Así es, Volkswagen Motorsport acaba de desarrollar este Golf TCR, o lo que es lo mismo, toda una bestia de competición que con un motor 2.0 TFSI entrega nada menos que 300 CV de potencia. El haber sido como prototipo para el campeonato Touring Car Racing International (TCR), ha hecho que a los ingenieros de Volkswagen se le encienda la bombilla y hayan pensado que quizá puedan complacer a los clientes más deportivos de tener entre sus manos una bestia como este Golf TCR.
De momento esta es una de las hipótesis que se barajan desde la sede de Wolfsburg ya que desde el primer momento, este supercompacto ha cautivado a todos los amantes del Golf, en particular, y de la competición, en general. Y no es para menos puesto que el modelo alemán presenta un aspecto impresionante, partiendo de un frontal con una imagen muy agresiva que está comandada por dos entradas de aire laterales y en la que destacan, cómo no, los pasos de rueda sobredimensionados. La vista lateral y la trasera son igual de impresionantes, sobre todo gracias a la inclusión de unos faldones que parecen casi ir rozando con el suelo y de un enorme alerón posterior fabricado en fibra de carbono. La vista se completa con un enorme difusor en el que están integradas, a cada lado, las salidas de escape.
Con estas credenciales es evidente que su lugar natural es el asfalto del circuito por lo que en el caso de que se acabara produciendo en serie, sólo podríamos verle rodando por allí. Si así ocurriera, cada uno de sus pilotos, perfectamente encajados en sus asientos de competición tipo báquet con una zaga trasera formada por una jaula antivuelco, estaría conduciendo una bestia alimentada por un motor de gasolina 2.0 TFSI que entrega nada menos que 330 CV de potencia y un par máximo de 410 Nm. Toda esa fuerza se entrega a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios auto secuencial DSG.