El fabricante anglo-bávaro presenta en el Salón del Automóvil de Ginebra la tercera versión ampliada del Rolls Royce Phantom, un elegante coupé con cielo artificial.
En 1998 BMW adquirió Rolls Royce y al principio redujo la marcha. Los bávaros se tomaron su tiempo hasta 2003 y dieron entretanto esperanzas a la clientela solvente presentando de forma continua nuevos estudios. Después de cinco años llegó el momento, se fabricó el primer Rolls Royce Phantom. Los ingleses producen desde entonces hasta 1.000 vehículos al año. Y la demanda no deja de crecer, pronto no cabrá ni un alfiler en la fábrica.
"Phantom III"
Tras el exitoso lanzamiento del descapotable "Drophead" el año pasado, en el Salón del Automóvil de Ginebra de este año ha sido un coupé el que ha causado sensación. Al igual que la versión con techo de tela, el coupé de dos puertas mide 5,60 metros. En comparación con el Phantom estándar (veinte centímetros más largo), en este caso se podría empezar a hablar ya de falta de espacio. Sin embargo, no es motivo de alarma, ya que incluso el coupé ofrece la posibilidad de sentarse en los asientos traseros con mayor comodidad que en algunos modelos sedán. Las puertas, que tradicionalmente se abren del frente, facilitan el acceso de forma adicional.
La forma de la carrocería permanece prácticamente intacta. Capó del motor de gran longitud (opcionalmente de acero inoxidable), rejilla del ventilador vertical y elevadas líneas laterales. El pilar C presenta un aspecto extremadamente ancho, mientras que la parte trasera de esta carroza de lujo de 1,99 metros de ancho, por el contrario, le confiere un carácter casi delicado con sus pequeños faros traseros. La luneta trasera plana resulta llamativa, y contra una mala visibilidad se ofrecen ahora sensores de aparcamiento.
Para conducirlo uno mismo
Rolls Royce propaga el diseño deportivo del coupé destacando una dirección más directa y un ajuste más rígido del chasis. Si se pulsa la tecla deportiva en el volante, la caja automática cambia inmediatamente de marcha, el pedal del acelerador reacciona de forma todavía más sensible. El coupé resulta ideal para aquellos conductores que mandan de vez en cuando a su chofer de vacaciones. Con un precio de lanzamiento estimado de 440.000 euros, el dos puertas resulta, sin embargo, una segunda opción bastante cara, y nadie quiere renunciar del todo a la confortable limusina.
Al fin y al cabo, resulta difícil renunciar, y por ello el coupé ofrece las comodidades habituales, a pesar de toda la deportividad. Por un lado, la potente propulsión: el motor V12 de 6,75 litros habla por si mismo, 453 CV y 720 newtonmetros son más que suficientes para poner en movimiento las 2,6 toneladas de este modelo. Podría incluso decirse que su consumo de solo 15,8 litros es bajo.
Lujo a raudales
Por otro lado, el extravagante lujo, la formidable comodidad en la conducción, y la mirada envidiosa de los conductores de utilitarios en los semáforos. Una vez admirado por fuera, en su elegante interior llaman la atención la piel de excelente calidad, las maderas más nobles y el frío aluminio. Además de las nueve pinturas estándar existen otros 44.000 tonos posibles, cabiendo la posibilidad de incorporar algún tono especial que desee el cliente.
El maletero con 395 litros parece más bien reducido, aunque está equipado con una función Picknick. La parte inferior la cubierta trasera se pliega de forma elegante hacia fuera sirviendo como opción de asiento móvil para pasajeros de hasta 150 kilos de peso o, si se desea, para tres damas en formato Kate Moss.
Un cielo estrellado con sólo pulsar un botón
Lo mejor, sin embargo, viene literalmente de arriba: aquel que se decante por un descapotable Cabrio podrá admirar en directo y a todo color un cielo cubierto de estrellas. Para que los conductores del coupé no se sientan discriminados, su techo fijo puede equiparse, si se desea, con cientos de pequeños LED creando un firmamento artificial cuya luz puede incluso atenuarse. Con este equipamiento, la clientela acomodada en el sofá, con su copa de champán en la mano, puede tararear la canción de Cristian Castro "Lloviendo estrellas" sonando de fondo en el equipo de sonido de 420 W...
