Toyota Motor Corporation sigue evolucionando en términos de seguridad. La última muestra de ello es la reciente presentación de la segunda generación de Toyota Safety Sense, el conjunto de sistemas de seguridad y ayuda a la conducción de la firma asática que implantó en 2015 en sus modelos.
Un elenco de sistemas de seguridad activa desarrollados para reducir los accidentes, y que está compuesto por el sistema de Precolisión, que ayuda a evitar y mitigar colisiones con los vehículos precedentes o con peatones, el aviso de cambio involuntario de carril, que impide la salida del carril o el control inteligente de luces de carretera, que garantiza una visibilidad delantera óptima al conducir por la noche.
Pues bien, a partir del próximo año, Toyota mejorará las funciones de su Toyota Safety Sense con la segunda generación del mismo. Para ello, seguirá utilizando la cámara de lente única y el radar de ondas milimétricas empleados hasta ahora pero, al mismo tiempo, contará con diversas mejoras que vienen determinadas por la ampliación del alcance de la detección de riesgos o la mejora del rendimiento de la cámara y el radar.
Pero además, aparecen nuevos asistentes a la conducción, para así, formar uno de los sistemas más completos del mercado. De esta forma, los nuevos Toyota estarán disponibles con el Sistema de Mantenimiento de Trayectoria -Lane Tracing Assist- o el Reconocimiento de Señales de Tráfico -Road Sign Assist-, al tiempo que el sistema precolisión amplía su radio de acción al detectar peatones, tanto de noche como de día, y ciclistas.