Todo ello, acompañado de una gama mecánica extensa en la que aparece como novedad un motor alimentado por gas natural comprimido. Se ha hecho esperar, pero por fin Volkswagen nos ha mostrado la nueva generación del Polo, la sexta de la historia. Un vehículo que, a lo largo de sus más de 42 años de vida ha sabido ganarse el cariño del público. Una herencia que el nuevo Polo mantendrá vigente, tal y como ha asegurado Klaus Bischoff, responsable de diseño de la marca alemana: “este Volkswagen es inmediatamente identificable con el Polo original, pero también con una generación completamente nueva. Un Polo con un diseño expresivo, que otorga al compacto un aire más deportivo, limpio y único en relación a los demás modelos de la marca. Este es un coche que encaja a la perfección con nuestra época - tanto visual como tecnológicamente”. Y así será.
Diseño continuista
Si bien el nuevo Polo ofrece un aspecto más bien continuista, una tónica que suele ser común en los fabricantes alemanes, bajo el ‘envoltorio’, nada será como antes. Porque el sexto Polo se sujeta bajo la nueva plataforma modular MQB A0, la misma que ya da vida al nuevo SEAT Ibiza y que, en breve, erigirá al nuevo Arona.
Una base que le ha permitido aumentar ligeramente sus dimensiones, concretamente 8,1 centímetros a lo largo, 6,9 a lo ancho, mientras que la altura se reduce en 1 centímetro, llegando así a los 4.05, 1,75y 1,44 metros, respectivamente. Pese a ello, aparecen rasgos estéticos nuevos, como la firma luminosa diurna de LED, tecnología que también se aplica a los faros traseros y que, incluso, está presente en los delanteros, que serán Full LED. Asimismo presenta nuevos paragolpes, una parrilla delantera más ancha, más juegos de llantas de aleación –de 14 a 18 pulgdas- y 14 colores para la carrocería.
Era digital
De puertas para adentro, la sensación de calidad sigue siendo tan alta como en ediciones anteriores. Estéticamente, lo más importante es la llegada del nuevo sistema multimedia central con una pantalla táctil que podrá ser de 8 pulgadas –habrá otra de 6,5-. Como es obvio, la sincronización móvil será total al integrar los sistemas Apple CarPlay y Android Auto, tal y como ocurrirá con las funciones de conectividad, mientras que el equipo de sonido estará firmado por Beats Audio.
Otro elemento de suma importancia, por ser igualmente la primera vez que se ve en un modelo del segmento B, será el cuadro de instrumentos digital Digital Cockpit, que sustituye los típicos relojes analógicos por una pantalla de 12,3 pulgadas completamente configurable.
El resto del habitáculo está representado por el confort y el espacio. Al igual que sucede con el exterior, el empleo de la plataforma MQB A0 ha logrado aumentar su distancia entre ejes, pasando de los 2,47 metros actuales a los 2,56. Del mismo modo, el maletero experimenta un holgado crecimiento al cifrar un volumen de 351 litros, frente a los 280 de su predecesor. Todo ello aderezado con un equipamiento a la última, en donde, cómo no, destaca la dotación de seguridad.
En efecto, el Polo ofrecerá un amplio catálogo de asistentes a la conducción para convertirse en uno de los coches más seguros de su categoría. Entre los distintos elementos se encuentran el control de velocidad adaptativo con asistente de atascos, el sistema de frenada de emergencia automática con detección de peatones, la alerta por tráfico cruzado trasero, el detector de ángulo muerto, un sistema de aparcamiento semiautónomo o el asistente de cambio involuntario de carril.
Sin el 1.5 TSI
Bajo el capó, pocas novedades, pues la gama se mantendrá casi inalterada frente al actual Polo, con la salvedad de la llegada de un nuevo bloque que podrá funcionar con gas natural comprimido, el 1.0 TGI-CNG con 90 CV y combinado a una caja de cambios manual de cinco relaciones.
Así, la gama estará compuesta por cinco motores de gasolina, con dos atmosféricos 1.0 MPI de 65 y 75 CV, y tres turboalimentados, los tricilíndricos 1.0 TSI de 95 y 115 CV y el 2.0 TSI de cuatro cilindros con una potencia de 200 CV que irá en exclusiva para la versión GTI. Un hecho que sorprende es la ausencia, para el mercado español, del nuevo 1.5 TSI Evo de 150 CV, el cual sí monta el Ibiza. La razón puede se que en el modelo español no hay prevista una variante CUPRA situándose así el 1.5 TSI como tope de gama. Por su parte, las opciones diésel se reparten en dos, ambas a partir del bloque 1.6 TDI de cuatro cilindros, el cual puede entregar 85 o 95 CV.
En cuanto a las cajas de cambios, todos se podrán asociar con una manual, de cinco relaciones para los dos diésel, el de GNC y los gasolina de 65, 75 y 95 CV, y de seis para los TSI de 115 y 200 CV. Mientras que la automática DSG de siete estará disponible para el 1.6 TDI de 95 CV, así como para todos los gasolina turboalimentados.
En cuanto a la organización comercial, de la que aún no hay precios, el nuevo Polo podrá elegirse entre tres acabados, Edition, Advance y Sport, a los que se suman tres paquetes de personalización, R-Line, Black y Style. Como tope de gama se situará el Polo GTI, el cual, además de contar con el motor más potente, tendrá un chasis específico denominado Sport Select y una apariencia distinta a la del resto de versiones.