Estos primeros “Prius enchufables”, que se han vendido en régimen de leasing, están destinados a las principales entidades españolas que operan en los sectores eléctrico, energético, infraestructuras, telecomunicaciones y administraciones públicas. Serán objeto de estudio de los hábitos de desplazamiento reales de los conductores, para de esta forma ajustar la capacidad de la batería y las prestaciones finales del vehículo a las necesidades reales de movilidad de las personas en sus desplazamientos habituales.
El Prius Plug-In Hybrid puede funcionar de forma totalmente autónoma sólo con el motor eléctrico. En este modo, denominado “EV”, se puede rodar durante aproximadamente 20 kilómetros, con una velocidad máxima de 100 km/h. Las baterías de ión-litio de este Prius multiplican por cuatro la capacidad de las del Prius de tercera generación y se pueden cargar completamente en una hora y media enchufando el vehículo a una toma doméstica estándar de 230 V.
Según Toyota, la autonomía en modo eléctrico también se ha multiplicado por diez, permitiendo cubrir la mayoría de los desplazamientos cotidianos en los que las distancias son cortas. A su vez, presenta una reducción de más del 30% del consumo de combustible en ciclo combinado, homologando una media de tan sólo 2,6 l/100 km. Por su parte, las emisiones de C02 se sitúan en 59 gr/km.
Cuando se agota la carga de las baterías, el Prius empieza a funcionar automáticamente como un híbrido combinado convencional. La marca afirma que este vehículo representa un considerable incremento de las capacidades del reconocido sistema Hybrid Synergy Drive, en el que tanto el motor eléctrico como el de gasolina pueden transmitir tracción a las ruedas.
El Prius Plug-In Hybrid ya es una realidad y un claro ejemplo de que, poco a poco, en menos de lo que pensamos la estampa de varios coches enchufados a la corriente para recargar sus baterías (más…) se convertirá en algo habitual...