Son tres caras muy diferentes para una misma moneda … Volvo presentará en el próximo Salón de Detroit un concept-car híbrido basado en el XC60, su todoterreno de menor tamaño. Se trata de una versión que combina dos motores (uno eléctrico y otro de gasolina) con la peculiaridad de que sus baterías pueden ser cargadas mediante un simple enchufe a la red eléctrica, no sólo con la energía creada por el propio coche en fases de retención o frenada del vehículo.
Las diferentes potencias prometidas por el fabricante sueco hablan de 280 cv para el motor de combustión de cuatro cilindros, 70 cv para la unidad eléctrica y una entrega máxima puntual de 350 cv. Esta última característica le permite firmar aceleración de 0 a 100 en tan sólo 6,1 segundos y alcanzar velocidades máximas de 210 km/h.
Tres formas de gestionarlo
Como suele ser habitual en este tipo de vehículos, el conductor dispone de un mando en la consola central a través del cual puede seleccionar diferentes modos de conducción. En este caso, existen posiciones Pure, Hybrid y Power, que atribuyen más o menos responsabilidad a cada uno de los motores según las necesidades.
En el primero de ellos, por ejemplo, la prioridad absoluta corre a favor del motor eléctrico, encargado de mover el eje trasero. Aunque no se ha detallado todavía a cual es el rango de velocidad en el que puede funcionar éste de forma única, sí se sabe que podrá mover al XC60 durante un máximo de 45 kilómetros siempre y cuando la batería esté cargada al 100%.
El modo Hybrid, por su parte, es la configuración por defecto y puede activar o desactivar cada uno de los dos motores según la necesidad de tracción a las cuatro ruedas. Volvo asegura que se ha conseguido un dato de consumo de tan sólo 2,3 litros cada cien kilómetros y que la autonomía máxima del coche en este modo llega prácticamente a los 1.000 kilómetros. Por último, el modo Power es capaz de extraer (siempre que haya energía suficiente en las baterías) todas las capacidades de ambos propulsores, llegando a alcanzar una suma de potencia de 350 cv.
ISG
El secreto de funcionamiento de este XC60 reside en la unidad ISG instalada entre el motor de gasolina y la caja de cambios. El Integrated Starter Generator, como su nombre indica, es el encargado de encender y apagar el motor de gasolina como cualquier sistema “Start&Stop” y producir energía para recargar las baterías durante las fases de desaceleración. De la misma forma, éste permite utilizar la función “Save”, con la que se mantiene una reserva de energía suficiente como para mover el coche durante 20 kilómetros utilizando únicamente energía eléctrica.
Cargar la batería
Otra peculiaridad de este concept es que el sistema de recarga puede gestionarse mediante una aplicación de teléfono móvil. Con ella se puede verificar el estado de la carga, localizar el punto de recarga más cercano o simplemente programar una climatización del vehículo minutos antes de que vayamos a usarlo. De la misma forma, ofrece información sobre la autonomía disponible o el nivel de consumo durante los últimos kilómetros. En este punto, Volvo asegura que el tiempo necesario para recargar las baterías es de 3,5 horas en una toma de corriente de 220 Voltios y 12 amperios.
En un par de años
Por el momento, la firma sueca no ha dado una fecha concreta para empezar a fabricar este modelo, pero sí advierte de que en un par de años algún otro modelo podría incorporarla de forma definitiva. Este concept-car será presentado en el próximo Salón de Detroit (del 9 al 22 de Enero).