Podría decirse que el Polo es el tercer modelo más mimado por VW, al menos en Alemania y en toda Europa. Éste es el tercer modelo más vendido por la marca (detrás del Golf y del Passat) y por tanto, cualquier estrategia que sirva para mejorar el producto es bienvenida por sus clientes. Así, durante el último IAA, los de Wolfsburg prometieron un paquete específico para el Polo, el cual consiste básicamente en una parrilla de color negro brillante con el logo R-Line en sus lamas, llantas de 16” o 17” según el motor con diseño específico, salida de escape cromada, alerón posterior sobredimensionado y estriberas especiales en el mismo color de la carrocería.
En cuestión de iluminación, el R-Line añade la función diurna, faros antiniebla e iluminación LED para la matrícula. Además, cualquiera de los clientes que añada este pack estético podrá decantarse igualmente por la suspensión deportiva, cuya rebaja en altura es importante (15 milímetros).
En el interior, lo más atractivo son sin duda los asientos deportivos con el logo R-Line integrado en el reposacabezas, para los que el cliente podrá añadir a la terminación en tela un pack de cuero o Alcántara. Además, se incluyen en el precio del pack el pedalier en aluminio, volante en cuero y revestimiento del techo en color negro.
Lógicamente, el precio a pagar por equipar este pack opcional variará en función del nivel de equipamiento que hayamos escogido previamente. No obstante, el rango de precios estará situado entre los 1.000 y 1.500 euros. Volkswagen aseguró en su día que “casi todas” las motorizaciones se verían beneficiadas por este pack R-Line.