El pistoletazo de salida lo dio a finales de 2011 el Audi A8 de 520 CV con el que durante una prueba de conducción logramos registrar un consumo de combustible de 8 litros, es decir una cifra muy por debajo del consumo homologado. El siguiente en hacer uso de los cilindros en función de las distintas necesidades y situaciones será el más pequeño de la casa, el A1. La siguiente prueba nos revelará lo eficiente que el contrincante del Mini es capaz de ser y cómo se desenvuelve este cuatro puertas denominado Sportback. Cuando Audi habla de su nuevo A1 Sportback intenta por todos los medios evitar la palabra «utilitario» y en todo momento la sustituye por el término «pequeño compacto». Pero ¿qué es entonces el A3? Muy fácil, –responden los portavoces de Audi más que prevenidos ante esa pregunta– «el gran compacto». A pesar de contar con la tecnología del Polo y de que su carrocería mide apenas 3,95 metros de longitud, incluso estéticamente resulta difícil clasificar al A1 en el escalafón de los utilitarios. Al fin y al cabo, «utilitario» suena a concesiones, a optimización del presupuesto y, sin embargo, al contemplarlo no da la impresión de que sus creadores hayan renunciado a nada.
Es más, la versión Sportback disponible a partir de febrero de 2012 ofrece incluso más que la versión normal. Por primera vez este «pequeño compacto» presenta cuatro puertas de acceso, algo que amplía enormemente su utilidad. Hasta ahora, la versión de dos puertas estaba más bien pensada para solteros/as o para parejas sin hijos. Ahora ya puede viajar de forma relativamente cómoda toda la familia. Al menos aquellos que viajen con niños pequeños sabrán apreciar la enorme utilidad de las dos puertas adicionales. Y otra ventaja es, sin duda, que las puertas delanteras de tamaño más reducido se pueden seguir abriendo incluso en plazas de aparcamiento estrechas.
Belleza y elegancia
Gracias a las puertas adicionales los pasajeros de mayor envergadura accederán más fácilmente a la parte trasera, aunque no llegarán a sentirse del todo a gusto, ya que la libertad de movimiento a la altura de las rodillas y la cabeza continúa siendo más bien modesta. El acceso sigue siendo estrecho y, además, los reposacabezas traseros no se pueden elevar para acomodarlos a la altura de la cabeza de los pasajeros más altos. Si bien el Sportback ofrece una altura de techo un par de milímetros mayor, ni siquiera Audi puede hacer milagros si ha de atenerse a unas dimensiones exteriores concretas.
Y hablando del exterior, cabe destacar que éste sólo ha sufrido ligeras modificaciones. Las proporciones del Sportback resultan de alguna forma más armónicas. El dos puertas es un modelo de trasera recta y tintes coupé que, dependiendo del ángulo desde el que se mire, puede mostrar un aspecto original. Por este motivo, el cuatro puertas se muestra más coherente en sus proporciones. Por lo demás, el A1 se suma claramente a la estética de las familias de la casa Audi, ofrece una imagen segura de sí misma, independiente y exhala un evidente aura de alta calidad.
Lo mismo ocurre con su habitáculo que definitivamente ofrece el interior de gran serie más elegante de todo el segmento de los utilitarios. Algunos aspectos destacados son su excelente visibilidad, los fantásticos materiales empleados, las elegantes inserciones decorativas y las modernas soluciones de navegador, Internet y sonido. En realidad, uno se siente como en un modelo superior de Audi que en su parte delantera ofrece además una buena sensación de espacio y unos asientos cómodos y aptos para largas distancias. Además, Audi ofrece la posibilidad de elegir entre diveresas opciones de color y luz, lo que permite a los clientes individualizar en mayor grado el interior de su coche.
Motores robustos y eficientes
La gama de motorizaciones también cumple casi cualquier deseo. Entre los propulsores ya conocidos se encuentran el gasolina TFSI de 86, 122 y 185 CV, así como el diésel 1.6 TDI de 90 o 105 CV. Más adelante, pero aún en 2012, llegarán dos novedades muy interesantes. Una nueva mecánica diésel de dos litros que genera 320 Nm y desarrolla 143 CV y que pese a sus extraordinarias prestaciones resulta sumamente eficiente, tal y como demuestra su consumo de 4,1 litros. La segunda novedad es el gasolina 1.4 TFSI de cuatro cilindros y 140 CV que gracias a la tecnología COD (Cylinder on Demand) o desconexión de cilindros y su combinación con un cambio de doble embrague parece que registrará un consumo de combustible inferior a los 5 litros. Pero lo realmente fascinante es que este potente motor es capaz de llevar al A1 hasta los 100 km/h en aproximadamente 8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 212 km/h.
El truco para ahorrar combustible es muy sencillo: si el motor funciona a media carga, en el régimen de revoluciones comprendido entre las 1.400 y las 4.000 vueltas se desconectan automáticamente dos de los cilindros. Sin embargo, en este caso el conductor debe ir con mucho cuidado con el pedal de aceleración a fin de dosificar muy bien la potencia. Por este motivo, los conductores con un estilo de conducción más agresivo rara vez experimentarán el funcionamiento del A1 en modo dos cilindros. En cambio, aquellos que se muestren más tranquilos lograrán que el motor funcione muy a menudo en modo reducido, ya sea en conducción por ciudad, en carretera o en autopista.
Menos diversión al volante equivale a un menor consumo
El cambio de cuatro a dos cilindros y viceversa tiene lugar de forma extremadamente suave, tan sólo de vez en cuando alguna que otra diferencia de vibración y una acústica más profunda nos anuncian que el motor está cambiando de modo. Sin embargo, estas reacciones no resultan en ningún momento molestas. En modo dos cilindros el desarrollo de la potencia resulta bastante contenido, aunque un ligero toque del acelerador es suficiente para activar rápidamente la potencia de los cilindros número dos tres. Esto tiene lugar en cuestión de milisegundos y sin apenas retardo vuelve a poner en marcha un motor muy vivo.
Por cierto que los cilindros se desconectan con la ayuda de levas variables que permite cerrar las válvulas y que, junto con el corte de la inyección de gasolina, inhiben el proceso de combustión. Esta tecnología tan sencilla funciona de manera impecable y casi imperceptible y en un trayecto de prueba de 40 kilómetros fuimos capaces de rodar de forma sorprendentemente frecuente en modo dos cilindros. Así, con el aire acondicionado desconectado logramos un consumo de 5,1 litros, lo que supone tan sólo unos decilitros más que lo que marca el consumo homologado.
Sin lugar a dudas, se trata de una excelente cifra, aunque no olvidemos que hace unos meses con un S8 fuimos capaces de registrar un consumo muy por debajo del consumo homologado. Aunque parece ser que durante algunos trayectos realizados por la casa con la versión COD del A1 los probadores lograron cifras de consumo inferiores a los cuatro litros, según nuestra experiencia en la práctica será sumamente difícil lograr consumos inferiores a cinco litros. En cambio, consumos claramente superiores no serán ningún problema. El hecho de conducir por carreteras sinuosas a gran velocidad, por ejemplo, tendrá una ventaja y un inconveniente. Si bien su chasis bien tarado se muestra exquisito en estas condiciones, el consumo podrá superar perfectamente los nueve litros.
Una cuestión de precio
Con propulsores más grandes y potentes resulta más fácil aprovechar el potencial de ahorro de la desconexión de cilindros, mientras que con motores más pequeños es más complicado. Quizá también por este motivo Audi no equipará todas las mecánicas con este sistema, sino que en un principio esperará a ver las reacciones de los clientes y a verificar la demanda para tomar una decisión al respecto. En este sentido, será interesante saber qué precio tendrá el TFSI con tecnología de desconexión de cilindros. Si el 1.4 TFSI se llegara a situar al nivel de 2.0 TDI (22.000 euros) es posible que la demanda sea más bien escasa, ya que el motor diésel permite una conducción más divertida y, al mismo tiempo, más eficiente.
En cualquier caso, en principio el A1 no se encuentra entre los compactos más baratos, sea cual sea su configuración de puertas o su motorización. En el caso del Sportback, el gasolina de acceso de 86 CV rondará los 17.000 euros, y quizá por este motivo Audi también rehúsa hablar de un utilitario, ya que por este mismo dinero uno puede adquirir un compacto bastante bien equipado. Ya se sabe que los que deseen disfrutar de un nivel premium al más puro estilo Audi tendrán que hacer un esfuerzo económico. Y aquellos que deseen un A1 con un par de CV más y alguno de sus interesantes componentes adicionales podrán estirar fácilmente el precio hasta superar los 30.000 euros por un pequeño compacto con formato de utilitario.
En el segmento de los utilitarios, el A1 es un fuera de serie. Ningún otro ofrece tanta calidad, tecnología, diversión al volante y lujo con unas dimensiones tan compactas.
Conclusión
Audi ha incorporado más alicientes para animar las ventas del A1. Por un lado, dispone de dos prácticas puertas adicionales en una parte trasera un poco más grande y, además, en breve se comercializará con un nuevo motor 1.4 TFSI con desconexión de cilindros que ofrece unas prestaciones espectaculares, así como un enorme potencial de ahorro. Con él es posible lograr cifras de consumo en torno a los cinco litros, aunque el acelerador nos permite en todo momento extraer todo el potencial que esconde. Un compromiso interesante.
Esto también se puede aplicar al nuevo 2.0 TDI que es capaz de entusiasmar sobre todo gracias a su amplio par motor y a su consumo aún más reducido. Pero también gracias a un buen precio de acceso que, si tenemos en cuenta su lista de opciones excepcionalmente larga, puede llegar a alcanzar límites exorbitantes.
