Llegará con dos carrocerías (utilitario y familiar) y una gama de motores inicial compuesta por tres turbodiésel (los más demandados) y cuatro gasolina, todos ellos de bajo consumo y retocados para cumplir la normativa de emisiones Euro 6. “Durante el desarrollo de la tercera generación del Fabia, nos centramos en crear un vehículo deportivo sin olvidar el modernismo. El resultado es un compacto joven moderno y fresco que marca nuevos estándares en su segmento”, nos dice Jozef Kaban, el jefe de diseño de la marca checa y del que ha dependido los retoques finales. “En primer lugar, le hemos dado unas proporciones más estrictas. El nuevo Fabia es más bajo y ancho que antes por lo que cuenta con una posición más plena sobre la carretera. También tiene bordes afilados, líneas claras y cuenta con elementos de diseño de cristal. Esto nos ha permitido crear un mayor contraste entre luz y sobras y proporciona al modelo un carácter único y seguro de sí mismo”, finaliza Kaban.
Más allá de las cuestiones estéticas que enganchan o no a los futuros clientes, el Fabia da el estirón para pasar por poco los cuatro metros de largo, logrando 1,73 metros de ancho (nueve centímetros más que el modelo actual) y 1,46 metros de alto (tres centímetros menos). El maletero tendrá una capacidad de 330 litros para la carrocería de cinco puertas y más de 500 para el familiar. La plataforma empleada para la fabricación de este vehículo no es la MQB que ya emplean VW Golf, Seat León o Audi A3, sino que se trata de una evolución de la conocida hasta el momento.
Adaptado a estos tiempos
Los propulsores elegidos son cuatro gasolina (de entre 60 y 110 caballos) y tres turbodiésel (de 75, 90 y 110 caballos), todos ellos con Start&Stop y emisiones de C02 por debajo de los 120 gramos por kilómetro recorrido (ninguna pagará el impuesto de matriculación). Según hemos podido saber, no está previsto que haya una variante deportiva RS, si bien en su lugar habrá un acabado (Monte Carlo) que aportará una estética más deportiva. Además, Skoda lanzará un modelo GreenLine de bajo consumo basado en el 1.4 TDI de 75 caballos y que homologará una media de 3,1 litros a los 100 (contará con una serie de medidas como relaciones de cambio más largas, neumáticos de baja resistencia a la rodadura, aerodinámica especial…).
Entre los sistemas de ayuda que llevará y que ya están disponibles en el Volkswagen Polo (en la práctica, su hermano) se encuentran el arranque y parada por botón (no hace falta introducir la llave, sino que puede estar guardada en el bolsillo del pantalón), detector de fatiga del conductor, techo panorámico o el control de velocidad de crucero activo (y del que depende la cámara que va instalada en la parte inferior del paragolpes delantero, en la parte central).
