Pues bien, además de llevarte algo más de 16 horas al volante, este viaje tiene una distancia de 1.803 kilómetros, que es justo la autonomía que anuncia el nuevo Skoda Superb Greenline. La nueva generación de la berlina checa acaba de recibir con los brazos abiertos a su versión más ahorradora: la Greenline. Versión que, al ya conocido motor 1.6 TDI de 120 CV y al enorme depósito de combustible de 66 litros, añade una serie de características específicas para que su conductor sea capaz de realizar dicho trayecto sin necesidad de parar para repostar.
De esta forma, el Superb Greenline cuenta con ciertos elementos exteriores que modifican ligeramente su aerodinámica para conseguir que su coeficiente Cx pase de 0,275 a 0,263. Nuevas llantas de 16 pulgadas equipadas con neumáticos de baja resistencia a la rodadura (en opción se ofrecen otras de 17 pulgadas), un nuevo alerón trasero en la carrocería Combi, un difusor trasero en la berlina y suspensión rebajada en 15 milímetros para acercar su carrocería al asfalto son algunas de las soluciones que Skoda ha aplicado en esta versión.
A todo ello le acompaña un motor diesel al que los ingenieros también han metido mano para reducir su consumo casi hasta la mínima expresión. Así, asociándolo a una transmisión manual de seis velocidades con unos desarrollos más largos, equipándolo con un sistema de recuperación de la energía en las fases de frenado, con el Stop&Start y sumando un catalizador SCR, este Superb Greenline es capaz de homologar un consumo medio de sólo 3,7 l/100 km, es decir, casi medio litro menos que el 1.6 TDI del Superb ‘normal’. Un consumo que viene acompañado de unas emisiones de CO2 de 95 gr/km.