Seat ha sido muy cauta a la hora de lanzar el Ateca al mercado. Y es que lanzar por primera vez con un todocamino medio requiere andar con pies de plomo. Por ello, la marca española ha sometido a su modelo a las pruebas más extremas. Aquí te las contamos.Seat es consciente de que cualquier error se paga caro. Más aún, si tu producto ha sido anunciado a ‘bombo y platillo’… como es el caso del Ateca, su primer SUV. Por ello, la firma nacional no ha querido que se le escape ningún detalle y, por ello, le ha sometido a los test más duros. Un total de 50 ingenieros y 40 coches han ‘sufrido’ en sus chasis las más de 80 pruebas y 25.000 kilómetros que se han llevado a cabo en una zona desértica del sur de España, donde se alcanzan los 45 grados centígrados a la sombra. Pero, ¿a qué tipo de pruebas extremas se somete un vehículo? Aquí algunos ejemplos.
Prueba de tracción y descenso controlado. Se prueban los sistemas de control de tracción con pendientes de hasta el 35%, así como el funcionamiento del Hill Descent Control, un sistema que garantiza un descenso controlado sin que el conductor tenga que accionar el pedal de freno y también la activación el ABS de manera automática si fuera necesario.
Prueba de control de remolque. El riesgo de perder el control del vehículo al llevar un remolque es mayor. Esta prueba testa el funcionamiento del Trailer Stability Program, que ayuda a mantener la estabilidad del coche cuando éste lleva anclado un remolque.
Prueba de Klapper. Un coche tiene más de 3.000 piezas. Este test asegura que todos los componentes funcionen en armonía total y no provoquen ningún ruido molesto para los pasajeros sea cual sea la condición y la superficie de conducción.
Prueba de aspiración de polvo. El vehículo circula por el desierto generando una gran nube de polvo. Justo detrás de él, le sigue el vehículo que se somete al test para comprobar la vida útil del filtro de aire.
Prueba de grava. Los vehículos ruedan por una pista de grava de referencia donde se recorren 3.000 kilómetros para analizar los impactos que ocasiona la gravilla en toda la zona de los bajos, pasaruedas, zona exterior y posterior del parachoques. El objetivo es asegurar la resistencia de todas las piezas durante la vida del vehículo.