El ofrecer un portón trasero más funcional y el mantener las cotas interiores de espacio para los ocupantes, serán dos de sus principales cualidades. Como también lo será el seguir confinado en lo motores bóxer y en el sistema de tracción a las cuatro ruedas, marcas de la casa. Tras anunciar la nueva generación, la quinta, de su Impreza, el cual presentó bajo la carrocería sedán o cuatro puertas, ahora Subaru amplia miras al mostrar la que será su variante de cinco puertas. Un modelo que será mucho más global que el sedán ya que además del norteamericano, también está previsto que acabe llegando al merado europeo. (Ver todos los Subaru Impreza de ocasión en AutoScout24).
Y es que aunque acorta ligeramente su longitud, sus 4,46 metros suponen 17 cm menos que el sedán, en lo que a capacidad del maletero se refiere, esta seguramente se vea aumentada, al igual que se aumentará la funcionalidad y a practicidad que vendrán determinados por el portón trasero. Lo que no debería variar es su habitabilidad pues ambos comparten la misma distancia entre ejes, 2,67 metros manteniendo inalteradas sus cotas.
Motores bóxer, seña de identidad
Como suele ser habitual en todo Subaru que se preste, este nuevo Impreza se sustentará, dinámicamente, en dos pilares. Por un lado estará el característico motor de gasolina atmosférico de cuatro cilindros en disposición bóxer en el que ahora se añade, como novedad, la inyección directa de gasolina. Cuenta con 2.0 litros de cilindrada y desarrolla una potencia de 155 CV que se gestionan a través de una caja de cambios automática de variador continuo (CVT Lineartronic).El otro pilar será el característico sistema de tracción integral Symmetrical All-Wheel Drive al que ahora se suma el sistema Active Torque Vectoring para mejorar su comportamiento dinámico.
En lo referente a su seguridad, este quinto Impreza montará los últimos avances mostrados por la marca en otros modelos, como el Levorg, y que tienen como punto central el denominado EyeSight, una cámara frontal que se encarga de gestionar, entre otros, el control de velocidad adaptativo, el sistema pre-colisión, el asistente de cambio involuntario de carril, los sensores de ángulo muerto o el asistente de luces de carretera.