Se trata de un prototipo al que se le han quitado las plazas traseras y el techo para lucir el aspecto biplaza racing que tiene. La radicalidad del concepto lo hace inviable para producción. En 2012, Seat llevó al Wörthersee el Mii FR Line Concept; el año pasado, el León Cup Racer acaparaba todos los flashes al tratarse de un deportivo creado para una copa monomarca (y cuyos coches ya se han entregado a los equipos). En 2014, sin duda, Seat se ha superado con el Cupster, una interpretación exclusiva creada a partir de un Ibiza Cupra de 180 caballos con cambio automático de doble embrague DSG. Hasta el momento, es la propuesta más ‘loca’ llevada por el fabricante a esta cita austríaca y que ha causado un gran revuelo.
“El Ibiza siempre ha sido el corazón de Seat: un coche dinámico, con un diseño atractivo, unas buenas aptitudes para el día a día y con una excelente relación calidad/precio”, afirma Jürgen Stackmann, presidente de Seat, y continúa: “En Wörthersee celebramos su 30º aniversario con la presentación singular del Ibiza Cupster”.
Sólo uno
Realizado en exclusiva por el Centro de Diseño de Seat entre profesionales de la planta y un grupo de jóvenes principiantes, el Cupster está creado a partir de un Cupra, que tiene un motor 1.4 TSI de 180 caballos, caja automática de doble embrague y dispositivos electrónicos como el diferencial XDS. Sobre esta base, se la han eliminado por completo las butacas traseras así como todo el techo, incluidos los pilares que sujetan el mismo (A, B y C) y las ventanillas, incluidos sus mecanismos de accionamiento. La suspensión, por su parte, también ha tenido una serie de cambios, como un acortamiento en la distancia de los muelles y los amortiguadores de 80 milímetros.
A raíz de esto, la original carrocería resultante se ha bañado en un color exclusivo New Orange y se han añadido unas llantas de 18 pulgadas multirradio nunca antes vistas en el Ibiza mientras que en todo el bordo se ha fijado un pequeño borde de cristal que hace forma de visera. En el interior asimismo se han acometido una serie de retoques que recuerdan a los Ibiza SC Trophy, los de carreras: el volante se ha tapizado con un cuero sofisticado mientras que la tapicería es de Alcántara y los asientos son unos auténticos bacquets de carreras.
Con todos estos argumentos, el Cupster rememora la línea triunfal del concept Tango y si echamos la vista más atrás es el Ibiza Cabrio de los 80, un prototipo que nunca llegó a fabricarse pero que está presente en la memoria de los fan de la marca.