A pesar de que aún no conocemos la imagen que tendrá el XC90 (para la que aún quedan unos días, ya que está confirmado que su debut será en el Salón de París, que se celebrará a principios de octubre), Volvo nos anticipa una parte de la dotación tecnológica que llevará el modelo, compuesta por diversos asistentes a la conducción, con dos primicias a nivel mundial: un protector en caso de salida de la vía y un freno automático que actúa en intersecciones. Volvo ya tiene todo listo para el lanzamiento de su todoterreno XC90, merecido tras los más de 11 años que lleva a la venta con rotundo éxito. Y como no podía ser menos, llevará la seguridad a un extremo nunca antes visto en un vehículo de sus características, fiel a la filosofía de la marca. Tras años de investigación y desarrollo, la sueca anuncia que su XC90 de segunda generación llevará dos artilugios nunca antes visto en un vehículo de serie, ni siquiera en las berlinas de alta gama: el sistema de prevención de lesiones en caso de salirse de la carretera y un freno ‘mágico’ que interviene en las intersecciones que nos encontramos.
El primero de ellos, tras analizar los datos de mortalidad en Estados Unidos (en los que la mitad de los fallecidos se producen por salidas de la vía) y en Suecia (una tercera parte), hará que el asiento amortigüe buena parte de la fuerza del impacto, reduciendo por tanto las posibles lesiones en espalda; la estructura interna cambia además de que la parte inferior de la banqueta será capaz de oscilar, como un muelle, para aliviar las fuerzas del impacto.
El segundo ha sido desarrollado para que trabaje en la ciudad, donde más accidentes por alcance existen. En caso de que las cámaras instaladas detecten un peligro (por ejemplo, por mala visibilidad o porque el conductor no ha mirado lo suficiente), el equipo de frenos actuará sin intervención hasta pararse.
Otros avances
El despliegue en materia de seguridad no se limita sólo a estas dos innovaciones, sino que va más allá con el sistema pre-crash (tensa los cinturones de todos los ocupantes ante un inminente impacto, las luces del freno parpadean para alertar al conductor que viene detrás y los frenos actúan con la máxima presión de fuerza que se puede ejercer), los reposacabezas con WHIPS (mitigan las lesiones del latigazo cervical desplazándose hacia adelante para acomodar la cabeza), un control antivuelco (varios sensores analizan si el vehículo va a sobrepasar la física; de darse el caso, se limita automáticamente el par motor y se frenan las ruedas correspondientes), airbags de cortina que se despliegan hasta las plazas de la tercera fila de asientos, el pack City Safety (capaz de detener el TT de forma automática), el Queue Assist (un dispositivo de circulación autónoma cuando hay mucha densidad de tráfico, capaz de acelerar, frenar y mantener la distancia con el turismo precedente) o una estructura de largueros y travesaños que actúan como una jaula de seguridad protegiendo al máximo a los pasajeros.