Un modelo que gana en vistosidad, que incluirá un sinfín de elementos técnicos y tecnológicos y que contará con una gama de motores apta para todos los públicos, desde los más ahorradores hasta los más deportivos. Y es que el compacto francés pondrá a la venta, de forma simultánea, las denominadas versiones GT que, además de estar propulsadas por los nuevos motores de 1.6, contarán con un diseño y una puesta a punto específica. Aunque el segmento C lleva varios años recibiendo las nuevas generaciones y actualizaciones de sus principales contendientes, estaba incompleto porque su líder, el Renault Mégane, seguía estirando la tercera generación como si de un Kilométrico de Boomer se tratara. Sí, nos atrevemos a decir tal afirmación porque hablar del Mégane es hacerlo de un referente en su segmento, del modelo que cambió, hace 20 años, la forma de pensar y de realizar las cosas cuando, en 1995, los ingenieros de Renault decidieron emplear una sola plataforma para desarrollar toda una gama de modelos. Efectivamente, el compacto francés fue el primero en utilizar el concepto de plataforma modular que tan de moda está últimamente.
Pero su éxito no sólo ha residido en las innovaciones técnicas sino que en estas dos décadas de vida, el Mégane ha vendido más de 6,5 millones de unidades en todo el mundo ocupando casi siempre los tres primeros puestos de su segmento en lo que a matriculaciones se refiere. Y eso que, como decimos, en los últimos años ha visto cómo sus principales competidores: Volkswagen Golf, Seat León, Citroën C4, Opel Astra, Ford Focus… se iban renovando mientras él simplemente realizaba pequeñas actualizaciones (la última de 2013).
Con nueva plataforma
Pero desde la marca francesa se marcaron como fecha límite este 2015 y así ha sido. Un año en el que, además, han aprovechado para estrenar la nueva plataforma modular CMF de la que ya han salido tanto el Kadjar como el Espace y el Talismán. Precisamente con estos dos últimos, el Mégane IV tiene muchos elementos compartidos.
Elementos que, principalmente, se observan en su habitáculo pues el compacto galo contará con la nueva pantalla táctil de 8,7 pulgadas, colocada en posición vertical (al estilo Tablet), desde la que se pueden controlar las principales funciones del vehículo: climatización, confort de marcha, navegación, sistemas de seguridad o el entretenimiento que nos brinda el nuevo sistema R-Link 2. Junto a ella, también se ha incluido un nuevo cuadro de instrumentos que, además de digital, será completamente personalizable.
Estos llamativos cambios estéticos cuentan con una continuidad cuando lo observamos desde fuera. Sí, porque el nuevo Mégane, aunque presente una silueta continuista, ofrece un diseño rompedor en su exterior, el cual, viene determinado por unos grupos ópticos que han ganado protagonismo. En su frontal, además de poder equipar la tecnología Full LED, los faros están delimitados por unas vistosas tiras diurnas de LED, mientras que en su zaga prolongan su silueta casi hasta el logo central del portón. La tecnología LED vuelve a estar presente al incorporarse en dichas ópticas. En ambos casos se observa una clara inspiración en el Talismán.
Más espacioso y completo
Al haber empleado la nueva plataforma CMF, el Mégane IV ha crecido en casi todas sus cotas. Así, su longitud llega ahora hasta los 4,36 metros mientras que su anchura y altura se quedan en 1,85 y 1,45 metros, respectivamente. Cifras que implican que estemos ante un Mégane 6,4 cm más largo, 4,7 cm más ancho y 2,5 cm más bajo. Además, en lo que a habitabilidad se refiere, también se observará ganancia ya que su batalla ahora crece hasta los 2,67 metros (2,8 cm más).
En lo referente al equipamiento, el nuevo Mégane ha sabido paliar una de los punto débiles de los últimos años al recibir una gran carga de elementos que le harán situarse a la par de sus principales competidores. De esta forma, el compacto francés estará disponible tanto con lector de señales de tráfico como con control de crucero adaptativo, avisador de cambio de carril y de tráfico cruzado, detector de objetos en ángulo muerto o Head-Up Display, entre otros; mientras que en lo que a confort se refiere, algunos de los más destacados son el freno de mano eléctrico, el volante calefactado, los asientos tapizados en terciopelo, iluminación ambiental con cinco opciones de selección, equipo de sonido BOSE nueve altavoces…
Motores para todos los gustos
A nivel mecánico, el Mégane IV pasará a estar disponible con una gama compuesta por hasta siete propulsores diferentes, los cuales, se dividirán en tres opciones de gasolina y cuatro diesel. Todos los de gasolina pertenecerán a la familia Energy y tendrán la sobrealimentación con piedra angular. De esta forma los tres TCe que se podrán elegir darán una potencia de 100 CV, 130 y 205 CV; mientras que los que opten por los diesel podrán hacerlo entre los dCi de 90, 110, 130 y 165 CV.
La mayoría irá asociado al cambio manual de seis relaciones aunque también existirá la posibilidad de optar por uno automático EDC de doble embrague con el mismo número de relaciones. Una gama mecánica que tiene previsto ampliarse a principios de 2017, cuando Renault lance su versión Hybrid Assist, que combinará uno de los motores diesel, aún se desconoce cuál, con otro motor eléctrico para acabar registrando un consumo medio inferior a 3 l/100 km con un nivel de emisiones de CO2 de sólo 76 g/km.
En lo que a dinámica se refiere, el nuevo Mégane contara con el denominado Mult-Sense que ya se ha estrenado tanto en el Espace como en el Talismán. Gracias a este dispositivo, el conductor podrá elegir entre cinco modos de conducción diferentes: Sport, Normal, Confort, Eco y Personalizado, que variarán tanto la respuesta del acelerador, motor, o caja de cambios (sólo en los automáticos), como la iluminación ambiental o la intensidad del masaje de los asientos.
