Aunque aún habrá que esperar hasta octubre para verlo rodar por las carreteras de todo el mundo, Skoda ya ha puesto otra piedra más en el camino del Karoq, su primer SUV compacto. Un modelo cuya primera unidad vio la luz el pasado 26 de julio tras salir de la línea de producción de la planta de Kvasiny, en la República Checa.
Disponible con motores diésel y gasolina con potencias que van de los 115 a los 190 CV, el Karoq mantiene el lenguaje de diseño impuesto por la marca en modelos como el Superbo Kodiaq (target=undefined), su hermano mayor. Entre los elementos más destacados, están la capacidad del maletero de hasta 1.630 litros, los faros delanteros full-LED y un panel digital de instrumentos completamente programable, que está disponible por primera vez en un Skoda
La fábrica central
Kvasiny es uno de los tres centros de producción de Skoda en la República Checa y uno de los más longevos (data de hace 80 años). Con una plantilla actual de 8.000 personas, la planta es la industria que genera más empleo en la región de Hradec Králové. En los últimos años, las instalaciones de producción se han ampliado y modernizado de forma exhaustiva. Solo desde 2015, Skoda ha invertido aproximadamente 418 millones de euros para desarrollar las capacidades de producción de SUV de la planta. En los próximos años, la capacidad de producción aumentará gradualmente hasta los 295.000 vehículos por año, ya que en la actualidad, además del nuevo Karoq, Kvasiny está produciendo el Superb (en ambas carrocerías), y el Kodiaq.
Como parte de la estrategia de futuro 2025 de Skoda, la marca intensificará de forma vigorosa la expansión de su gama de modelos durante los próximos años, con el foco principal en la ampliación de la gama SUV. Con el inicio de la producción en serie del Karoq, la compañía marca un nuevo hito. El lanzamiento al mercado del nuevo SUV compacto tendrá lugar en el mes de octubre.