Puede que no sea el Toyota más vendido, pero sin lugar a dudas es uno de los modelos más queridos por parte de la firma asiática. Además, el Land Cruiser es de los pocos todoterrenos puros que quedan en la actualidad. Quizá por estas dos cualidades, la marca japonesa ha decidido volver a actualizarle.
Para ello, ha modificado ciertos aspectos, como la estética. En este sentido, el 4x4 nipón estrena frontal, con una parrilla más elegante (gracias a los elementos cromados) y sobre todo más ancha, la cual se encuentra secundada por los nuevos faros. Los parachoques también han ganado en volumen, hecho que ha permitido que la longitud aumente en 6 cm, llegando así a los 4,84 metros. Por su parte, en la zaga únicamente ha modificado los grupos ópticos, mientras que las llantas de aleación también presentan inéditos diseños.
De puertas para adentro, el puesto de conducción gana en modernidad y calidad, gracias al empleo de materiales más nobles y de mejor tacto. El elemento más llamativo es, sin duda, la nueva pantalla central, que aumenta su tamaño hasta las 8 pulgadas en la que se integra el sistema multimedia Toyota Touch & Go 2. Del mismo modo, aparece un nuevo volante, un cuadro de instrumentos rediseñado y con pantalla de 4,2 pulgadas con un mayor número de informaciones.
El equipamiento disponible también se incrementa, con asientos delanteros calefactables y con ventilación, climatización independiente para las plazas traseras, parabrisas delantero calefactado, al igual que los limpias y los retrovisores exteriores… Todo ello sin olvidar la mejora en lo que a seguridad se refiere gracias a la inclusión del paquete Toyota Safety Sense, el cual está formado por la frenada de emergencia automática en ciudad con detección de peatones, el control de velocidad adaptativo, la alerta por cambio involuntario de carril o el asistente de luces de carretera, a los que opcionalmente se pueden sumar el control del ángulo muerto o la alerta por tráfico cruzado.
En lo que respecta a su mecánica, el Land Cruiser seguirá apostando por el motor turbodiésel de cuatro cilindros 2.8 D-4D que entrega 177 CV y que podrá combinarse bien con una transmisión manual o con una automática, ambas de seis velocidades. Por su parte, el sistema de tracción total no varía, complementándose con la reductora para sortear zonas escarpadas.