extraordinario en términos de consumo. Con sus 5,7 litros, el nuevo A5 aventaja claramente a cualquiera de sus competidores en lo que respecta a la eficiencia. Si bien el 320i Coupé de BMW de 170 CV se encuentra en realidad entre los competidores especialmente eficientes, su consumo homologado es exactamente 0,9 litros superior y, dicho sea de paso, con unas prestaciones algo inferiores. Aún peor es la nota que saca el nuevo Mercedes C 180 Coupé. Con el nuevo 1.8 TFSI, Audi corrobora con creces el famoso eslogan que viene acompañando a la casa desde hace tiempo y que nos avisa de que Audi se encuentra «a la vanguardia de la tecnología».
Menos es más
Con el resto de sus motores Audi también es capaz de alcanzar mejores marcas. El primero de los seis cilindros, el 3.0 TDI de 204 CV disponible exclusivamente en combinación con el cambio automático continuo Multitronic, logra despuntar con un consumo inferior a cinco litros. En lo que respecta a la variante TDI de 245 CV, el sistema de parada y arranque montado de serie en todos los motores y una menor fricción del motor logran un consumo modesto de 5,7 litros – pese a la tracción integral de serie – y unas prestaciones superiores (5,9 segundos, 250 km/h). Otros propulsores igualmente novedosos para la serie A5, y sospechosos de establecer referencias en el segmento, son el motor diésel básico 2.0 TDI en su variante de 177 CV, así como el 3.0 TFSI V6, que con sus 333 CV sustituye al motor V8 montado hasta la fecha en el S5 y que también aúna unas excelentes prestaciones con un nivel de consumo bajo.
Si bien en el caso de los motores Audi demuestra sin ningún problema que menos es más, en el aspecto de los sistemas de ayuda también nos enseña que más es más. La nueva serie A5 cuenta ahora con un programador de velocidad con regulación de distancia apoyado por sensores de radar que con una intervención en el sistema de frenos es capaz de evitar choques frontales rodando a una velocidad de hasta 30 km/h. Más de allá de los 30 km/h, y hasta los 200 km/h como máximo, el sistema mantiene de forma automática una distancia predeterminada con anterioridad con respecto al vehículo que circula delante. De esta forma, los trayectos largos por autopista se realizan de forma mucho más relajada. Además, también dispone de un asistente de mantenimiento de carril que actúa suavemente sobre la dirección para corregir cualquier salida involuntaria del carril y de un sistema de recomendación de parada que gracias a una compleja interacción de diferentes parámetros sensoriales es capaz de detectar a un conductor cansado.
Por lo tanto, la lista de posibilidades del A5 ha crecido enormemente y, a la vista de la multitud de extras disponibles, el A5 de nuestros sueños no sólo aumentará en prestaciones, sino también en precio. La versión básica del A5 Sportback con motor 1.8 TFSI cuesta la friolera de 36.900 euros. Con tan sólo hacer un par de crucecitas en los sitios adecuados de la lista de extras, este importe puede aumentar fácilmente en 10.000 euros. La versión más cara es el S5 Cabrio, disponible por unos 71.000 euros. Además, también existe la versión más alta de gama, el RS5 de 450 CV, sobre el que ya os informaremos exhaustivamente en otro momento.
Conclusión
Una revisión aparentemente poco espectacular por fuera ha resultado ser un pequeño torbellino de innovaciones tecnológicas increíblemente eficaces. A día de hoy, la serie A5 logra combinar como ningún otro competidor una dinámica superior con un consumo reducido, algo que debe sobre todo a sus nuevos propulsores. En este sentido destaca especialmente el motor de gasolina 1.8 TFSI que ha sido sometido a una completa revisión y que gracias a algunas soluciones tecnológicas inteligentes eleva enormemente el listón de la eficiencia.
Pequeñas mejoras estéticas y funcionales tanto por dentro como por fuera, nuevas funciones web opcionales y un chasis claramente más cómodo completan un paquete de medidas muy conseguido. Tan sólo la nueva dirección de efecto algo sintético y la exorbitante política de precios aplicada por la casa alemana empañan una impresión de conjunto muy positiva.