En el CES 2015 que se ha celebrado en Las Vegas (EE.UU.), un auténtico escaparate tecnológico mundial con cita anual, el fabricante alemán Volkswagen ha dado a conocer el primer turismo compacto del mundo que se controla por gestos, lo que supone una significativa evolución en la interfaz hombre-máquina. Apenas hay botones físicos y, según la propia compañía, el manejo de todos los dispositivos auxiliares de infoentretenimiento es más intuitivo. Quién le iba a decir a Nokia, verdadero gigante telefónico y con un dominio aplastante en todo el mundo, que evolucionaba hacia el terreno de los smartphones pasados los primeros años del cambio de siglo o dejaría de ser una de las reinas de la electrónica y el consumo. Con la lección aprendida de no quedarse dormidos en los laureles, Volkswagen nos muestra en qué líneas de investigación están trabajando sus ingenieros de cara a la conectividad y la interactuación entre el conductor y los pasajeros con el coche. ¿El resultado? El Golf R Touch. Como puedes imaginar debido al nombre utilizado, el tacto retomará su protagonismo al manejarse prácticamente todos los mandos con los dedos.
Partiendo de la base de que cada vez más los equipos multimedia poseen más menús y funciones añadidas que llegan a despistar y a reducir la atención en la carretera, Volkswagen ha reunido a un equipo multidisciplinar de diseñadores y especialistas en ergonomía y electrónica que ha desarrollado un sistema de interacción directa, que se ha montado para la ocasión en un Golf R de 300 caballos, el máximo exponente de deportividad del modelo germano.
Tres pantallas táctiles
El coche equipa tres pantallas táctiles: una de 12,8 pulgadas del propio equipo de infoentretenimiento (con una resolución de 2560 x 1700 píxeles), otra para el centro de control de ocho pulgadas con retroalimentación tácti (situada debajo de la primera, con control de temperatura y las funciones de los medios y una resolución de 800 x 480 píxeles), para finalizar con una tercera pantalla de información activa, la del cuadro de mandos, en formato de 12,3 pulgadas (resolución 1920 x 720 píxeles).
La primera de ellas es la más importante de todas y la principal fuente de innovación, ya que gracias a la cámara en 3D montada en el techo, uno se desplaza por los diferentes menús y confirma su selección. Para moverse entre los programas, bastante con girar la mano, haciendo un gesto como de dejar pasar a alguien; pasa seleccionar, basta con estirar el dedo índice. En el caso del cuadro de mandos, todos los indicadores que ofrece la mecánica así como los datos del ordenador de a bordo se configuran al gusto y en función de las necesidades de cada conductor. Por ejemplo, el velocímetro se puede colocar a la derecha o a la izquierda e intercambiarse con el cuentarrevoluciones, así como variar el tamaño de las respectivas esferas.
Por último, la segunda pantalla de la que hablábamos, la de ocho pulgadas, se coloca en la parte inferior de la consola central para manejar el climatizador, la biblioteca multimedia y las funciones del vehículo tales como el Start&Stop o los modos de conducción.
Más innovación
También se ha aprovechado la ocasión para dar a conocer el 'bass shakers', que llevan los asientos delanteros. Se trata de una evolución del equipo de audio ya que las propias butacas emiten unas ondas de sonido notables que se dejan sentir tanto en la espalda como acústicamente. Se garantiza así unas mayores calidad y percepción de la música.